Paneles solares contra la crisis energética en Nueva Orleans
22 de febrero de 2022Cuando murieron sus peces, Lila Ellington se hartó. Una vez más, se había ido la luz durante varias horas en su barrio de Nueva Orleans, y con ella, la bomba que suministra oxígeno al acuario dejó de funcionar. Cuando llegó a casa, los peces flotaban sin vida en la superficie del agua. "Ha sido muy duro para mí. Vivo aquí sola, mis peces fueron mi única compañía durante años", dice la mujer de 60 años entre lágrimas.
Ellington quiere ahora instalar una batería para poder almacenar la energía que produce desde 2017 con la ayuda de paneles solares y ser independiente del operador Entergy en términos de energía. No se puede confiar en el suministro de energía en Nueva Orleans.
Llega la lluvia, se va la luz
Según estadísticas de Entergy, alrededor de 140.000 hogares se vieron afectados por cortes de luz solo en el primer semestre de 2021, un 29 por ciento más que en el primer semestre de 2020. "Incluso un fuerte chaparrón es suficiente para que se vaya la luz", dice Ellington. En los meses de verano, esto ocurre al menos una vez a la semana durante varias horas. Nueva Orleans, situada en el Golfo de México, se ve especialmente afectada por los fenómenos meteorológicos extremos.
Pero no se puede culpar únicamente al clima de los cortes de electricidad. La infraestructura energética de la ciudad está anticuada y en mal estado. "Si uno se fija en las líneas eléctricas de Nueva Orleans, se preguntará si esto es lo que realmente parece una red de distribución del siglo XXI, y la respuesta es claramente no", afirma Logan Burke, director ejecutivo de la Alianza para la Energía Asequible, una organización que defiende el acceso equitativo y sostenible a la energía.
Una infraestructura anticuada, casas mal aisladas y cortes de electricidad hacen subir los precios más aún de lo habitual tras la actual crisis energética. "En algunos casos, la gente está pagando hasta el 20 por ciento de sus ingresos en las facturas de electricidad", dice Burke. Esto afecta más a la población de bajos ingresos.
El sacerdote energético
"En muchos casos, la gente tiene que elegir entre la comida o las medicinas y la electricidad", dice el sacerdote Anthony Barriere. Utiliza las donaciones para apoyar a los miembros de su congregación que tienen necesidades económicas. También quiere equipar a las iglesias y congregaciones con paneles solares y baterías para que, en caso de corte de electricidad, la gente pueda cargar sus teléfonos móviles o refugiarse en una habitación con aire acondicionado para protegerse del calor de Nueva Orleans, que puede ser mortal, especialmente para los enfermos y los ancianos.
Pero no todos pueden permitirse la energía solar: instalar un sistema fotovoltaico cuesta hasta 20.000 dólares. Una cantidad que no está al alcance de muchos habitantes de Nueva Orleans, donde el 23 por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.
Nueva energía para todos
Thomas Neyhard y su esposa Lisa han convertido esta desigualdad en un negocio. En 2011, fundaron Posigen en Nueva Orleans, una empresa cuyo objetivo es hacer que la energía solar y la eficiencia energética sean accesibles para las comunidades afroamericanas y de bajos ingresos. "La descarbonización no solo se produce en los barrios ricos, sino también en los barrios obreros", afirma Neyhard en una entrevista con DW. Quiere democratizar el acceso a la energía solar, dice. La empresa, que empezó en 2011 con cinco personas, cuenta ahora con 500 empleados y ha instalado más de 12.000 paneles solares en tejados de Luisiana.
Mediante contratos de arrendamiento con condiciones especialmente favorables y sin verificación de crédito, la empresa permite a las personas con menos ingresos ser independientes energéticamente. "Sin Posigen, no me lo habría podido permitir", dice Lila Ellington. Si su factura de electricidad solía ser de más de 350 dólares, ahora paga algo menos de 200 dólares por todos los costes de energía, incluida la cuota de arrendamiento. Disponer de 150 dólares más al mes supone una gran diferencia.
Sin embargo, Ellington ahorra mucho más tras la renovación de su casa. Esto se debe a que Posigen lleva a cabo un programa de renovación antes de instalar los paneles solares: las casas se aíslan, las bombillas convencionales se sustituyen por LED y, en general, el hogar es más eficiente desde el punto de vista energético. Los expertos coinciden en que los paneles solares en los tejados no son suficientes. El problema suele empezar en las casas antiguas o mal reconstruidas después de una tormenta. El sacerdote Barriere también ve el problema: "Lo que tenemos que hacer es construir mejor, construir casas que puedan resistir un huracán, pero también construir casas que sean resistentes al clima y eficientes".
En Nueva Orleans, la sostenibilidad y la seguridad del suministro energético van de la mano. Son necesarios muchos pasos hasta conseguir ambos. Mientras tanto, los habitantes de Nueva Orleans se ayudan entre sí, como suelen hacer en situaciones difíciles y en catástrofes. "Se nos da bien ser comunitarios", dice el párroco Anthony Barriere.
(gg/ms)