Mediante una carta enviada al arzobispo de San Salvador(capital de El Salvador), José Luis Escobar, el papa Francisco reconoció la importancia de monseñor Óscar Romero para el pueblo salvadoreño, pero también para el latinoamericano, justo en la jornada de este sábado (23.05.2015) en que se celebra la ceremonia de beatificación del religioso, asesinado en 1980, al inicio de la guerra civil.

Jorge Mario Bergoglio alabó a Romero porque su comportamiento fue “un ejercicio pleno de caridad cristiana”. Añadió que “en este día de fiesta para la nación salvadoreña, y también para los países hermanos latinoamericanos, damos gracias a Dios porque concedió al obispo mártir la capacidad de ver y oír el sufrimiento de su pueblo, y fue moldeando su corazón para que, en su nombre, lo orientara e iluminara”.

Óscar Arnulfo Romero y Galdámez fue asesinado por un escuadrón de la muerte de ultraderecha el 24 de marzo de 1980, cuando oficiaba una misa. El religioso era conocido como “la voz de los sin voz”: sus homilías dominicales se habían convertido en espacios de denuncias sobre de la grave violación a los derechos humanos que practicaban las fuerzas oficiales y las guerrillas insurgentes.

Fieles de otros países

El papa Francisco hizo un llamado a aprovechar la oportunidad que da la beatificación de Romero para buscar la reconciliación del pueblo salvadoreño. “Es momento favorable para una verdadera y propia reconciliación nacional ante los desafíos que hoy se afrontan”, apuntó el pontífice argentino, que agregó que Romero “construyó la paz con la fuerza del amor, dio testimonio de la fe con su vida entregada hasta el extremo”.

Desde primeras horas de la mañana, miles de devotos salieron a las calles en San Salvador para dirigirse a la plaza del Salvador del Mundo, donde la ceremonia de beatificación será seguida por casi 300.000 personas, de acuerdo a estimaciones de la Iglesia local. Los fieles han llegado de varios países, entre ellos Panamá, Brasil, Nicaragua, Ecuador, Chile y Perú.

DZC (EFE, dpa)