El papa Benedicto XVI criticó duramente el "desprecio" y la actitud "hostil" respecto a las religiones en algunos países occidentales durante la recepción de Año Nuevo para los diplomáticos destinados en el Vaticano.

El Pontífice aseguró esa postura se está propagando "en algunos países, sobre todo de Occidente" en los círculos políticos y culturales, así como en los medios de comunicación, y señaló que afecta sobre todo a la religión cristiana.

El Papa reclamó además a la Unión Europea un laicismo "abierto y positivo" y pidió que se reconozca a las comunidades de creyentes su papel en la sociedad.

Benedicto XVI reclamó también a la comunidad internacional que no se inmunice ante el tráfico de drogas y sus consecuencias sociales y morales y se refirió al que, según él, se ha convertido el el asunto de mayor relevancia desde el inicio de su pontificado: la degradación medioambiental.

"Si queremos construir una paz verdadera, ¿cómo podemos separar o incluso enfrentar la protección del medio ambiente y la de la vida humana, incluída la vida de los no nacidos?", dijo el Pontífice, refiriéndose así también a la oposición de la Iglesia Católica al aborto.

Respecto a la crisis económica y financiera, Benedicto XVI consideró que seguirá marcando 2010 y apuntó que hay que buscar sus causas "en la actual forma de pensar egocentrista y materialista que fracasa a la hora de reconocer las limitaciones ihnerentes a toda criatura". dpa

Editor: Claudia Herrera Pahl