Francisco: El mundo entero sufre y debe estar unido
12 de abril de 2020
Luego de una sobria misa de Domingo de Resurrección, el papa dedicó su mensaje de Pascua a los afectados por la pandemia de coronavirus, pidió ayuda inmediata para Venezuela y reducción de la deuda de los países pobres.
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El papa Francisco dedicó su mensaje de Pascua del Domingo de Resurrección a todos aquellos que se están viendo afectados por la pandemia del coronavirus y afirmó que "el mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido" porque éste "no es el tiempo de la indiferencia". En su tradicional bendición "Urbi et Orbi" en una basílica de San Pedro vacía, se veía una imagen inédita que ilustra los cambios radicales que el mundo debe aceptar desde hace semanas para frenar la pandemia del coronavirus.
Desde el interior de la basílica, y no asomado al balcón de la logia central, como es habitual, ya que la plaza está cerrada por lasmedidas de emergencia ante la pandemia , Francisco dedicó su mensaje de la Pascua este domingo (12.04.2020) a este "desafío histórico".
Después, impartió desde allí la tradicional bendición "Urbi et Orbi", que concede la indulgencia plenaria a todos los que la siguieron por los medios de comunicación.
Se dirigió "sobre todo a los que han resultado afectados directamente por el coronavirus: los enfermos, los que han fallecido y las familias que lloran por la muerte de sus seres queridos, y que en algunos casos ni siquiera han podido darles el último adiós".
Recordó especialmente a los ancianos y a las personas que están solas y también "a quienes trabajan en los centros de salud, o viven en los cuarteles y en las cárceles".
Rezó para que Jesús "conceda fortaleza y esperanza a los médicos y a los enfermeros, que en todas partes ofrecen un testimonio de cuidado y amor al prójimo hasta la extenuación de sus fuerzas y, no pocas veces, hasta el sacrificio de su propia salud".
Y también por "quienes trabajan asiduamente para garantizar los servicios esenciales necesarios para la convivencia civil, a las fuerzas del orden y a los militares, que en muchos países han contribuido a mitigar las dificultades y sufrimientos de la población".
Explicó que para muchos el permanecer en casa debido a las medidas de aislamiento "ha sido una ocasión para reflexionar, para detener el frenético ritmo de vida, para estar con los seres queridos y disfrutar de su compañía".
Pero para otros "es un tiempo de preocupación por el futuro que se presenta incierto, por el trabajo que corre el riesgo de perderse y por las demás consecuencias que la crisis actual trae consigo".
Ayuda "inmediata" para Venezuela
El papa Francisco pidió en su mensaje de Pascua una solución "práctica e inmediata" para que la ayuda internacional llegue a los venezolanos que sufren debido al contexto político, económico, social y sanitario.
"Que la crisis que estamos afrontando no nos haga dejar de lado otras situaciones de emergencia (...) Que permita alcanzar soluciones prácticas e inmediatas en Venezuela, orientadas a facilitar la ayuda internacional a la población que sufre a causa de la grave coyuntura política, socioeconómica y sanitaria", pidió Francisco.
Francisco pide reducción de deuda de países pobres
El papa pidió, asimismo, este domingo, "un alto el fuego inmediato" y que se condone o reduzca la deuda de los países pobres más afectados por la pandemia del nuevo coronavirus, en su mensaje de Pascua.
El pontífice argentino propuso que "se relajen" las sanciones internacionales de los países afectados "y se afronten -por parte de todos los países- las grandes necesidades del momento, reduciendo, o incluso condonando, la deuda que pesa en los presupuestos de aquellos más pobres".
CP (efe, afp)
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Cuarentena global: la vida en los balcones
Los toques de queda en muchas partes del mundo debidos a la pandemia del coronavirus han reanimado la vida en los balcones. En algunos casos con efectos bastante curiosos.
Imagen: picture-alliance/PIXSELL/N. Pavletic
¿Sala de concierto? Innecesario
Davor Krmpotic no tiene que tocar en una sala de concierto para llegar a miles de personas con su saxofón. Desde su balcón su música resuena sobre la ciudad portuaria croata de Rijeka con sus casi 130.000 habitantes. Su saxofón suena todos los días. Solo los ignorantes desearían que Krmpotic tuviese un piso en el sótano.
Imagen: picture-alliance/PIXSELL/N. Pavletic
Balcón simple, música alegre
La música en vivo no solo suena en Rijeka desde el balcón. A los miembros del Orquesta Barroca de Friburgo no les molesta los trastos a su alrededor. Tocando la "Oda a la alegría", de Ludwig van Beethoven, participaron en un "flash mob" de música en toda Alemania. Los conciertos de balcón en Italia sirvieron de modelo.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Seeger
Peligro mortal para los que no tienen un balcón
También en Bélgica, el Gobierno ha pedido a la gente que se quede en casa. ¿Y qué hace la gente que no tiene un balcón y aun así quiere tomar un poco de aire fresco? Siéntate en el alfeizar. Un movimiento equivocado y el virus sería la menor de tus preocupaciones.
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¿El balcón como refugio? Mejor no.
Balcones del crucero "Spectrum of the Seas". El crucero partió de Alemania por primera vez hace un año. Ahora se encuentra en Australia, pero sin pasajeros. Son miembros de la tripulación que ahora disfrutan la vista hacia el puerto de Sydney desde los balcones.
Imagen: Getty Images/C. Spencer
Gran balcón, gran vista
Parece la última escena de una película de Hollywood, pero es una mujer pasando el rato en Katmandú. En la capital de Nepal hay un toque de queda desde hace dos semanas. Pero en lo alto se debería estar a salvo del virus.
Imagen: Imago Images/Zuma/P. Ranabhat
¿Cortar el pelo? ¡Adelante!
En Hula, en el sur del Líbano, un balcón se transforma en una peluquería. Parece ser una solución muy práctica: el pelo cortado simplemente se va con el viento.
Imagen: Reuters/A. Taher
¿Conseguir comida? ¡Ningún problema!
La necesidad es la madre de la invención. Este buen hombre en Marsella no debe salir de su apartamento. Los vecinos han llenado una bolsa con alimentos para él. Ahora la sube con paños anudados.
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¿Ejercicios? ¡Claro que sí!
Sebastian Manko es un entrenador personal en Burdeos. Para asegurar que los residentes de esta casa de retiro en la ciudad francesa se mantengan en forma durante la pandemia, Manko ejercita con ellos. Eso sí, desde una distancia segura de ellos, quienes están particularmente en riesgo en la pandemia.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Tucat
¿Deportes competitivos? ¡También son posibles!
Hans-Peter Durst es un atleta de alto nivel. Ganó dos medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro. Desde un accidente de tráfico hace 26 años su sentido del equilibrio se ha visto perturbado. Su campo de visión está restringido y su capacidad de reacción es reducida. Pero con el triciclo todo eso no es un problema. Durst sigue entrenándose, en su gran balcón.
Imagen: Getty Images/AFP/I. Fassbender
El tamaño importa
Este balcón en Mónaco ofrece un poco más espacio. Se extiende por dos pisos del Tour Odeón e incluso tiene una piscina con tobogán. Perfecto para pasar una cuarentena. Pero no es un placer barato: el balcón y el piso que lo acompaña cuestan alrededor de 300 millones de euros.
Humor negro en tiempos del coronavirus: mientras otros se tienen que quedar en sus cuartos, en Fráncfort del Óder un esqueleto tiene el balcón para sí solo.