Este domingo (27.9.2015), el papa Francisco se despidió de Filadelfia, la última etapa de su viaje a Estados Unidos, con una advertencia sobre el “desafío urgente” que plantea la protección del medioambiente, la “casa común”. Decenas de miles de personas llenaron la gran avenida B. Franklin Parkway de esa ciudad para presenciar la misa del pontífice.

En su cita con obispos estadounidenses en el seminario de San Carlos Borromeo de Filadelfia, el argentino Jorge Mario Bergoglio criticó el consumismo prevalente en el mundo contemporáneo. “Me animo a decir que una de las principales pobrezas (…) está en la soledad radical a la que se ven sometidas tantas personas. Corriendo detrás de un like (…) en las redes sociales”, lamentó.

Francisco hablaba con su franqueza habitual cuando dijo que el matrimonio cristiano ya no se sostiene con la institución civil, admitiendo que este alejamiento tiene consecuencias culturales, sociales y jurídicas. Pero indicó que los cristianos no pueden ser “inmunes” a “los cambios de su tiempo”. Ante miembros del clero, Bergoglio apeló a no olvidar “la transformación del contexto histórico”.

En una visita a la prisión Curran-Fromhold, cerca de Filadelfia, el papa Francisco lamentó la existencia de sistemas penitenciarios que no ayudan a la reinserción de sus ocupantes. En dicha cárcel se dirigió a unos 80 presos y después saludó a un grupo más pequeño de ellos. El pontífice les entregó un rosario y una estampa con su imagen.

El papa Francisco se reunió en Filadelfia con víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia, según anunció el mismo pontífice, al comienzo de un encuentro con obispos. Todos los responsables de esos crímenes "rendirán cuentas", dijo. Su viaje a EE. UU. concluye con la clausura del VIII Encuentro Mundial de las Familias, aquí en Filadelfia, desde donde partirá a Roma.

Tras oficiar una misa en Filadelfia –última parada de su gira por EE. UU.–, el papa Francisco disfrutó de un recital ofrecido por la “reina del soul”, Aretha Franklin, el tenor italiano Andrea Bocelli y el cantante colombiano Juanes, entre otros artistas de diferentes países. El concierto tuvo lugar en el marco de un evento auspiciado por el Vaticano y bautizado Encuentro Mundial de Familias.

El argentino Jorge Mario Bergoglio se dirigió al Independence Hall de Filadelfia, un edificio relevante en la historia de Estados Unidos, para dar un discurso sobre la libertad religiosa y dirigir un mensaje de aliento a los inmigrantes. El papa bendijo una cruz particularmente importante para la comunidad de habla hispana de Filadelfia, conocida como la Cruz de los Encuentros.

El papa Francisco ofreció una homilía en la Catedral de san Pedro y san Pablo de Filadelfia, en la que aseguró que el futuro de la Iglesia católica estaba en las manos de los laicos y, sobre todo, de las mujeres. El pontífice subrayó la “inmensa contribución que las mujeres, laicas y religiosas, han hecho y siguen haciendo a la vida de nuestras comunidades”.

Tras su procesión por Central Park, Francisco se trasladó al pabellón deportivo Madison Square Garden, donde ofreció una misa ante unos 20.000 fieles, en el último acto de su visita a la Gran Manzana antes de continuar su viaje hacia Filadelfia.

Tras orar en el memorial dedicado a los muertos en los ataques del 11 de septiembre del 2001, Francisco fue aclamado por unas 80.000 personas en un recorrido por Central Park, el parque más importante de Nueva York. El acto fue organizado por las autoridades de la ciudad para brindar al pontífice un baño de masas. La multitud coreaba lemas como "Francisco, Francisco, el mundo está contigo".

Ante la Asamblea General de la ONU, el Papa pidió la “total prohibición” de las armas nucleares. Rechazó la “sumisión asfixiante” a los organismos financieros internacionales. Criticó la guerra contra el narcotráfico y la destrucción del medio ambiente. Y pidió techo, trabajo, tierra y libertad de espíritu (libertad religiosa, derecho a la educación y todos los otros derechos cívicos) para todos.

El papa Francisco llegó a la sede de Naciones Unidas para cumplir con una histórica visita oficial, ya que será el primer pontífice que se dirige a un gran número de gobernantes mundiales en la Asamblea General.

El papa Francisco llegó a Nueva York, segunda etapa de su viaje a Estados Unidos, y acudió directamente a la catedral de San Patricio, donde lamentó la "vergüenza" que causan a la Iglesia los casos de pederastia.

El papa Francisco mostró ante el Congreso de Estados Unidos su perfil más político al pedir la abolición de la pena de muerte, acabar con el tráfico de armas y ver a los inmigrantes como personas y no como números.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, destacó su alianza con el papa Francisco en asuntos como el acercamiento hacia Cuba, la lucha contra el cambio climático y la preocupación por los inmigrantes y los refugiados, al recibir al pontífice en la Casa Blanca y elogiar su "ejemplo moral".

La misa en el santuario del Cobre, uno de los lugares sagrados del catolicismo cubano, fue la primera que ofició un papa dentro de la catedral y la última que ofició Jorge Bergoglio en Cuba antes de viajar a Estados Unidos. El pontífice tenía previsto luego un encuentro con familias cubanas.

El papa Francisco llamó a la Iglesia católica en Cuba a "acompañar las situaciones embarazosas" de la gente y a trabajar por la "reconciliación" en la isla. "Queremos ser una Iglesia que salga de casa para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación", pidió Francisco en la homilía de la misa que ofició en Santiago de Cuba, la última estación de su visita a la isla.

El papa Francisco llamó en su segunda homilía en Cuba a un mayor respeto entre las personas y pidió "mirar más allá de las apariencias". Los conciudadanos "no son aquellos a los que 'se vive', se usa y se abusa", dijo Francisco antes decenas de miles de personas en la Plaza de la Revolución de Holguín. A la misa asistió el presidente cubano, Raúl Castro.

El pontífice argentino se distanció el domingo de las etiquetas que le suelen colgar desde el comienzo de su pontificado. ¿Un comunista, un socialdemócrata, un marxista? "No se sirve a ideas, sino que se sirve a personas", aseveró.

El papa Francisco visitó al otrora hombre fuerte de Cuba, Fidel Castro, después de la misa oficiada en la Plaza de la Revolución de La Habana. Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, confirmó que el encuentro “informal” tuvo lugar en la residencia de Castro y duró entre 30 y 40 minutos. Castro y el argentino Jorge Mario Bergoglio intercambiaron libros como regalos.

Durante la misa, Francisco afirmó que no puede haber más fracasos en el "camino de paz y reconciliación" iniciado en Colombia y destacó "la crucial importancia del momento presente". Mostró así su apoyo a "todos los esfuerzos que se están haciendo, incluso en esta bella isla, para una definitiva reconciliación", en clara alusión a las conversaciones de paz que se mantienen con las FARC en la Cuba.

Tres personas que irrumpieron en la Plaza de la Revolución, antes de que comenzara la misa del Papa, repartiendo panfletos al grito de "Francisco es comunista", fueron detenidos rápidamente por las fuerzas de seguridad cubanas. No fueron las únicas detenciones, ya que ha trascendido que el pontífice trató de encontrarse con algunos disidentes, pero fueron detenidos antes de la reunión.

El papa Francisco habló ante unos 100.000 fieles, a los que llamó a ser solidarios y a servir a "las personas, no a las ideologías". Entre los asistentes a la homilía se encontraban los presidente de Cuba, Raúl Castro, y Argentina, Cristina Fernández. Francisco también hizo un llamado para alcanzar la paz en Colombia.

El Papa recorrió 18 kilómetros por La Habana en un vehículo abierto construido en Cuba especialmente para la ocasión. Según el cálculo inicial del portavoz vaticano, Federico Lombardi, unas cien mil personas se congregaron a lo largo del recorrido. "Todo el mundo respeta al Papa, y sobre todo a este Papa, por lo que nos ha ayudado, y estamos aquí aunque no seamos creyentes", afirmaba una de ellas.

En el mismo aeropuerto, tras su llegada, el Papa habló de "reconciliación" y de "esperanza". El acercamiento entre Cuba y EE. UU. centró sus palabras iniciales tras pisar suelo cubano, sin olvidarse de "los cubanos dispersos por el mundo" y a todos aquellos que "por diversos motivos, no podré encontrar", en referencia a los disidentes cubanos, con los que no está prevista reunión alguna.

Raúl Castro, en su intervención, destacó una vez más el papel del pontífice en el proceso de deshielo entre Washington y La Habana. Criticó también el capitalismo y volvió a condenar el "cruel" embargo que Estados Unidos impone a la isla desde los años sesenta. "La normalización de los vínculos entre ambos países requerirá resolver problemas y reparar injusticias", dijo en alusión al bloqueo.

El pueblo cubano ofreció una calurosa bienvenida al pontífice, cuya visita vino precedida por el anuncio, el viernes, de un relajamiento en la normativa estadounidense que impide a sus empresas operar en Cuba. En concreto, a partir del lunes, agencias de viajes, compañías de envíos postales, periodísticas, agrícolas o de la construcción, así como de las telecomunicaciones, podrán abrir oficinas.

Al filo de las cuatro de la tarde, hora local, de este sábado 19 de septiembre, el vuelo de Alitalia en que viajaba el papa Francisco aterrizó en el aeropuerto José Martí de La Habana. Allí le recibió el presidente de Cuba Raúl Castro, con una ceremonia en la que agradeció su apoyo al restablecimiento de las relaciones diplomáticas con EE. UU., "un primer paso", dijo, hacia la total normalización.

Durante el vuelo, el Papa se refirió a la "oleada migratoria" que llega a Europa "huyendo de la muerte". Lo hizo ante los periodistas que cubren el viaje y se emocionó al recordar que fueron "sirios refugiados" en la iglesia de Santa Ana quienes le despidieron de El Vaticano: "en su rostro se veía el dolor", añadió. Francisco pidió hace dos semanas que cada parroquia católica acoja a una familia.