En la noche del domingo a este lunes (14.03.2022), los disturbios causaron nuevamente decenas de heridos.

En un comunicado, Darmanin explicó que a petición del presidente francés, Emmanuel Macron, irá a Córcega el miércoles y el jueves para "abrir un ciclo sin precedentes de discusiones" con los representantes de las administraciones territoriales y con las "fuerzas vivas".

Afirmó que "el Gobierno ha entendido las demandas de los cargos electos de Córcega sobre el futuro institucional, económico, social y cultural de la isla, en particular las del presidente del consejo ejecutivo, Gilles Simeoni".

El nacionalista Simeoni había urgido al primer ministro francés, Jean Castex, la semana pasada a que tomara una serie de medidas tras la escalada de altercados que se vienen produciendo desde que el 2 de marzo un terrorista independentista corso, que cumple condena a cadena perpetua, Yvan Colonna, resultara gravemente herido en prisión por el ataque de otro preso islamista.

Eso fue la chispa que ha activado un movimiento de protesta encabezado por colectivos juveniles que ayer se tradujo en una gran manifestación en la ciudad de Bastia, en la que participaron miles de personas (7.000, según la Prefectura, más del doble, según los organizadores).

Como había ocurrido en días anteriores, una parte de los manifestantes encapuchados (unos 300, explicó la delegación del Gobierno en un comunicado) atacaron la Prefectura y otros edificios públicos y se enfrentaron con las fuerzas del orden.

Según el recuento de esta mañana, 67 personas resultaron heridas, de las cuales 44 son agentes de los cuerpos policiales.

Las decisiones del Gobierno francés de la semana pasada para tratar de devolver la calma a la isla no han funcionado. En un primer momento, Castex anunció el martes que se modificaba el estatuto penitenciario de Colonna, lo que teóricamente debería permitirle acabar de cumplir su pena en una prisión en Córcega.

El problema es que el terrorista corso más conocido, condenado por haber asesinado en 1998 al prefecto de Córcega Claude Erignac (el máximo representante del Estado en la isla), se encuentra postrado en un hospital entre la vida y la muerte desde el ataque que sufrió en la cárcel de Arles.

El viernes, Castex decidió modificar también el estatuto penitenciario para posibilitar su traslado a Córcega de otros dos miembros del comando que asesinó a Erignac que también cumplen cadena perpetua: Alain Ferrandi y Pierre Alessandri.