Renovarse o morir, dice el refrán. La industria azucarera costarricense lo tiene muy claro y por ese motivo ha decidido invertir en mejorar su competitividad y afrontar así los retos que plantea el mercado global.
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Costa Rica produce 450.000 toneladas de azúcar anuales, según la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (LAICA), que representa a más de 8.000 productores, muchos de ellos pequeños. Aunque más de la mitad de la producción se queda en el propio país, entre el 35 y el 40 por ciento se exporta, explica José Álvaro Jenkins, presidente del Consejo de Comercialización de LAICA. Además de vender azúcar no refinada a Portugal e Inglaterra, entre otros países europeos, 32.000 toneladas se destinan a Estados Unidos. “El resto del producto terminado se vende a Bahamas y otors países”, explicó.
“La globalización vino para quedarse. Si eres competitivo las fronteras se van abriendo. Hay que serlo, especialmente en las commodities, dar valor agregado, para que tengan un mayor atractivo en el mercado al que lo vendes”, aseguró.
Según datos de 2014 de la Escuela de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Costa Rica sobre el sector agropecuario y su aportación a la economía nacional, el sector agrícola exporta 855 productos agropecuarios a 126 destinos, aporta el 14 por ciento del PIB nacional y es el segundo generador de empleo del país.
El sector también debe afrontar a otro reto mundial: el cambio climático. “Hace tres años que la región sufre sequía por efecto de 'El Niño'. La temperatura mínima subió en 2 grados, esto afecta a las variedades de azúcar. Ya nos pasó hace tres años y si no tienes riego, se producen mermas de entre el 30 y el 35 por ciento en esas zonas”, subrayó.
En este sentido, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) recuerda que el sector agrícola ya está padeciendo su vulnerabilidad ante el cambio climático. Según recogió en su estudio 'Costa Rica: Efectos del cambio climático sobre la agricultura' publicado en 2010, "el huracán Mitch que azotó a Costa Rica en 1998, sumado a sucesivas sequías, han provocado daños al sector agropecuario de este país de alrededor de los 100 millones de dólares".
Jenkins lo sabe de buena mano ya que también es el presidente de una de las mayores azucareras del país, El Viejo. Con una producción anual de 100.000 toneladas de azúcar, que representa el 22,2 % de la producción nacional, cuenta con una plantilla de 450 empleados que se duplica durante el periodo de la cosecha.
El presidente de El Viejo visitó Alemania esta semana para firmar un préstamo con el banco DEG, situado en Colonia. Esta entidad bancaria ya otorgó un crédito de 12 millones de dólares a LAICA en 2009 para el desarrollo e investigación de enfermedades y plagas, así como para un centro de distribución. En el caso de la azucarera, la financiación, de 15 millones de dólares a 8 años, permitirá la compra de maquinaria agrícola así como la expansión y modernización del ingenio. Igualmente, se incrementará en 1.300 hectáreas el área de siembra la caña de azúcar.
La visita también sirvió para establecer relaciones con la empresa alemana Südzucker, con sede en Mannheim. “Distribuyen 15.000 toneladas y esperamos para el año que viene poderles vender una gran cantidad”, dijo el presidente de El Viejo.
Contribución al medio ambiente y a la sociedad
El préstamo incluye otros beneficios como el apoyo del banco en programas de ayuda social y de mejora de la eficiencia energética del uso del vapor así como del agua, que ha pasado de 2,5 litros por hectárea a 1,17 litros gracias a sistemas de riego “gota a gota” o por aspersión.
La empresa, declarada carbono neutral, contribuye con la generación de las energías renovables, que hacen de Costa Rica un referente a nivel mundial, a partir del bagazo de la caña de azúcar. “De diciembre a abril vendimos la zafra pasada 50 millones de kilowatt-hora a la compañía de distribución de energía. Además estamos en el proceso de instalar una pequeña central de generación solar con una potencia de 500 kW y para una generación anual de cerca de 2 millones de kilowatt-hora”, explicó Jenkins.
Igualmente al estar ubicada “en uno de los lugares de mayor desempleo y pobreza del país”, desarrolla proyectos sociales que pretenden dotar de vivienda digna a los trabajadores y terminar con otra de las problemáticas del país. “En Costa Rica, el 99,3 por ciento de la población tiene acceso a la electricidad pero no al agua potable”, lamentó.
Diez peligros del azúcar
El creciente consumo de azúcar tiene graves consecuencias. La OMS alerta de una “epidemia mundial” y prevé un aumento drástico de la obesidad y la diabetes. Le damos 10 razones por las que el azúcar daña su salud.
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El azúcar engorda
El azúcar se absorbe rápidamente en forma de glucosa y aporta energía de inmediato. Si ésta no se consume en el momento, el cuerpo la almacena transformándola en grasa. Por otro lado, la fructosa, presente en vegetales y frutas, se metaboliza y se guarda en el hígado. Una dieta rica en fructosa puede producir un hígado graso y resistencia a la insulina, lo que puede ocasionar diabetes de tipo II.
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El azúcar influye en nuestro ánimo
En pequeñas cantidades, el azúcar ayuda a liberar serotonina, que nos proporciona una sensación de bienestar generalizada. Sin embargo, un consumo excesivo puede originar depresiones y ansiedad. Los cambios súbitos de los niveles de azúcar en la sangre pueden provocar irritabilidad, cambios de humor y nerviosismo.
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El azúcar acelera el envejecimiento
La culpable es la glicación, un proceso derivado de una alimentación inadecuada rica en azúcares. El exceso de glucosa no encuentra vehículos que los transporten a las células y se termina uniendo a proteínas como el colágeno. En consecuencia, las fibras de colágeno se tensan y la piel pierde elasticidad. Los desechos no se eliminan y la piel se vuelve flácida y vulnerable a los años.
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El azúcar destruye la flora intestinal
Una flora intestinal sana favorece la digestión y protege el aparato digestivo de bacterias dañinas. Un elevado consumo de azúcar fomenta la reproducción de los hongos y parásitos que habitan en nuestro intestino. Sobre todo la de la cándida, un hongo en forma de levadura que en grandes cantidades provoca muchas infecciones. El azúcar también ocasiona flatulencia, estreñimiento y diarrea.
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El azúcar es adictivo
El cerebro de los obesos reacciona al azúcar de una manera similar al alcohol u otras sustancias adictivas, pues libera dopamina en grandes cantidades. Compruébelo usted mismo: durante diez días retire el azúcar de su dieta. Si al segundo día ya siente dolor de cabeza, irritabilidad y su cuerpo le pide algo dulce, está experimentando síntomas de abstinencia.
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El azúcar aumenta la agresividad
Las personas que consumen gran cantidad de azúcar tienen mayor tendencia a la agresividad. También es sabido que el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) en niños está muy influenciado por el azúcar. Cuanto más consumen peor se concentran, más nerviosos están y más les cuesta permanecer sentados durante mucho tiempo. Se aconseja que los niños en edad escolar eviten el azúcar.
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El azúcar debilita el sistema inmunológico
Un abuso de azúcar puede inhibir el sistema inmunológico y debilitar las defensas contra enfermedades infecciosas. Poco después de su consumo, el sistema inmunológico se debilita en un 40%. El azúcar roba la vitamina C que necesitan los glóbulos blancos para combatir los virus y las bacterias. Además crea una tendencia a las inflamaciones, que, a su vez, pueden desencadenar muchas enfermedades.
Imagen: picture-alliance/dpa
El azúcar favorece la aparición de Alzheimer
Muchos estudios han demostrado que un consumo excesivo de azúcar aumenta el riesgo de padecer Alzheimer. En un informe de 2013 se probó que la resistencia a la insulina y los valores altos de azúcar en la sangre (dos síntomas claros de diabetes) también están relacionados con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
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El azúcar aumenta el riesgo de padecer cáncer
Las células cancerígenas se alimentan de azúcar. Un equipo de científicos de la Harvard Medical School investiga el papel del azúcar en la aparición de células cancerígenas. Ellos defienden que, en muchos casos, el cáncer sólo puede aparecer con un elevado consumo de azúcar. Aunque todavía no está demostrado, se recomienda, también a las personas delgadas, consumir el mínimo de azúcar posible.
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El azúcar te vuelve tonto
Un elevado consumo de azúcar puede dañar la memoria. Un estudio de la Clínica Charité de Berlín probó que las personas con el azúcar muy alto tienen un hipocampo más pequeño. Esta región del cerebro es muy importante para la memoria a largo plazo. Los sujetos de este estudio demostraron en las pruebas una peor memoria que aquellos con al azúcar bajo.