Paracetamol y autismo: por qué la ciencia contradice a Trump
23 de septiembre de 2025
Las preguntas complejas suelen tener respuestas igualmente complejas, como ocurre con las causas del autismo. Aunque los expertos llevan décadas debatiendo este tema, ahora el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asegura haber resuelto el misterio.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de los Estados Unidos puso en marcha una "campaña masiva de pruebas e investigación" para determinar "qué ha causado la epidemia de autismo" antes de septiembre, según declaró, en abril, el secretario del HHS, Robert F. Kennedy Jr.
El número de personas diagnosticadas con autismo en Estados Unidos ha ido aumentando durante décadas. Aproximadamente uno de cada 36 niños fue identificado con un trastorno del espectro autista en 2020. Esto supone un aumento con respecto a uno de cada 150 niños en 2000, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
En el funeral del activista de derecha Charlie Kirk, asesinado a tiros el 10 de septiembre, Trump adelantó un anuncio "sorprendente". "Creo que hemos encontrado la respuesta al autismo", afirmó. Y, en un comunicado de la Casa Blanca, el lunes (22.09.2025), el presidente culpó al analgésico Tylenol de las altas tasas del trastorno.
"Tomar Tylenol no es bueno, lo digo claramente: no es bueno", afirmó Trump. Tanto él como el secretario de Salud, Kennedy, afirmaron que aconsejaban a las mujeres embarazadas que no tomaran Tylenol, y que también recomendarían lo mismo a los médicos.
Según el Gobierno de Estados Unidos, las personas que toman Tylenol durante el embarazo tienen un riesgo significativamente mayor de dar a luz a un niño con trastorno del espectro autista. El Tylenol se vende sin receta en Estados Unidos. Su principio activo, el acetaminofén, también conocido como paracetamol.
¿El Tylenol causa autismo?
Durante el embarazo, el uso de analgésicos se considera generalmente un riesgo, pero los trastornos del desarrollo neurológico, incluido el autismo, están relacionados con riesgos poligénicos, explica Christine M. Freitag, directora del Departamento de Psiquiatría Infantil y Adolescente, Psicosomática y Psicoterapia del Hospital Universitario de Fráncfort. Esto significa que dichos trastornos no pueden atribuirse a un gen en particular, ni a un solo ingrediente activo de medicamentos.
Desde una perspectiva científica, responsabilizar a un ingrediente activo del autismo no es sostenible, y los estudios realizados no han demostrado un efecto causal, solo un aumento mínimo del riesgo, añade la especialista.
Es probable que intervengan entre cientos y miles de variantes genéticas, por lo que las personas portadoras de una sola de ellas tienen un riesgo mínimo de desarrollar autismo. Solo cuando estas variantes se acumulan, el riesgo aumenta.
Autismo: causas y diagnóstico
Tal y como se describe en los textos médicos, el trastorno del espectro autista surge de alteraciones en el desarrollo del cerebro durante los primeros años de vida. Las investigaciones han demostrado que, en las personas con autismo, puede haber una amplia gama de cambios en el funcionamiento de dicho órgano.
Los científicos están "muy seguros de que existe una base genética", afirma Geoff Bird, neurocientífico cognitivo experto en autismo de la Universidad de Oxford y la University College de Londres. Alrededor del 80 por ciento de los casos de autismo pueden estar relacionados con mutaciones genéticas hereditarias.
Se ha descubierto que los cambios en genes como el MECP2 alteran el desarrollo del cerebro, pero no hay pruebas claras de que cambios específicos estén directamente relacionados con el autismo.
Por otro lado, la idea de que las vacunas causan autismo ha sido refutada por la ciencia en repetidas ocasiones. En las últimas dos décadas, numerosos estudios rigurosos se han llevado a cabo y ninguno ha demostrado que exista una relación entre el autismo y las vacunas administradas durante el embarazo o después del nacimiento.
El aumento en los diagnósticos de autismo se debe, principalmente, a los cambios en las definiciones clínicas y sociales desde su primera descripción hace 80 años. Hoy en día, también se diagnostican casos más sutiles, explica Bird.
Escepticismo en la comunidad autista
Los defensores de la comunidad autista recibieron con escepticismo el anuncio del secretario del HHS. La Sociedad Nacional del Autismo del Reino Unido calificó la afirmación de Kennedy como "una maniobra publicitaria de noticias falsas".
"Estamos consternados por la forma insensible y anticientífica en que Trump y RFK Jr. hablan de las personas autistas", declaró en abril Tim Nicholls, subdirector de política, investigación y estrategia del organismo, con sede en Reino Unido. "¿No sería mejor que destinaran sus enormes recursos financieros a mejorar la vida de las personas autistas y sus familias, y a mejorar la comprensión del autismo por parte de la sociedad?".
(jm/cp)