Paraguay: sector naviero golpeado por falta de lluvias
16 de enero de 2022
"Todo el curso del río Paraguay está bajo", dijo Carlos Muñoz, director del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos.
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La sequía, las altas temperaturas y la extraordinaria bajante de los ríos Paraguay y Paraná hacen prever cuantiosas pérdidas económicas en 2022 en Paraguay, de por sí golpeado por los efectos de la pandemia, advirtió este sábado (15.01.2022) el sector de la empresa naviera.
"Parece que este año será peor que 2021, que fue peor que el anterior (2020). Todo el curso del río Paraguay está bajo. Se nos cayó todo con este escenario (de la sequía)", dijo a la prensa Carlos Muñoz, director del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos.
La prolongada bajante pone en riesgo la navegabilidad de los aproximadamente 3.000 barcos y barcazas que circulan por los ríos Paraguay y Paraná con destino a los puertos sobre el Río de la Plata, según el empresario.
Paraguay es un importante exportador de materias primas agrícolas. En 2021, vendió 6,1 millones de toneladas de granos de soja y 2,5 millones de toneladas de maíz, según la Cámara de Exportadores de Cereales y Oleaginosas. El 85% del comercio exterior depende de la navegación fluvial.
Según la Dirección de Meteorología, los niveles del río Paraguay se encuentran en condiciones críticas desde la cuenca media hacia el sur.
"Tradicionalmente esta condición climática (la sequía) dura una temporada o unos cuantos meses. Ahora estamos hablando ya de tres años, desde julio de 2019. Ni dragando se puede solucionar la falta de agua", se lamentó Muñoz.
Meteorología advirtió que la ola de calor extremo, con cerca de 40 grados centígrados, continuará hasta mediados de la próxima semana. Solo se prevén precipitaciones ocasionales de escasa duración.
ama (afp, aire digital)
De cómo el cambio climático está cambiando nuestra comida
¿Papas fritas arrugadas o mejor una manzana golpeada por el granizo? La sequía, las tormentas y los inviernos cálidos están afectando también nuestros alimentos.
Imagen: picture-alliance/imageBROKER/M. Szönyi
El primer año sin “vino de hielo”
Los amantes de este tipo de vino no tienen suerte este año. No se produjo ni una sola botella de vino de hielo porque en este invierno no ha habido heladas. La temperatura debe bajar a -7 grados centígrados, al menos una vez, para que el vinicultor pueda cosechar las uvas. Esto no ha sucedido en los últimos meses.
Imagen: picture-alliance/imageBROKER/M. Szönyi
Las altas temperaturas no dejan crecer las papas
A ello se debe que las papas fritas este año son más pequeñas que las del pasado. Tras meses de sequía, los agricultores se quejan de pérdidas de hasta el 40 por ciento de las cosechas. Los cultivadores de papas son de los más afectados. La continua sequía hizo que los tubérculos dejaran de crecer demasiado pronto.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Huguen
Gracias al calor, ahora se cultiva jengibre en Europa
El jengibre que se compra en los supermercados europeos suele venir de lejos, ya que se cultiva en Asia y América del Sur. Pero desde hace dos años el jengibre también se cosecha en Austria. Gracias al calentamiento global, ahora es posible cultivar jengibre aquí mismo.
Imagen: Imago Images/Rüdiger Wölk
Leche de “vacas flotantes”
¿Vacas en el mar? En la ciudad portuaria holandesa de Rotterdam está la primera granja flotante del mundo. ¿Pero por qué las vacas tienen que ir al agua?
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La granja del futuro
La intención de los creadores de las granjas flotantes es tener la capacidad de producir suficientes alimentos, en caso de inundación. Unas 40 vacas viven en dicha granja flotante. Su leche se vende directamente a los restaurantes y cafés de los alrededores. Esto ahorra largas rutas de transporte.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Corder
Frutas aseguradas
Cada vez más agricultores sufren mayores pérdidas. Los daños causados por el granizo afectan los cultivos de frutas y verduras. Productos que el comercio no quiere porque se ven golpeados, aunque no hayan perdido su sabor. Como los fenómenos meteorológicos son cada vez más impredecibles, cada vez más agricultores aseguran ahora sus cosechas contra los daños causados por el granizo. (mk/jov)