La uruguaya María Noel Sciuto y el argentino Cristian Sosa fueron consagrados en el mítico estadio Luna Park porteño campeones mundiales del tango escenario, el estilo que convierte a la música ciudadana en un show de cortes y quebradas, saltos, firuletes y piruetas.

Un día antes, una pareja argentina integrada por Facundo de la Cruz y Paola Sanz fue premiada en la categoría de tango salón, donde prima el abrazo y toda la sensualidad del 2x4. Ambas parejas ganadoras recibieron un premio de 40.000 pesos (unos 8.600 dólares), un viaje a Francia y una gira por Japón, después de competir con cerca de 500 dúos llegados de los más diversos puntos del mundo, como por ejemplo Colombia, Rusia, Alemania y Japón. La gala de cierre contó además con la presentación de la bailarina argentina María Nieves junto a los ganadores de las anteriores ediciones del Mundial, y un homenaje a Piazzolla interpretado por su hijo y su nieto, Daniel y Pipi Piazzolla.

“Autenticidad del tango”

El Tango Buenos Aires Festival y Mundial cerró con un nuevo récord de espectadores, más de 500.000 según las estimaciones oficiales, tras dos semanas de actividades, espectáculos, conciertos, milongas y exposiciones que cruzaron la música tradicional con las nuevas tendencias. El secreto del evento es "tener siempre presente el clima festivo, tiene que ser una fiesta popular, apelar siempre a lo genuino y auténtico", reveló el director artístico del encuentro, Gustavo Mozzi.

"Esa condición de autenticidad es también lo que resulta atractivo para los extranjeros, porque vienen a Buenos Aires y se encuentran con la escena actual y con los grandes referentes. El festival es la contracara de lo 'for export', es un reflejo de la escena contemporánea del tango", señaló Mozzi. "Trato de que no falten los grandes maestros porque son homenajeados, personajes que merecen nuestra gratitud, y por otro lado hay orquestas como las de Atilio Stampone, o Leopoldo Federico, o bailarines como Juan Carlos Copes que son creadores de un estilo, pero también está bien que el festival tenga ingredientes que rompan con este estilo", explicó.

Así tuvieron su lugar el tango electrónico y los cruces del 2x4 con otras vertientes de la música, además de obras de jóvenes letristas y compositores. Uno de los ejes del festival fue la obra de Piazzolla, al cumplirse en julio los 20 años de su muerte. También "Los dorados veinte", un capítulo dedicado a los jóvenes tangueros Sub-25. El Teatro Colón se lució en tanto como uno de los escenarios de la nueva producción del tango.

Fuente: dpa

Editora: Cristina Papaleo