Parlamento alemán aprueba presupuesto con déficit cero
29 de noviembre de 2014 Luego de duros debates entre los sectores políticos alemanes, este viernes (28.11.2014) el Parlamento aprobó los presupuestos estatales de la principal potencia de la zona euro para 2015, los que por primera vez desde 1969 no crearán nueva deuda. La propuesta del gobierno contó con el apoyo de 474 votos (de parlamentarios de la gran coalición cristianodemócrata-socialdemócrata), mientras que 113 parlamentarios rechazaron la idea.
Pese a las críticas, que demandan de Alemania mayor inversión, a partir de ahora el país gastará tanto como ingrese a las arcas fiscales. El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, justificó la decisión diciendo que como la sociedad germana es cada vez mayor, no es justo cargar con nuevas deudas a las generaciones venideras. “El objetivo de déficit cero es un éxito, pero, sobre todo, un compromiso de cara al futuro”, apuntó.
Para asegurar el equilibrio presupuestario, el gasto en 2015 sólo deberá crecer un uno por ciento, hasta los 299.100 millones de euros. Después se eliminará este recato. En 2016 aumentará un 3,7 por ciento y en los dos siguientes un tres y un 2,9 por ciento hasta los 329.300 millones de euros en 2018, siempre y cuando la coyuntura económica transcurra según lo previsto.
Críticas varias
Políticos de la oposición y prestigiosos economistas criticaron el rumbo del gobierno alemán y reclamaron más inversiones para hacer frente a las deficitarias infraestructuras en el país y potenciar la economía. También desde el extranjero, el gobierno de gran coalición de Angela Merkel tuvo que aguantar un gran número de críticas que solicitaban un mayor gasto para poder impulsar la debilitada coyuntura económica en la eurozona.
Pero estas críticas no amilanaron ni a Merkel ni a Schäuble, que insistieron en la necesidad de que Alemania dé ejemplo con un presupuesto equilibrado para presentarse como un ancla de estabilidad. Asimismo, el ministro de Finanzas recordó la elevada deuda pública del país, que se sitúa en el 75 por ciento del producto interno bruto (PIB), lejos aún del 60 por ciento que marcan los criterios del Tratado de Maastricht. El presupuesto federal contempla gastos por valor de 299.100 millones de euros e inversiones por 26.453 millones de euros.
DZC (dpa, EFE)