Parlamento turco aprueba cambios a la Constitución
16 de enero de 2017
El Parlamento aprobó los dos últimos artículos de la reforma constitucional que creará un régimen presidencialista. Aún falta una segunda votación y un referéndum.
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El anunciado cambio en el sistema político que gobierna Turquía y que fue impulsado por el actual presidente de ese país, Recep Tayyip Erdogan, está a punto de convertirse en realidad. Lo que convertiría al país en un régimen presidencialista.
Tras una semana de debate, el gobernante partido de Justicia y Desarrollo (AKP) logró superar la necesaria mayoría de tres quintas partes (330 de 550 escaños) para seguir con el proceso de cambio en la Constitución.
A partir del miércoles (18.01.2017), la Cámara debatirá los cambios constitucionales nuevamente y los someterá a un voto general y si éste vuelve a superar la mayoría necesaria, el presidente Erdogan, podrá convocar un referéndum, que podría celebrarse entre el 26 de marzo y el 16 de abril del presente año.
Los dos últimos artículos fueron adoptados hoy con 342 y 344 votos, respectivamente, gracias a la mayoría que tienen el AKP (317 escaños) y el MHP (39). El AKP, partido gobernante y con mayoría en el Congreso, pretende con esta reforma entregarle al presidente del país amplios poderes ejecutivos, algo que es rechazado por el Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el pro-kurdo Partido Democrático del Pueblo (HDP), pues temen que Turquía se convierta en un país dominado por un solo hombre y por un solo partido.
Según la prensa turca, la segunda lectura de las enmiendas se celebrará a partir del miércoles que viene, con el plan de adoptar seis artículos por día, con lo que el sábado, 21 de enero, se realizaría el voto final de todo el paquete de enmiendas.
Con este cambio constitucional el presidente podrá gobernar por decreto, sin que sus decisiones pasen por el Parlamento. Si la enmienda supera el proceso parlamentario y es luego aprobada en referéndum popular, el presidente podrá nombrar y destituir a vicepresidentes, ministros y funcionarios de alto rango. También podrá devolver las leyes al Parlamento de Ankara para ser reconsideradas o enviarlas al Tribunal Constitucional para que puedan ser anuladas.
Además, el presidente tendrá, tras la reforma, además potestad para nombrar a 12 de los 15 miembros de esa corte. Otra novedad de la enmienda constitucional es que el presidente turco, elegido por un mandato de cinco años, podrá seguir perteneciendo e incluso liderando un partido político.
MN (efe, ap)
La nueva Turquía
El 7 de agosto se organizaron concentraciones multitudinarias en ochenta ciudades turcas para condenar el fallido golpe contra el Gobierno; un punto y aparte en el proceso de exacerbación del culto en torno a Erdogan.
Imagen: DW/D. Cupolo
¡A la calle!
Durante la intentona golpista del 15 de julio, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, instó a sus simpatizantes a impedir que los militares derrocaran al partido gobernante, el AKP. El mandatario ha atribuido su permanencia en el poder a quienes salieron a apoyarlo en las calles, y, a lo largo de las últimas tres semanas, ha convocado a vigilias nocturnas para defender la democracia.
Imagen: DW/D. Cupolo
Un aire de reivindicación
El 7 de agosto se organizaron las últimas concentraciones: dos millones de personas se manifestaron en Estambul y 10.000 en Ankara. En otras 78 ciudades, los seguidores del AKP –el primer partido de tendencia islamista en sobrevivir a un golpe– celebraron lo que a sus ojos es un triunfo sobre los cíclicos proyectos de derrocamiento y sobre una Constitución secular.
Imagen: DW/D. Cupolo
Optimismo de cara al futuro
En el discurso que ofreció en Estambul, el presidente prometió “reconstruir a Turquía desde cero”. Lale Alici (que no aparece en la imagen), una agente de bienes raíces asentada en Ankara, ha asistido a todas las concentraciones pro-Erdogan. A su juicio, “el desarrollo de Turquía se acelerará cuando culmine la purga oficial porque los infiltrados ya no serán una carga para el país”.
Imagen: DW/D. Cupolo
“Seremos una potencia”
Atalay no aparece en la foto y no quiso dar su nombre completo a pesar de que su declaración no lo compromete a los ojos del Estado. Al contrario: “Erdogan le está diciendo al resto del mundo que estamos aquí y que seremos una potencia. Y aunque no le guste, tendrá que aceptarlo. El mundo va más allá del G7”, dijo el diseñador de interiores.
Imagen: DW/D. Cupolo
La exclusión del HDP
Aunque la concentración de Estambul fue descrita como un acto en defensa de la democracia, la participación del pro-kurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) fue prohibida. “Como kurdo, yo no puedo asistir a esas manifestaciones porque no me siento seguro”, señaló Havva Ozcan (quien no aparece en la foto), codirector de Tuhad-Fed, una organización que defiende los derechos de los presos.
Imagen: DW/D. Cupolo
“Socialismo temporal”
Según Ozcan, las concentraciones pro-Erdogan recibieron respaldo integral del Gobierno, mientras que otras manifestaciones han sido prohibidas. Los seguidores del AKP tuvieron acceso gratuito a agua y alimentos. De hecho, para estimular las movilizaciones, también el sistema de transporte público ha sido gratuito en Ankara y Estambul. “Esta es una suerte de socialismo temporal”, sostiene Ozcan.
Imagen: DW/D. Cupolo
El auge de las redes sociales
Las redes sociales, bloqueadas durante las emergencias nacionales, han tenido un auge desde el golpe. La alocución de Erdogan via FaceTime fue memorable –y le fue políticamente útil–, pero ahora circulan hasta videos de Periscope que muestran episodios de violencia policial. Para la oposición, el Gobierno apenas tolera la actividad en las redes sociales porque le conviene en este instante.
Imagen: DW/D. Cupolo
Lo que está en juego...
La actividad comercial se ha reducido. Algunos bares en el centro de Ankara han tenido menos clientes desde que empezaron las concentraciones pro-Erdogan. “Los negocios han sufrido, desde luego. Pero lo que está en juego va más allá del dinero”, admite Can, propietario de una taberna en Kizilay. “Estas manifestaciones son un indicio de que pronto vendrán cosas peores”.
Imagen: DW/D. Cupolo
“Un entrenamiento”
Algunos perciben las concentraciones como una manera de consolidar la base de apoyo del AKP. Mohammed, un refugiado sirio que fue testigo del último golpe en Egipto y ahora vive en Turquía, dijo creer que las manifestaciones pro-Erdogan eran “un entrenamiento” para sus seguidores y que el presidente no tardaría en pedirles que se organicen contra grupos que su Gobierno desaprueba.
Imagen: DW/D. Cupolo
Rebautizando espacios públicos
Desde la plaza Kizilay de Ankara (la foto la muestra después del golpe fallido) hasta el puente sobre el Bósforo en Estambul, lugares prominentes a todo lo largo y ancho de Turquía están siendo rebautizados para honrar a quienes perdieron la vida durante la intentona. Ahora, quienes crucen del lado europeo de Estambul hacia el lado asiático lo harán transitado el puente “Mártires del 15 de julio”.