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Parlamento yemení llama a reunión de urgencia

24 de enero de 2015

Tras la dimisión del presidente yemení y todo su gabinete, debido a una escalada del conflicto con los rebeldes hutíes, el Parlamento llamó a debatir sobre el vacío de poder en una sesión de urgencia este domingo.

Una decena de defensores del Ejecutivo se manifestaron con pancartas con frases como "No al golpe" y "No a la milicia".
Una decena de defensores del Ejecutivo se manifestaron con pancartas con frases como "No al golpe" y "No a la milicia".Imagen: Reuters/Abdullah

El gabinete yemení, en principio aceptado por los hutíes, había asumido en noviembre pasado y tenía previsto iniciar un proceso de reconciliación en el país. Sin embargo, a pesar de que el miércoles (21.01.2015) había entrado en vigencia un acuerdo sobre el fin de la violencia, combatientes hutíes armados seguían cercando este viernes (23.01.2015) el palacio presidencial y la residencia del jefe de Estado, Abdo Rabu Mansur Hadi. Además, según la ministra de Información saliente, mantuvieron prisionero por sexto día consecutivo a Ahmed Awad ben Mubarak, jefe de gabinete del expresidente y secretario general del diálogo nacional sobre la transición política.

Poco antes de las renuncias del presidente y el primer ministro, Jaled Bahah, este jueves, había llegado a Saná el mediador especial de la ONU, Yamal Benomar, para abogar por un diálogo nacional entre los insurgentes chiitas, la dirigencia sunita y otras fuerzas políticas y hallar una salida a la crisis. Este viernes, la ONU pidió a todas las partes del conflicto en Yemen que cooperen con su enviado especial, quien se reunió con el presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, y el primer ministro, Jaled Bahah, así como con representantes de los rebeldes hutíes, para intentar una mediación en el conflicto.

Los rebeldes, que controlan Saná desde septiembre, quieren asegurarse un espacio mayor de influencia en Yemen. Hasta ahora controlan 14 de las 21 provincias y entre sus conquistas está Hudaida, el segundo mayor puerto del país. Los insurgentes favorecen una división norte-sur del territorio nacional semejante a la que existía antes de 1990. El renunciante presidente Hadi, en cambio, quiere un estado federal dividido en seis regiones, tal como pretendía establecer la nueva Constitución. Además de este conflicto, Yemen se enfrenta a una serie de ataques de la red terrorista Al Qaeda, sunita, y a un movimiento secesionista en el sur.

Reacciones

En varias ciudades y regiones del país, la población salió este viernes a las calles para manifestarse a favor y en contra el "golpe" de los rebeldes chiitas. Cerca de 20.000 simpatizantes de los hutíes se manifestaron en Saná para mostrar su apoyo al grupo rebelde. Los asistentes marcharon por la carretera que conduce al aeropuerto, en el norte de la capital, portando armas, en su mayoría fusiles kalashnikov, mientras que helicópteros militares sobrevolaban la manifestación.

Durante la protesta, los participantes entonaron eslóganes como "Libertad para Saná y libertad para Adén", en referencia, respectivamente, a la capital yemení y a la segunda ciudad más importante del país, en el sur, donde está el principal puerto. En las manos portaban retratos del líder del movimiento, Abdelmalek al Huti y pancartas con el lema del grupo "Dios es grande, muerte a América, muerte a Israel, maldición a los judíos y la victoria del islam". Los seguidores del movimiento, también conocido como Ansar Alá (Seguidores de Alá), respondieron así a un llamamiento realizado ayer por el grupo en el que se instó a la población a "salir con ímpetu para demostrar la presencia de medidas a favor de los revolucionarios".

El poder de convocatoria de los hutíes en Saná fue mucho mayor que el de los defensores del Ejecutivo, que solo pudieron concentrar a una decena de personas con pancartas con frases como "No al golpe" y "No a la milicia", en referencia a los rebeldes chiíes.

El Departamento de Estado norteamericano anunció el retiro de su personal de la embajada en la capital yemení, aunque sigue trabajando una misión diplomática, informó la televisora CNN, citando a un portavoz. En tanto, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, instó a los hutíes a detener la violencia. "La responsabilidad es de aquellos que en las últimas semanas intentaron una y otra vez imponer reivindicaciones políticas por la fuerza", dijo el funcionario alemán, según una portavoz.

Por su parte, la organización de ayuda humanitaria Oxfam advirtió de una catástrofe humanitaria. "A menos que se haga algo pronto contra la crisis actual en Yemen, esta situación de peligro puede transformarse en una amenaza mortal". Según Oxfam, más de la mitad de los 26 millones de habitantes necesitan asistencia: Unas diez millones de personas no tienen suficiente alimento y 850.000 niños están desnutridos. Y millones de personas tampoco tienen acceso al agua potable o atención de salud primaria en Yemen.

RML (dpa, efe, medios)

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