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Partículas en la vastedad pampeana: el Observatorio Pierre Auger

22 de marzo de 2010

De pequeñas partículas energéticas hasta galaxias enormes: no hay límites en el congreso anual de la Asociedad Física Alemana. También se presentó un proyecto único, el Observatorio Pierre Auger en la pampa argentina.

Panorámica de la pampa argentina.Imagen: AP

La semana pasada, en la Universidad de Bonn, pequeñas partículas energéticas recibieron especial atención. Del 15 al 19 de marzo de 2010, en el marco del congreso anual de la Sociedad Física Alemana, alrededor de 2.000 científicos se ocuparon de los desarrollos recientes en el mundo de esa disciplina científica.

El congreso con el título “Pequeñas partículas energéticas, materias oscuras y mundos lejanos” abarcó un amplio espectro temático: del desarrollo actual en el area de la física de partículas, pasando por los resultados recientes de la investigación energética, hasta el control de armamento.

Entre muchas otras conferencias especializadas – el programa abarcó más de 350 páginas -, el congreso de la más grande y antigua sociedad física en el mundo ofrece también una exposición sobre un experimento grande internacional: el observatorio Pierre Auger. Inaugurado en 2005, es la instalación más grande en el mundo para la medición de rayos cósmicos de energías superiores.

Los detectores de 3000 metros cuadrados se encuentran, muy aislados, en la pampa argentina, en la provincia de Mendoza. Con su ayuda, un equipo internacional de científicos espera poder solucionar una de los grandes acertijos de la física: el movimiento de partículas cosmícas energéticas de alta energía. Dentro de poco será instalado el observatorio norte en Colorado, Estados Unidos. Así se podrá observar el cielo completo.

Poco llamativo pero eficiente: un detector del observatorio Pierre Auger.Imagen: Karlsruher Institut für Technologie

El observatorio Pierre Auger

La Dra. Rodica Tcaciuc es una de las científicas que siguen la pista del movimiento de las partículas energéticas: desde 2006, la física de la Universidad de Siegen se dedica a la toma y al análisis de los datos registrados en el observatorio.

La investigadora explica a Deutsche Welle: "Queremos entender qué tipo de partículas son: ¿de dónde vienen?, ¿quién acelera estas partículas a energías tan altas?"

Aparte de Rodica Tcaciuc, casi 500 investigadoras y investigadores provenientes de 18 países se preocupan por estas preguntas en el sitio mismo del observatorio. Científicos de Argentina, Brasil, México, EE.UU. y varios países europeos, pero también de Japón y de Vietnam, intentan entender el movimiento de las partículas con ayuda de la técnica híbrida para el registro de cascadas atmosféricas extensas de alta energía.

Además de los detectores, los físicos también usan telescopios ópticos . El método simultáneo reduce la posibilidad de incertidumbres.

El proyecto arroja ya sus primeros resultados. Desde la fase de instalación del observatorio, en 2004, se hace constar datos estables allá; desde 2008 el detector está instalado completamente. Rodica Tcaciuc se muestra satisfecha: "Estamos en el 2010 ahora, quiere decir que hemos tenido datos y resultados muy buenos desde hace seis años", explica con orgullo.

Ciencia y vida en el interior pampeano

Los científicos del observatorio Pierre Auger trabajan en la soledad: alrededor del observatorio sólo se encuentra la vastedad seca de la pampa argentina. No es casualidad que el observatorio fuera construido allá: esta región fue elegida precisamente por las superficies extensas y su situación apartada de la civilización, explica Rodica Tcaciuc: "En Europa hay muchas ciudades muy grandes, el consumo de electricidad es muy alto y por eso hay demasiada luz. En Europa la noche ya no es una verdadera noche." Para el uso de telescopios de fluorescencia se necesitaría una oscuridad absoluta.

Alrededor del observatorio se encuentra la pampa argentina.Imagen: Karlsruher Institut für Technologie

La central de los investigadores está en Malargüe, una ciudad pequeña de sólo 30.000 habitantes. La mayor parte de los trabajos se pueden realizar desde allí. Pero para llegar a los telescopios, necesitan recorrer una distancia más larga, casi un medio día de viaje. Hasta la próxima ciudad más grande hay que recorrer tres horas en autobús – una distancia notable, por lo menos para las dimensiones a las que están acostumbrados los europeos.

Sin embargo, Rodica Tcaciuc no pone en duda vivir e investigar en el interior pampeano: "Los caminos no son buenos, siempre se necesita un transporte especial. Pero para nosotros, es el lugar ideal", dice sonriendo.

Autoras: Simone Dohms / Lisa Rauschenberger

Editor: Enrique López

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