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El dilema electoral de la oposición venezolana

11 de septiembre de 2020

La división de la oposición venezolana es uno de los temas que aborda esta semana la prensa alemana, al igual que el debate entre los pros y contras del acuerdo entre la UE y el Mercosur.

Venezuela Henrique Capriles
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Llano

El periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ) dedica un artículo al dilema de la oposición frente a las próximas elecciones parlamentarias de Venezuela: "La oposición debería dejar de ‘jugar a ser gobierno' y empezar a concentrarse en las elecciones. Mucho más claramente no podría haberse distanciado el antiguo líder opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles  de Juan Guaidó. (…) Como en años pasados, la discusión de fondo sobre la participación en las elecciones o su boicot pone al descubierto las brechas en la heterogénea alianza de numerosos partidos opositores, y provoca pugnas de poder entre los dirigentes. Guaidó consiguió por largo tiempo mantener la imagen de unidad y presentarse como líder. Pero su carisma, que le dio popularidad, se ha disipado en los últimos meses, y con él, su autoridad. Guaidó llama a mantener la unidad. Afirma que Venezuela necesita soluciones a la crisis en lugar de desunión entre los dirigentes. Pero, aparte del boicot electoral, no ha presentado hasta ahora ninguna estrategia para los comicios. ¿Qué ocurrirá tras las elecciones, cuando Maduro haya asumido -legítima o ilegítimamente- el control de la Asamblea Nacional? ¿Y qué pasará con Guaidó, cuya autoinvestida función de presidente interino se basa justamente en que es el presidente de dicha asamblea Nacional?”

Sí al acuerdo con Mercosur

En su sección económica, el mismo FAZ, de la capital bursátil alemana, publica un artículo de fondo sobre el acuerdo de la UE con el Mercosur, aún no ratificado, y plantea que un tratado imperfecto es mejor que ninguno: "Efectivamente, hay motivos de crítica. Y eso diferencia la resistencia al Mercosur de la que hubo contra el TTIP, impulsada por el sentimiento antiestadounidense y una oposición fundamental. El motivo tiene un nombre: Jair Bolsonaro. El presidente brasileño, por formularlo cautelosamente, no hace nada para frenar la tala del bosque tropical. La quema continúa. Más de 91.000 incendios ha habido este año en la región amazónica. Eso contraviene todos los esfuerzos climáticos de la UE. A los pueblos originarios se les quita su hábitat, palmo a palmo. ¿Debe la UE sellar con semejante régimen un acuerdo de libre comercio que más bien incentiva la tala de bosques porque favorece la importación de carne, soja y etanol? La respuesta es un claro sí, y no porque la industria y el comercio sean per se más importantes que la protección del clima y los derechos humanos. (…) Los tratados de comercio modernos de la UE son impensables sin un capítulo de sostenibilidad. También el acuerdo con el Mercosur tiene uno. Los opositores critican que no contempla sanciones para las transgresiones. Eso es cierto y lamentable. No obstante, otorgaría a la UE una cuña para influir en Bolsonaro y, sobre todo, a largo plazo, en la política de los países del Mercosur. Bolsonaro tampoco será presidente eternamente”.

Libre comercio peligroso

El rotativo Neues Deutschland plantea, en cambio, sobre el mismo tema: "Con la entrada en vigor del acuerdo (con el Mercosur) surgirá la mayor zona de libre comercio del mundo, con una población cercana a los 780 millones de habitantes. Pero el inicial ánimo festivo se esfuma entretanto. El acuerdo con la UE contempla el desmontaje paulatino del 90 por ciento de los aranceles actuales entre ambos bloques, al igual que mayores contingentes para el comercio agrícola. No sorprende que la confederación de la industria alemana, con marcado sello exportador,  demande una pronta firma del tratado. Pero hay más voces contrarias en la UE y también en Alemania. Organizaciones ambientalistas hacen notar desde hace tiempo las desventajas para el medio ambiente y la protección del clima. (…) También hay críticas del sector agrícola. Excepcionalmente, quienes defienden el statu quo en la agricultura nacional y las iniciativas a favor de un cambio en la política agraria están de acuerdo en que el acuerdo traerá competencia desleal de consorcios agrícolas sudamericanos y pone en peligro objetivos ecológicos de la agricultura local”.

(cp)

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