El año pasado, los Piratas alemanes salieron de la nada para hacerse con escaños en dos de los 16 Parlamentos regionales, el Sarre y Berlín. Con toda probabilidad ingresarán en los hemiciclos de Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia que se renuevan en mayo.

Cerca de 1.500 miembros del partido acudieron a la ciudad dem Neumünster, en el norte de Alemania, para votar una nueva dirigencia. Al comienzo del congreso se pronunciaron mayoritariamente en contra de extender el mandato de un año de la actual cúpula argumentando que los cambios frecuentes garantizarán el contacto directo de los dirigentes con las bases.

El Partido Pirata ha cosechado votos y simpatías con sus postulados a favor de la transparencia política y una participación directa de los ciudadanos, por ejemplo a través de la red. Sin embargo, la agrupación sigue buscando posicionarse en distintos temas y dejar atrás el papel de partido de protesta.

"Tenemos una responsabilidad inmensa porque sabemos que la sociedad cambiará de forma fundamental", dijo la gerente del partido, Marina Weisband, quien destacó al mismo tiempo que los piratas "ya han hecho historia".

El debate sobre la postura del partido hacia la ultraderecha dominó gran parte de la jornada y llevó al pleno a distanciarse de forma clara de toda tendencia neonazi. Un miembro cuestionó ante periodistas al margen de las deliberaciones la prohibición en Alemania de negar el genocidio judío durante el nacionalsocialismo, lo que llevó a que fuera interrumpido el congreso.

Posteriormente y de forma unánime, los miembros aprobaron una declaración en la que sostienen que "el Holocausto es parte indiscutible de la historia. Negarlo o relativizarlo con la excusa de la libertad de opinión contradice los principios del partido".

El tema también incidió en los preparativos para la elección de una nueva presidencia. Un miembro que según los medios se había opuesto a que la negación del Holocausto siga siendo delito en Alemania no apareció más en la lista de candidatos.

Otro que antes había hablado despectivamente del "judaísmo internacional" vio cómo una parte de los presentes abandonaba en protesta el recinto cuando se disponía a presentarse para la elección.

dpa

Editor: José Ospina-Valencia