Gran coalición de Merkel aborda crisis de refugiados
31 de octubre de 2015
La CSU bávara aspira a que se establezcan las llamadas zonas de tránsito junto a la frontera, y pretende que se restrinjan las posibilidades de reagrupamiento familiar para evitar nueva oleada de peticionarios de asilo.
Publicidad
Las cúpulas de los partidos integrantes de la gran coalición de la canciller alemana, Angela Merkel, se reunieron hoy (31.10.2015) por separado en busca de soluciones ante la llegada incesante de refugiados al país, cuestión que ha abierto grietas en el Gobierno de Berlín.
A las reuniones internas en la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) seguirá esta noche un encuentro entre la canciller y el líder bávaro, Horst Seehofer.
Para mañana se prevé otra reunión de crisis entre ambos jefes de las formaciones conservadoras, más el del SPD, el vicecanciller y ministro de Economía Sigmar Gabriel. Con esta ronda, Merkel se propone aplacar las tensiones abiertas en su coalición, que esta semana subieron de tono, al plantear Seehofer en términos de ultimátum -hasta mañana, domingo- que se frene la llegada de refugiados que recibe principalmente Baviera.
La formación bávara aspira a que se establezcan las llamadas zonas de tránsito junto a la frontera, donde se examinarán los casos de los peticionarios de asilo y se retendrá a aquellos que no tengan perspectivas de ser admitidos para acelerar así su expulsión. Además, la CSU pretende que se restrinjan las posibilidades de reagrupamiento familiar para evitar nuevas oleadas de peticionarios.
El SPD considera impracticables ambas medidas, mientras que desde la CDU se buscan fórmulas de consenso satisfactorias para todas las partes.
Se cuentan por miles
La llegada de solicitantes de asilo en los últimos días a Alemania, a través de la frontera con Austria, no se ha detenido, con un flujo diario de entre 7.000 y 10.000 personas, con especial impacto en la ciudad bávara de Passau. Las autoridades alemanas y austríacas acordaron ayer limitar el paso de refugiados a cinco puntos fronterizos para intentar con ello que al menos se logre un proceso más ordenado de registro.
El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, había instado previamente a Viena a “poner orden” en los flujos de refugiados, tras denunciar que en los últimos días habían sido trasladados hasta la frontera personas sin ningún tipo de coordinación.
Alemania recibirá este año entre 800.000 y un millón de solicitantes, cuestión que supone un gran desafío político y logístico para el país, mientras los poderes locales y los “Länder” (Estados Federados) reclaman más recursos para atender a estos contingentes.
JC (EFE, dpa)
El negocio con los refugiados (29.10.2015)
Miles de refugiados atraviesan Serbia rumbo a los países occidentales de Europa. Para los comerciantes en las proximidades de los campamentos representan un negocio lucrativo. Diego Cupolo reporta desde los Balcanes.
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Conductor de autobús o coyote?
En los Balcanes, el negocio del transporte crece vertiginosamente. En la entrada del campamento de refugiados en Presevo (Serbia), el albanés Liridon Bizazli ofrece un servicio de transporte en autobús a Croacia por 35 euros. Como mesero solo gana unos ocho euros al día. Con la venta de boletos de autobús entre 50 a 70 euros.
Imagen: DW/D. Cupolo
Todos se ayudan
Pese a la ganancia que genera su negocio, Bizazli no está orgulloso de él. Asegura que a veces también transporta gratuitamente a familias con niños que no tienen dinero para pagar el pasaje. “Yo también fui un refugiado”, cuenta. “Los viajes en autobús deberían ser gratuitos. Europa da dinero a Serbia para que ayude a los refugiados, pero el Gobierno no hace nada.”
Imagen: DW/D. Cupolo
Demanda y oferta
Cada día, entre 8.000 a 10.000 refugiados arriban a Presevo. Debido a la creciente demanda, los negocios en la región han extendido sus horarios de apertura. A las tiendas de alimentos y cocinas rápidas no les faltan clientes. Los precios se han duplicado, en algunos casos hasta triplicado. “En ningún otro lugar en Serbia he visto una hamburguesa tan cara como aquí”, dice Bizazli.
Imagen: DW/D. Cupolo
Desde tarjetas SIM hasta carretillas
Aparte de comida, lo primero que los refugiados buscan en un nuevo país son tarjetas SIM para poder comunicarse con sus familias y amigos. Por ello, cerca de los campamentos de refugiados, muchos habitantes venden tarjetas telefónicas prepagadas. Pero también ofrecen otros objetos útiles, como esta carretilla para transportar a las personas débiles, como esta mujer kurda de Siria.
Imagen: DW/D. Cupolo
Vendedor de zapatos
Pese a la inminente llegada del invierno y el aumento de las lluvias, muchos refugiados continúan su camino descalzos. Stefan Cordez, coordinador para el sur de Serbia de Médicos Sin Fronteras, explica que por ello muchos sufren infecciones de la piel y se lastiman los pies. Bajo estas condiciones, la venta de calzado y calcetines es un negocio lucrativo.
Imagen: DW/D. Cupolo
Documentos de segunda mano
Los países a lo largo de la Ruta de los Balcanes deben registrar a todas las personas nuevas que arriban. Frente a algunos campamentos de refugiados las filas son kilométricas. La voluntaria Daniela Gabriel, de Presevo, cuenta que algunos conductores de autobuses recogen los documentos de las personas que han transportado a Croacia para vendérselos a las personas que no quieren hacer fila.
Imagen: DW/D. Cupolo
Falsas informaciones
En tanto, algunos taxistas y choferes de autobuses llevan a los refugiados que han pagado pasaje hasta Croacia a ciudades serbias, donde sus documentos son tramitados en oficinas de registro inexistentes, prosigue Gabriela. A fin de evitar que los refugiados sean víctimas de falsas indicaciones, reparte información al respecto en el campamento.
Imagen: DW/D. Cupolo
Robo en las autopistas
Otros ayudantes, que prefieren permanecer en el anonimato, cuentan que han sido amenazados de muerte por advertir a los refugiados de taxistas peligrosos. Alexander Travelle, voluntario de Presevo, relata que una familia fue asaltada con arma de fuego, después de haber pagado 80 euros por persona para ser transportada a Croacia.
Imagen: DW/D. Cupolo
Todos reciben su pedazo del pastel
Bizazli admite que paga cien euros de "mordida" o coima a la semana a la Policía local para poder vender sus boletos de autobús enfrente del campamento de refugiados en Presevo. “Simplemente les das lo que piden y te dejan en paz”, dice. También otros ayudantes saben de taxistas que sobornan a los agentes policiales.
Imagen: DW/D. Cupolo
Precios exagerados
Con la caída de las temperaturas, cada vez más hoteles ofrecen hospedaje a los refugiados. Sin embargo, aquellos que no pueden pagar los precios exagerados de las habitaciones son rechazados.