Pasa el tiempo e Italia sigue sin Gobierno
6 de abril de 2013 Los italianos pierden la paciencia con los políticos que dicen representar sus intereses. Y es que, cuando no es un líder el que se cruza de brazos para bloquear una salida a la crisis institucional que aflige al país desde hace más de un mes, son partidos enteros los que refutan las propuestas más razonables para solucionar el problema: Italia no tiene quién reemplace a Mario Monti en el Gobierno, porque si bien la coalición de centroizquierda de Pier Luigi Bersani ganó las elecciones, no obtuvo la mayoría en el Senado que le permitiría mandar.
Italia necesita caras nuevas
Los esfuerzos emprendidos por el presidente italiano, Girogio Napolitano, para salir de este atolladero son observados por los italianos con sentimientos encontrados. Napolitano está en contra de llamar a nuevos comicios porque es probable que se repitan los resultados de los anteriores. Para evitar ese círculo vicioso, el jefe de Estado cree necesario reformar la ley electoral. Esa convicción lo llevó a formar una comisión de expertos, integrada por diputados de todos los partidos, con miras a que se encargara de las enmiendas.
Por metódica, muchos aplauden esa moción; pero las figuras que forman ese “consejo de los diez sabios” –como lo llama Napolitano– son objeto de reproches: en la comisión no hay una sola mujer y los hombres que la componen llevan treinta años haciendo política. ¿Dónde están las caras frescas que pueden aportar respuestas innovadoras? En Italia abundan los que piensan que las caras nuevas están todas en el Movimiento Cinco Estrellas, liderado por el ex comediante Beppe Grillo.
Grillo cumple su palabra, pero…
De hecho, Bersani, quien se niega tajantemente a formar una gran coalición con la derecha comandada por Silvio Berlusconi, intentó por todos los medios ganarse el apoyo de varios parlamentarios del Movimiento Cinco Estrellas para apuntalar su Gobierno en el Senado. Pero no lo logró. Grillo, por su parte, ha cumplido su promesa de no aliarse con ninguno de los otros candidatos y eso ha terminado por dividir a sus electores: una parte del Movimiento Cinco Estrellas cree que Grillo ganaría si tuvieran lugar nuevos comicios y la otra lo duda.
“Grillo debería entrar en razón y acceder a formar una alianza”, opina Cristina Zunecci, una de sus seguidoras en Nápoles, algo decepcionada por su intransigencia. “A los italianos nos va muy mal económicamente, y los políticos lo único que hacen es pensar en sus jueguitos de poder”, acota Zunecci. Beppe Grillo no habla de reformar el país, sino de empezar una revolución; él se ha propuesto cambiar el país radicalmente por su cuenta, sin compañeros de coalición. Y esa no es una postura muy democrática, sostienen sus críticos.
¿Voto de confianza para Renzi?
Retomando el tema de las caras nuevas: en la coalición de centroizquierda de Bersani hay un personaje que empieza a ganarse la simpatía de la población. Se trata de Matteo Renzi, alcalde de Florencia y rival de Bersani, puertas adentro. Renzi ha exigido que el fracaso de Bersani a la hora de crear un Gobierno en alianza con el Movimiento Cinco Estrellas debe tener consecuencias y se ha postulado como candidato del Partido Democrático, en el caso de que lleguen a celebrarse nuevas elecciones en el futuro cercano.
“Más del 90 por ciento de los italianos tiene la sensación de que estamos perdiendo tiempo inútilmente”, ha dicho el joven político. Las encuestas más recientes le atribuyen un 36 por ciento de popularidad y eso tampoco le alcanzaría para gobernar a sus anchas. ¿Quién sería el aliado ideal de Renzi si le tocara gobernar en coalición con otro partido? ¿Estará abierto al respaldo de Berlusconi, por ejemplo? “No. Yo represento lo nuevo y Berlusconi, el pasado”, ha dicho esta “cara fresca” al ser consultado.
Autores: Kirstein Hausen / Evan Romero-Castillo
Editor: Diego Zúñiga