Paul Ehrlich, padre de la quimioterapia
20 de agosto de 2015Muchas cosas que actualmente son la base del saber médico fueron descubiertas hace 100 años por Paul Ehrlich. Por ejemplo, que los preparados de suero contra enfermedades infecciosas, como la difteria, que contenían anticuerpos siempre tenían que tener la misma concentración para contrarrestarla. Un principio que utiliza hasta hoy. Ehrlich también desarrolló un test con el cual se podía comprobar la calidad de todos los sueros contra la difteria. Así fue como sentó las bases de la labor del instituto que lleva su nombre y prueba la eficacia de vacunas y sueros.
Paul Ehrlich se destacó también en otras áreas de la ciencia. A fines del siglo XIX, la sífilis hacía estragos en la población. “Las enfermedades venéreas eran vistas como un castigo divino”, explica a DW Susanne Stöcker, del Instituto Paul Ehrlich. “La Iglesia tenía sus propios métodos para tratar esa enfermedad. Después de todo, habían vivido ‘en pecado'. A los pocos enfermos que recibían tratamiento se les daba mercurio, lo que empeoraba aún más su estado”.
Con el medicamento salvarsán, Paul Ehrlich marcó un hito. La arsfenamina (arsénico orgánico) fue el primer remedio eficaz contra la sífilis, y el comienzo de la quimioterapia. “Logró curar incluso a personas que ya estaban deformadas por la enfermedad”, dice Stöcker. Claro que el medicamento, al ser un derivado del arsénico, tenía efectos secundarios, pero, en comparación con los métodos anteriores, fue un progreso inmenso.
Los colores y una gran herencia
La vida de Paul Ehrlich se desarrollaba, sobre todo, en el laboratorio. Con sus experimentos de tinción histológica, es decir, coloreando las células de ciertos tejidos y también las bacterias, las hizo visibles al microscopio. Ehrlich investigó la relación entre las infecciones y el sistema inmunológico. Sus investigaciones eran interdisciplinarias y se extendían desde la histología y la química de los tintes, la farmacología, la inmunología, hasta la investigación del cáncer.
“Con su teoría de la ‘Inmunidad de la cadena lateral', sentó las bases de nuestro conocimiento actual de la inmunología”, señala Susanne Stöcker.”Hoy sabemos que hay antígenos y anticuerpos. En esa época aún no se los conocía. Pero Ehrlich pensaba que debía haber algo en el cuerpo que podía atrapar a los enemigos desde afuera, volviéndolos inofensivos”. Llegó a entreverlo gracias a sus experimentos con la tinción de las células. La teoría de la ‘inmunidad de la cadena lateral' de Paul Ehrlich reveló que las células forman cadenas laterales que son capaces de capturar a las toxinas y a las bacterias. Por esa investigación recibió el Premio Nobel de Medicina en 1908.
Paul Ehrlich nació el 14 de marzo de 1854 en Strzelin (hoy Polonia), y murió el 20 de agosto de 1915 en Hamburgo. ¿Estaría hoy satisfecho con el trabajo del Instituto Paul Ehrlich? Susanne Stöcker piensa que sí: “Por una parte, él quería que los medicamentos fueran eficaces y seguros, y eso es lo que este instituto puede garantizar. Por otra parte, la investigación era muy importante para él.” Como instituto federal para vacunas y medicamentos, este centro forma parte del Ministerio alemán de Salud. Su tarea oficial consiste, entre otras cosas, en la autorización de ensayos clínicos y la homologación de determinados grupos de fármacos -tales como vacunas para personas y animales, medicamentos que contienen anticuerpos. En el área de la investigación experimental, “en este momento, el instituto Paul Ehrlich se dedica al estudio de ciertos virus con la esperanza de poder encontrar una cura contra el cáncer”, concluye Susanne Stöcker.