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Paz en Cercano Oriente: "Todavía no hay que descartar a Netanjahu"

29 de mayo de 2009

El viaje del presidente estadounidense a Cercano Oriente y su exigencia de detener la construcción de asentamientos ocupan a los editorialistas de la prensa europea.

El presidente estadounidense,. Barack Obama, y su homólogo palestino, Mahmud AbbasImagen: picture-alliance/ dpa

Paris Normadie, de Rouen, comenta: “Esta vez tiene que haber un cambio, ha dicho Barack Obama (…) Sin embargo, para mala suerte suya, el pueblo israelí ha elegido un jefe de Estado que se atreve a decirle no a Estados Unidos (…) En lo que atañe a la construcción de un Estado palestino, al Gobierno israelí no le corre ninguna prisa. Es más, por ley quiere prohibir todo comentario que ponga en duda el carácter definitivo del Estado de Israel. Y obligar a todo ciudadano, al solicitar un documento de identidad, a hacer un juramento de fidelidad. Esto, probablemente, desmoralice un poco más a 1,3 millones de árabes con nacionalidad israelí. Y probablemente no le facilite las cosas a Barack Obama”.


No como estaba previsto por la Liga Árabe

Der Standard, de Viena, analiza: “Si el momento de la aclaración de Clinton estuvo definido por la visita del presidente de los palestinos, Mahmud Abbas, no hay que olvidar la próxima cita de Obama: el 4 de junio hablará en El Cario ante el mundo árabe y musulmán, antes de ello habrá visitado Jordania y Arabia Saudí. Allí tratará su incipiente plan de paz y exigirá, también concesiones de parte de los árabes; éstas incluirán un implícito reconocimiento de que Israel no tendrá que retirarse en Cisjordania (como estaba previsto en el plan de paz de la Liga Árabe) a los límites de 1967. Esto lo sabe todo el mundo - y va siendo hora de que se reconozca y que se busque compensaciones para los palestinos que necesitan un territorio coherente. Para ello, hay suficientes planes guardados en el cajón”.

Asentamientos atizan el odio

Luxemburger Wort, de Luxemburgo, opina: “En Tierra Santa la tierra, en el estricto sentido de la palabra, es santa. Es decir, algo especial. Y hay suficiente tierra para todos. Tomemos sólo Israel: el territorio actual de israelí ofrece suficientes posibilidades de desarrollo para todos sus habitantes. ¿Para qué, entonces, nuevos asentamientos? ¿Para qué dificultar el proceso de paz y la creación de un futuro Estado palestino? El presidente estadounidense, Barack Obama, ha aceptado que la única respuesta a esta pregunta puede ser la paralización absoluta de los asentamientos. Todo el resto no tiene sentido, atiza el odio y, con seguridad, no trae la paz. Obama se ha dado cuenta de esto; Netanjahu aún no (…) No obstante, no hay que descartar demasido pronto a Netanjahu. Podría ser todavía que “Bibi” pase a la historia como el que posibilitó el Estado palestino y con ello una paz sostenible”.

MB/dpa
Editor: Pablo Kummetz