Pekín censura a sitios que informan del “Chinaleaks”
22 de enero de 2014 El martes 21 de enero, una masiva caída de internet en China dejó fuera de servicio a páginas web, redes sociales y otros servicios online. Cuando alguien en el país más poblado de la Tierra deseaba acceder a algún sitio, aparecía un aviso de error. Las primeras versiones hablan de un posible hackeo, aunque fuentes citadas por la agencia dpa aseguran que quizás el Gobierno chino intentó bloquear una dirección prohibida y cometió un error.
De alguna manera la historia se repitió este miércoles, cuando el régimen bloqueó el acceso a páginas de internet de medios internacionales que han publicado denuncias que afectan la imagen de altos dirigentes del Gobierno, debido a denuncias que aseguran que familiares de algunos de los máximos líderes tienen cuentas en paraísos fiscales, un escándalo que ya se conoce como “Chinaleaks”.
El mensaje que aparece dice “no se puede mostrar la página web” cada vez que alguien trata de entrar a los sitios del diario español El País, el francés Le Monde, el alemán Süddeutsche Zeitung o el británico The Guardian, que publicaron el informe del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés) sobre China. Mientras, la cadena BBC se va a negro en el país asiático cuando aborda este tema en sus noticiarios.
Los limpios y los sucios
Sobre este tema, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Qin Gang, señaló brevemente que “los departamentos relevantes gestionan internet de acuerdo con las leyes y regulaciones pertinentes”. El bloqueo de páginas es algo habitual en China, especialmente cuando las publicaciones de medios extranjeros comprometen al régimen comunista como en este caso, donde se acusa a familiares del presidente Xi Jinping o el primer ministro Wen Jiabao.
La denuncia se conoce justo cuando el Gobierno se embarcó en una embestida contra la corrupción. Por ahora, los censores parecen estar trabajando duro para impedir que el tema sea debatido en Sina Weibo, el popular servicio de microblogs de China, que ya es blanco de una fuerte censura.
El mismo portavoz Qin Gang dijo que “no conocía los detalles de la situación” mencionada en la investigación de ICIJ, “pero desde el punto de vista de un lector, la lógica en los artículos es difícil de creer. Eso no puede sino hacer creer a la gente que existe una intención detrás”, aseguró. Consultado sobre si China investigaría los informes, se limitó a responder: “Aquellos que están limpios, están limpios, y los que están sucios, están sucios”.
DZC (dpa, Reuters, EFE, Europa Press)