Pekín en alerta ambiental por contaminación del aire
1 de diciembre de 2015
Pekín sigue en niveles máximos de contaminación por tercer día consecutivo, lo que mantiene la alerta naranja. Cantidad de tóxicos en el aire es 30 veces más de la recomendada por la Organización Mundial de la Salud.
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Alrededor de las 10 de la mañana hora local (02.00 GMT), la concentración de partículas PM 2,5 (las más dañinas para la salud) llegó a los 598 microgramos por metro cúbico, según el medidor de la Embajada de EE.UU. en Pekín, un nivel más bajo que el registrado el lunes, donde hubo máximas de 666 microgramos.
Esta de 20 microgramos de partículas PM 2,5, aquéllas de un diámetro inferior a las 2,5 micras y las más perniciosas para la salud, ya que, por su tamaño, tienen más facilidad para penetrar en el organismo.
Esta racha de contaminación coincide con la celebración de la cumbre contra el cambio climático en París (COP21), donde Xi Jinping representa al país que más contamina del mundo y busca un acuerdo vinculante que tenga en cuenta las diferencias en el nivel de desarrollo de los países implicados.
“No salir de casa”
La capital china se levantó este martes con una capa de contaminación de color gris claro y todavía más densa que la del día anterior, fruto de la humedad y la falta de viento, lo que dificulta la visión en toda la ciudad.
La Oficina de Meteorología de Pekín también ha avisado esta mañana de que se mantiene la alerta naranja, lo que implica medidas como obligar a las plantas industriales a reducir o parar su producción o restricciones en las obras públicas y actividades de construcción. También hay limitaciones al tráfico rodado y se ha recomendado a la población que no salga si no es imprescindible, especialmente niños y ancianos.
El nivel de alerta naranja, no obstante, no llega a los máximos que vivió la ciudad en anteriores años, donde se alcanzaron concentraciones de PM 2,5 de 900 microgramos.
En ese sentido, el Ministerio de Medioambiente anunció el pasado domingo que China ha cumplido con sus objetivos de reducción de contaminación en los últimos cinco años.
¿Qué se puede hacer contra el cambio climático?
Un 75 por ciento de las emisiones globales surgen del uso de carbón, petróleo y gas. El otro 25 por ciento, de la agricultura y del desmonte. ¿Qué podemos hacer para evitar las emisiones? Aquí, diez propuestas.
Imagen: picture-alliance/dpa
1. Usar menos carbón, gas y petróleo
La mayoría de los gases invernadero vienen de las centrales energéticas, de la industria y del transporte. La calefacción de edificos causa un 6 por ciento de las emisiones globales. Quien usa energía eficiente y ahorra carbón, gas y petróleo, está protegiendo activamente el clima del planeta.
Imagen: picture-alliance/dpa
2. Producción propia de electricidad limpia
La electricidad ya no tiene que salir de las centales de carbón, petróleo y gas. Ya hay alternativas que hasta son más baratas. La electricidad se puede producir fácilmente, incluso en cantidades mayores a las necesarias. Por ejemplo, con celdas y módulos solares sobre los techos con una tecnología que hace tiempo está en el mercado.
Imagen: Mobisol
3. Cooperar con las buenas ideas
Cada vez más comunas, empresas y cooperativas invierten en energías renovables y venden electricidad limpia. Este parque solar pertenece a la compañía Saerbeck, un distrito alemán de 7.200 habitantes que produce más electricidad de lo que necesita y es un ejemplo. Aquí, una delegación de EE. UU. la visita.
Imagen: Gemeinde Saerbeck/Ulrich Gunka
4. No financiar a empresas que dañen el clima
Cada vez más ciudadanos, fondos de jubilaciones, seguros, universidades y ciudades retiran su dinero de empresas que trabajan con energías fósiles. Münster es la primera ciudad que se unió al "Divestment", un movimiento al que pertenecen 57 ciudades del mundo. Este movimiento global ganó tanta dinámica porque todos pueden participar.
Imagen: 350.org/Linda Choritz
5.Viajar en bicicleta, ómnibus y tren
Las bicicletas, el ómnibus y los ferrocarriles ahorran mucho C02. En comparación con el automóvil, un viaje en ómnibus es cinco veces más favorable al clima, y un viaje en tren hasta 15 veces más. Las ciudades que disponen de bicisendas y carriles especiales para los buses son las que más contribuyen con la protección del clima.
Imagen: DW/G. Rueter
6. No volar en avión si no es necesario
Volar es tremendamente dañino para el clima. Los hechos demuestran el dilema: para cumplir con los objetivos climáticos, actualmente cada habitante de la Tierra debería producir por año en promedio un máximo de 5,9 toneladas de CO2. Un vuelo de ida y vuelta entre Berlín y Nueva York produce por persona 6,5 toneladas.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Huguen
7. Comer menos carne
Tambien la agricutlura es un problema. En el cultivo del arroz y en los estómagos de los vacunos y ovinos se genera el gas metano, muy perjudicial para el clima. La ganadería y el consumo de carne, que cada vez aumenta más, son puntos críticos debido a la enorme demanda de soja para alimentar a los animales. Para el cultivo de la soja se desmontan bosques y selvas enteras.
Imagen: Getty Images/J. Sullivan
8. Comprar alimentos biológicos
El gas hilarante daña el clima en gran medida. Su porcentaje en las emisiones globales está en un 6 por ciento. Se produce en centrales energéticas y por el uso de motores, pero sobre todo por el empleo de abonos artificiales en la agricultura industrializada. En la agricultura ecológica esos abonos están prohibidos, y eso ayuda a proteger el clima del planeta.
Imagen: imago/R. Lueger
9. Construir y consumir de manera sostenible
En la producción de cemento y hierro se produce mucho CO2. Por el contrario, el cultivo de madera y caña de bambú lo frena. La elección consciente de materiales de construcción contribuye con el clima, y lo mismo vale para el consumo. No es necesario seguir usando vasos plásticos que van a parar por millones a la basura todos los días.
Imagen: Oliver Ristau
10. Asumir nuestra responsabilidad por el clima
¿Cómo se puede evitar la emisión de gases invernadero para que las futuras generaciones puedan vivir sin catástrofes climáticas? Estos alumnos están fascinados por las energías limpias y la ven como una esperanza para un futuro en un planeta al que todos cuidemos. Cada uno de nosotros puede ayudar a que así sea.