El viento ayudó a la eficacia de las medidas tomadas para reducir las emisiones en la ciudad. Era la primera vez que se alcanzaba ese nivel de alerta desde que se ideó el sistema en 2013.
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La capital china levantó este jueves (10.12.2015) su alerta roja por contaminación atmosférica, después de que el máximo nivel de alarma por esta causa fuera decretado el pasado martes por primera vez desde que se ideó el sistema de alertas en 2013. La medida permitirá volver a circular a los automóviles a partir de este mediodía, mientras las escuelas y jardines de infancia reabrirán sus puertas mañana viernes. La alerta finalizó formalmente a las 12:00 horas locales (04:00 GMT), pero ya desde la madrugada un frente frío con vientos ligeros pero sostenidos se llevó la capa de niebla y contaminación que desde el fin de semana cubría la capital china.
El cielo de la capital china volvía a verse azul y el nivel de partículas dañinas en el aire caía a un nivel moderado. El índice oficial PM2.5, que mide la presencia de partículas contaminantes en el aire, se sitúa en torno a 100 microgramos por metro cúbico, muy por debajo de los 300 de los últimos días, pero aún cuatro veces más del máximo de 25 recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las limitaciones al la circulación de vehículos y a la industria durante la alerta roja contribuyeron a reducir considerablemente las partículas contaminantes en el aire, según informó la agencia de noticias china Xinhua. Especialmente las restricciones al tráfico, aunque se puede hacer mucho más para reducir las emisiones por la quema de carbón, afirman los científicos citados por esta agencia. El 64 por ciento de la energía que consume China se produce con carbón.
LGC (dpa / EFE)
Los 10 lugares más contaminados del mundo
Plomo en el suelo, residuos químicos, basura electrónica: unos 200 millones de personas están expuestas a este tipo de contaminación, según un informe de la fundación Green Cross. Estos son los lugares más afectados.
Imagen: Blacksmith Institute
Vertedero de Agbogbloshie, Ghana
Televisores descompuestos, antenas satelitales y todo tipo de basura electrónica se acumula en este enorme vertedero, que se cuenta entre los lugares más sucios del mundo, según el informe de la fundación Green Cross. Especialmente peligrosa es la práctica de quemar cables para extraer de su interior el valioso cobre, ya que se libera plomo, muy dañino para la salud.
Imagen: Blacksmith Institute
Río Citarum, Indonesia
El agua del río Citarum, en la isla indonesia de Java, presenta una contaminación mil veces mayor que el agua potable corriente. En ella se encuentran sobre todo grandes cantidades de aluminio y hierro. No es de extrañar, ya que cerca de 2000 fábricas utilizan este río como fuente de agua y vuelcan en él sus residuos.
Imagen: Adek Berry/AFP/Getty Images
Centro industrial de Dserschinsk, Rusia
Dserschinsk es uno de los centros importantes de la industria química rusa. Entre 1930 y 1998 se produjeron allí aproximadamente 300.000 toneladas de desechos químicos, que no fueron tratados apropiadamente. Muchos de estos residuos han ido a parar a las napas subterráneas de agua o a la atmósfera. En esta zona, el promedio de vida de las mujeres es de 47 años y el de los hombres, de 42 años.
Imagen: Blacksmith Institute
La central nuclear de Chernóbil
La catástrofe de Chernóbil es uno de los peores accidente nucleares de la historia. El 25 de abril de 1986 se produjo el desastre, que ha tenido consecuencias fatales. Hasta el día de hoy, nadie puede vivir en un radio de 30 kilómetros a la redonda de la central atómica. Los suelos siguen estando contaminados y mucha gente de la zona sufre de leucemia.
Imagen: Blacksmith Institute
Curtiembres de Hazaribagh, Bangladesh
Hazaribagh es el lugar donde existen más curtiembres en Bangladesh. La mayoría de ellas utiliza métodos anticuados e ineficientes. Cada día se vierten unos 22.000 litros de residuos tóxicos al río Buriganga, principal fuente de agua de la captal bengalí, Daca. Muchos de sus habitantes padecen de enfermedades de la piel o las vías respiratorias.
Imagen: Blacksmith Institute
Minas deplomo de Kabwe, Zambia
Kabwe es una de las ciudades más grandes de Zambia. Muchos niños sufren allí de altas concentraciones de plomo en la sangre, metal que es extraído en la zona desde hace aproximadamente un siglo. Al derretir el plomo se liberan metales pesados,cuyas micropartículas se precipitan a la tierra.
Imagen: Blacksmith Institute
Minas de oro de Kalimantan, Indonesia
Kalimantan es la parte indonesia de la isla de Borneo. Se la conoce sobre todo por la explotación de los recursos naturales. En las numerosas minas de oro se utiliza mercurio en el proceso extractivo. Ello hace que anualmente se liberen más de 1.000 toneladas de mercurio, que contaminan el medio ambiente y pueden llegar a las capas de agua subterráneas.
Aproximadamente 15.000 fábricas vierten sus desechos en el cauce del Matanza - Riachuelo, en Argentina. Según el informe de Green Cross, las empresas químicas son responsables de más de un tercio de la contaminación de este río. El agua presenta altas concentraciones de estaño, plomo, níquel y otros metales pesados. Muchos habitantes de la zona sufren de males intestinales y respiratorios.
Imagen: Yanina Budkin/World Bank
El delta del Níger, Nigeria
La región del delta del Níger es una zona densamente poblada, que abarca casi el ocho por ciento de la superficie de Nigeria. Residuos de petróleo e hidrocarburos contaminan por igual las aguas subterráneas y los suelos. Unos 240.000 barriles de petróleo van a parar en promedio, cada año, al entorno natural, debido sobre todo a accidentes o a robos.
Imagen: Terry Whalebone
La ciudad industrial de Norilsk, Rusia
En la ciudad industrial rusa de Norilsk cada año van a parar a la atmósfera cerca de 500 toneladas de cobre y óxido de níquel, al igual que dos millones de toneladas de óxido de azufre. Las expectativas de vida de los trabajadores de las fábricas de Norilsk son inferiores en 10 años a las del promedio de la población rusa. La polución provoca sobre todo males respiratorios y cáncer pulmonar.