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Pekín y Moscú cierran filas y se dan la mano

17 de mayo de 2024

Vladimir Putin visitó China, esperando una mayor cooperación económica, incluso para financiar su agresión a Ucrania. Los expertos dudan de que China desempeñe un papel de mediador en el conflicto.

Vladimir Putin y Xi Jinping caminan ante militares en formación.
Con honores recibió Xi Jinping a Putin.Imagen: Sergei Bobylev/TASS/dpa/picture alliance

"Me he reunido con usted más de cuarenta veces en los últimos años para mantener conversaciones bilaterales”, le dijo el presidente chino Xi Jinping (70) al líder ruso Vladimir Putin (71). "China y Rusia mantienen relaciones diplomáticas desde hace tres cuartos de siglo. Han demostrado su eficacia en tiempos de crisis”, agregó, dando a entender la importancia del vínculo.

El primer viaje al extranjero de Putin tras asumir su nuevo período, el quinto de seis años al frente de Rusia, fue a China. Para Moscú, una relación estrecha con el gigante asiático es muy relevante. Tras atacar a Ucrania, Rusia quedó aislada internacionalmente y sus finanzas sufren las consecuencias. Hace una semana, Putin nombró ministro de Defensa al economista Andrei Belousov, quien estuvo en la visita a Xi. Rusia necesita con urgencia materias primas para la producción de armas y China podría suministrarlas.

Encuentro y gestos

Rusia y China se encuentra en un "nivel de asociación estratégica sin precedentes”, dijo Putin, que fue honrado con un opulento banquete con pato pekinés, pepinos de mar y lubina a la crema de langostas.

La duda es si China habla en serio. Cuando Putin asumió oficialmente su quinto mandato al mediodía del 7 de mayo, no había ningún invitado chino de alto rango en Moscú. A esa misma hora, el avión de Xi iba de París a Belgrado. Antes se había reunido con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, con quien habló del ataque ruso a Ucrania.

"Esta visita de Putin, que ocurre inmediatamente después del regreso de Xi desde Europa, envía un mensaje claro de que China y Rusia siguen viéndose como socios preferenciales”, dice Helena Legarda, analista del Instituto Chino de Berlín MERICS. "Y esto seguirá siendo así, a pesar de la creciente presión de Occidente”.

Gigante político, enano económico

Para Pekín, Rusia es un aliado político, ya que Moscú tiene un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo, económicamente, el país más grande del mundo es enano comparado con China. El PIB de Rusia, estimado para 2023 en 2 billones de dólares, es un poco más grande que el de la provincia china de Guangdong.

Putin y Xi en un concierto con motivo de los 75 años de la relación entre Rusia y China.Imagen: Sergei Guneyev/AFP/Getty Images

"A Rusia le gustaría recibir una señal clara de que Pekín espera profundizar el intercambio económico”, señala Peter Qiu, presidente del Centro para la Globalización de Hong Kong (CGHK). En la segunda escala de su viaje a China, Putin visitó este viernes (17.05.2024) la feria comercial de la ciudad de Harbin. Entre otras cosas, Rusia quiere crear allí un centro mayorista de productos agrícolas. El nombre: "Good Food Russia”.

Nada sobre la guerra en Ucrania

Quien haya esperado que Xi presionara a Putin por el ataque a Ucrania quedará decepcionado. En la declaración final, los jefes de Estado se limitaron a repetir que están en contra de una mayor escalada en el conflicto y a expresar su interés en hallar una "solución política”. China sigue siendo neutral, remarcó Xi, y "espera que la paz y la estabilidad se restablezcan a la brevedad en el continente europeo”.

Aunque Pekín no ha condenado la guerra, sí se desmarcó claramente del uso de armas nucleares. Xi y Putin pidieron el jueves una zona de amortiguación entre las potencias nucleares y otras alianzas militares. La declaración final decía: "Debe evitarse una expansión de las alianzas y la creación de cabezas de puente militares directamente en las fronteras de otras potencias nucleares”.

La declaración parece estar dirigida contra una planeada adhesión de Ucrania a la OTAN. Ya en 2008, Ucrania, junto a Georgia, recibieron una respuesta que abría las puertas a un posible ingreso a la alianza militar. Entre otras cosas, Rusia justificó su ataque a Ucrania por la expansión de la OTAN hacia el este.

China es un mediador difícil de aceptar para Ucrania, dice Legarda. "Su voluntad de implicarse en un proceso de mediación y de asumir el arduo trabajo de moderar las discusiones, negociar concesiones y proponer posibles soluciones ha sido hasta ahora muy limitada. El liderazgo chino prioriza las preocupaciones geopolíticas y no parece tener ningún interés serio en asumir este rol”.

Y Rusia definitivamente no hará todo lo que dice China, apunta la experta. "Pekín tiene cierta influencia sobre Rusia, pero la capacidad de Xi para influir en las decisiones de Putin respecto a Ucrania es probablemente mucho más limitada de lo que algunas personas creen”, agrega. Una mediación eficaz no requiere una neutralidad total, pero sí que las partes consideren al mediador como "honesto”. Y no es el caso de China.

(dzc/ers)

 

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