Bernardo Bertolucci se hizo conocido mundialmente como director de películas que vinculaban de forma poco convencional la política y la poesía. Es considerado el último representante de la generación de cineastas que hicieron famoso el cine de autor italiano en las décadas del 60 y 70 del siglo pasado.

A Bertolucci le gustaban las tramas complejas y no se amilanaba ante los tabúes, construyendo obras monumentales y poéticas a la vez. Su mayor éxito fue "El último emperador", una película sobre la vida del chino Pu Yi, quien debió asumir el trono imperial pese a que solo tenía tres años. La impresionante obra cinematográfica recibió nueve premios Oscar, dos de los cuales fueron para Bertolucci.

Su amor por el cine y la literatura lo debe Bertolucci a tres hombres: a su padre, un respetado crítico literario y cinematográfico; a su vecino, el conocido director Pier Paolo Pasolini, y al también cineasta Jean-Luc Godard. Todos marcaron a Bernardo desde temprana edad. La imagen muestra a Bertolucci, Pasolini y Godard en 1969, cuando se reunieron con motivo de la película "Amore e rabbia".

Un hombre viudo conoce a una mujer joven y desinhibida con la que comienza una relación apasionada, muy sexual. "El último tango en París", protagonizada por Maria Schneider y Marlon Brando, hizo famoso al director en 1972. En Estados Unidos, el polémico filme fue un éxito total. En Italia, sin embargo, Brando y Bertolucci fueron condenados a dos meses de prisión bajo el cargo de "obscenidad".

Medio siglo de historia italiana en cinco horas de cine: respecto de "Novecento", el autor se autocalificó de "megalómano". Con la actuación de Robert de Niro, Burt Lancaster y Gerárd Depardieu, Bertolucci dirigió en 1974 esta epopeya sobre la lucha entre los terratenientes y los agricultores en Emilia-Romagna. El director dijo después, con picardía, que la obra era "un monumento al comunismo".

En los 80 y 90 del siglo pasado Bertolucci pasó de ser un director de élite a uno de fama internacional. Su decepción con el sistema político italiano llevó a este marxista confeso a buscar sentido en otras culturas. Se fascinó con el budismo, y de ello deriva su trabajo "El último emperador" (1987), la primera producción occidental sobre la Ciudad Prohibida.

La película "El cielo protector" (1990) llevó a Bertolucci a Marruecos y al Sahara. Las estrellas de Hollywood Debra Winger y John Malkovich interpretaron a una pareja que quería reencontrarse. Por desgracia, el hombre muere trágicamente y el rastro de la mujer se pierde después de un tiempo. La adaptación al cine de la novela de Paul Bowles fue considerada por los críticos como" abrumadora".

Una de sus producciones más exóticas fue "El pequeño Buda", de 1993. Con ella, Bertolucci quería llegar a niños de todas las edades. Fue su primera película en la que no trató con conflictos políticos, psicológicos o de género. Después, el cineasta dirigió solo cuatro películas más, con las que no pudo continuar su estela de éxitos internacionaloes.

Bertolucci recibió numerosos premios por sus 17 películas. Dos Oscar y dos Globos de Oro, el León de Oro en Venecia, una Palma honorífica en Cannes y el Premio de Cine Europeo. Hollywood le dedicó una estrella en el "Paseo de la Fama". Tras una caída en 2003, el director debió seguir su vida en silla de ruedas. El 26 de noviembre de 2018 murió a los 77 años a causa de una crisis respiratoria.