Desde hace semanas se registra una caída constante de los precios de las mercancías. Ya sean teléfonos móviles, computadoras o los alimentos, en Alemania todo es cada vez más barato. Las grandes cadenas comerciales, pero también las pequeñas tiendas, han comenzado una agresiva guerra de recorte de precios en su lucha por los consumidores. Una cadena especializada en productos electrodomésticos tiene un slogan que parece haberse convertido en lema nacional: "No hay nada como ser avaro". Pero lo que resulta benéfico para el consumidor alemán y su portamonedas crónicamente vacío, resulta veneno para la economía: deflación, la antesala del colapso económico.

ABC de la deflación

La deflación significa en primer lugar que la economía no cuenta con suficiente dinero, al contrario de la inflación en la que hay un exceso. La consecuencia de la deflación es el recorte de precios. Los bienes y servicios se abaratan visiblemente. Esto pone en duros aprietos a las empresas pues no pueden recortar los precios de sus productos indefinidamente, ya que los costos de producción y los salarios se mantienen constantes. Llega un momento en que la producción deja de ser rentable. Comienza entonces los despidos, las fábricas se cierran o se reubican en países con mano de obra barata. De ser posible se recortan los salarios. Muchas empresas quiebran, no hay inversiones frescas. El efecto fatal es el incremento del desempleo debido al recorte de producción, inversiones casi nulas y caída de los salarios, todo lo cual redunda en al caída del poder de compra de los consumidores. Empieza un verdadero círculo vicioso, que se puede romper sólo si el banco central recorta las tasas de interés, lo que permite a los bancos comerciales ofrecer créditos baratos. Comienza a fluir el capital, crecen las inversiones y también el consumo privado.

El 5 de junio se reúne el BCE

El Fondo Monetario Internacional recientemente advirtió sobre la tendencia deflacionaria en Alemania debido a la mala coyuntura económica. Los expertos demandan medidas inmediatas tomando en cuenta el ejemplo de Japón cuya economía no logra recuperarse desde hace 10 años. De ahí que se pida un recorte de las tasas de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), pues esto podría resolver el problema de falta de liquidez. La próxima reunión del BCE será el 5 de junio. Aquí se tendrá que decidir cual será la política monetaria que implementarán. Actualmente las tasas de interés de la eurozona son del 2,50%.

Existen discrepancias dentro y fuera del BCE sobre el peligro inminente de deflación en Alemania. Así mientras que el economista en jefe del banco emisor europeo, Otmar Issing, considera que no existe peligro deflacionario en Alemania, el gobernador del banco central de Luxemburgo, Yves Mersch, que también es miembro del consejo de gobierno del BCE, declaró que en los próximos meses Alemania puede caer en una deflación.