Según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el importe de la operación ascendió a 2.091 millones de euros (2.847 millones de dólares), equivalente a un precio de venta de 20,10 euros por acción. En total, se colocaron 104 millones de acciones. La venta se inició el martes por la tarde y se realizó a través de un proceso de colocación acelerada entre inversores cualificados. Citigroup Global Markets Limited y Deutsche Bank la llevaron a cabo por cuenta de Petróleos Mexicanos y PMI Holdings B.V.

La empresa estatal mexicana tenía, a finales de 2013, el 9,34 por ciento del capital de Repsol. Con esta operación sale de su accionariado tras una etapa marcada por las tensiones entre ambas compañías. El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, explicó ante los periodistas las razones que motivaron de la venta. Además de las desavenencias con la dirección y la poca rentabilidad, recalcó que "ni México ni Pemex forman parte del Plan de Negocios de Repsol presentado por su actual administración" a finales de marzo, lo que "evidencia su falta de interés en los fundamentos sobre las cuales se formó esta alianza".

Una relación complicada

El cierre de la venta tiene lugar en vísperas de la visita a España del presidente del gobierno mexicano, Enrique Peña Nieto, y tras meses de desencuentros entre las directivas de ambas petroleras. Sin embargo, la compañía aseguró hoy que "esta decisión de mercado no es un tema de la agenda bilateral en la relación México-España, la cual es profunda y amplia, y de la que el propio Pemex es un ejemplo, con sus recientes inversiones de negocios en ese país".

Las tensiones comenzaron en 2011, cuando Pemex se alió con Sacyr para reclamar cambios en la dirección. La alianza se rompió a principios de 2012 y las relaciones entre ambas se normalizaron tras alcanzar un acuerdo de estabilidad.

El conflicto volvió a aflorar poco después, cuando Pemex trató de mediar entre Repsol y el gobierno argentino para alcanzar un acuerdo de compensación por la expropiación de su filial YPF. La empresa española rechazó la oferta al considerarla insuficiente. En noviembre de 2013, Pemex criticó públicamente a la dirección de Repsol, encabezada por Antonio Brufau, al considerar que los resultados económicos de su inversión en la española no cumplían con las expectativas.

Junta de accionistas de marzo

El último episodio tuvo lugar en la junta de accionistas en marzo, cuando Repsol se topó con el voto en contra de Pemex (el único) a la ahora de aprobar la modificación de los estatutos para fijar en el 75 por ciento los votos necesarios para cualquier cambio de relevancia. La venta se cierra, además, tres días antes de que los accionistas de Repsol reciban un dividendo extraordinario de un euro por acción, tras percibir la compensación por YPF.

Lozoya aseguró que la venta accionarial en Repsol permitirá a Pemex "una mejor asignación de recursos financieros en proyectos e inversiones", en el nuevo entorno en el que se desarrollará la compañía una vez que se apruebe la ley secundaria de la reforma energética. Ello "aumentará las expectativas de rentabilidad y de generación de valor económico para México", aseguró el titular de la petrolera mexicana, quien destacó el "éxito" registrado hoy en la colocación del 7,86 por ciento del capital de Repsol a un precio de 20,10 euros por acción. "Después de 35 años en Petronor y Repsol, Pemex reporta una plusvalía de más de 900 millones de dólares", añadió.

LGC (dpa / EFE)