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No a la pena de muerte en todo el mundo

24 de febrero de 2010

Cerca de mil activistas de derechos humanos de más de 100 países miembros de Naciones Unidas se reúnen este 24 de febrero en Ginebra para participar del Congreso Mundial contra la Pena de Muerte.

Se reúne el Congreso Mundial de la ONU contra la pena de muerte.Imagen: AP Graphics

Italia marcha a la cabeza del movimiento internacional que lucha para abolir la pena de muerte hace más de doscientos años, hecho que fue recordado por la embajadora italiana en las Naciones Unidas, Laura Mirachian, con motivo del congreso, que se realiza desde el año 2001. “En Italia, el rechazo de la pena de muerte tiene una larga tradición y está enraizado en la cultura. Esta toma de posición se remonta al siglo 18, y fue la región de La Toscana, que fue un estado independiente hasta fines de 1859, la primera en abolir la pena de muerte durante la guerra, en el año 1786”, explica la embajadora.


Italia: primeros avances contra la pena de muerte

El Coliseo Romano se ilumina para apoyar la abolición de la pena de muerte en Nueva Jersey, EE.UU.Imagen: AP

El moderno Estado italiano no concretó la abolición sino hasta 1948. En ese año, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), sentando las bases de derecho internacional para luchar contra la pena de muerte. Esto no se menciona expresamente en la DUDH, pero el Artículo 3 de dicho documento garantiza el derecho a la vida y exige que nadie sea sometido a penas inhumanas o humillantes. El único Estado que desistió de la pena de muerte en los 20 años siguientes a la DUDH fue la recién fundada República Federal de Alemania, en 1949. A través del Pacto de la ONU de 1966 sobre derechos civiles y políticos, basado en la DUDH, se solicitó expresamente a todos los Estados miembros que suprimieran la pena de muerte o que, al menos, sólo la aplicaran en casos de delitos especialmente graves.

Ese fue el primer avance, si bien declamatorio, ya que, hasta entonces, la pena de muerte siempre fue una norma internacional indiscutida en la historia mundial, recuerda Mario Morazzitti, vocero de la comunidad religiosa Santo Egidio y luchador activo contra la pena de muerte desde hace décadas. Luego del Pacto de la ONU de 1966, poco ha cambiado: “Sólo 23 Estados abrogaron la pena de muerte hasta los años 70”, apunta Mario Morazzitti. Sin embargo, a partir de los años 80, se percibe una tendencia de los Estados miembros de la ONU a suprimir la pena de muerte. “Durante los últimos treinta años se produjeron cambios drásticos. Europa fue el primer continente del mundo libre de la pena de muerte”, subraya el activista.

Cámara ejecutoria en EE.UU.Imagen: picture-alliance/ dpa

En 1998 fracasa el intento de abolición en el mundo

Impulsados por Italia, los Estados europeos intentaron imponer la prohibición de la pena de muerte como norma en todo el mundo por medio de resoluciones, en principio, de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, y después, de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Pero los europeos fracasaron en 1998 con su proyecto de resolución, no sólo ante la resistencia de las dos grandes potencias, China y EE.UU., sino también ante la irritación de muchas de las ex colonias europeas en África y Asia.

“El motivo fue que allí se dio una oposición muy fuerte, que veía en una resolución como aquella una interpretación neocolonialista de los derechos humanos y una intromisión en los asuntos internos de los Estados”, dice Mario Morazzitti. Pero, en 2007, la Asamblea General de la ONU aprobó por primera vez una resolución para abolir la pena de muerte, en la que se declara en forma expresa que la proclamación y la aplicación de dicho castigo no es un asunto interno de los Estados y su correspondiente orden jurídico, sino una cuestión de la validez universal de los derechos humanos.

Objetivo de la ONU: abolir la pena de muerte en el mundo

Manifestación contra la pena de muerte en Berlín.Imagen: DW

Actualmente son 141 los Estados que ya no utilizan la pena de muerte como castigo, y 93 de ellos la suprimieron por ley en todos los crímenes sin excepción, y no sólo en tiempos de paz, sino también durante una guerra. A pesar de eso, todavía 51 Estados, así como cinco territorios mantienen la pena de muerte. En 2009, la mayoría de las condenas a muerte se llevaron a cabo en China, Irán, Arabia Saudí, Corea del norte y EE.UU.

El objetivo de la Conferencia Internacional en Ginebra es hacer que los 51 Estados y los cinco territorios se atengan a una moratoria y no dicten ni ejecuten la pena de muerte, así como lograr que, paso a paso, lleguen a una completa supresión de dicho castigo. Se espera que este objetivo se vea reforzado a partir de octubre de 2010 por una nueva resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas. Los activistas de derechos humanos reunidos en Ginebra aspiran a que haya una mayoría más numerosa que en 2007, y que China y EE.UU. al menos se abstengan y no voten por el ‘no'.

Autor: Andreas Zumach/ Cristina Papaleo

Editora: Emilia Rojas-Sasse

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