Pentágono abrirá más campamentos para migrantes a deportar
23 de mayo de 2019
El Departamento de Defensa erigirá seis campamentos en frontera con México para 7.500 indocumentados a deportar. Este es "un apoyo ante crisis humanitaria y de seguridad en nuestra frontera sur", según el Pentágono.
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El Pentágono construirá los campamentos en apoyo y a petición del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), encargado de la seguridad fronteriza y de la inmigración en el país.
Será precisamente el DHS el que se encargará de gestionar los campamentos, según aclaró el Pentágono en un comunicado: "El personal militar no operará las instalaciones y solo erigirá las tiendas. Operar las instalaciones es responsabilidad del DHS". Además de construirlos, el Pentágono también cederá las tiendas de campaña para los campamentos, que albergarán a 7.500 indocumentados adultos ya procesados por la Patrulla Fronteriza y entregados a las autoridades migratorias.
"Este apoyo se brinda para ayudar al DHS a enfrentar la actual crisis humanitaria y de seguridad en nuestra frontera sur", detalló el Pentágono. Los campamentos estarán ubicados en Tornillo, Donna, Laredo, y Del Rio (Texas) y en Tucson y Yuma (Arizona), emplazamientos elegidos por el DHS.
Más de 100.000 migrantes cruzaron frontera en abril de 2019
La organización Human Rights Watch (HRW) ya denunció a principios de mayo la creación de centros de detención con tiendas de campaña para alojar a los inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera sur con México.
HRW aseguró disponer de imágenes por satélite tomadas el 25 de abril que muestran la "rápida" creación de esos campamentos en puestos gestionados por la Patrulla Fronteriza en El Paso y Donna (ambas en Texas). La frontera sur de Estados Unidos vive una oleada migratoria sin precedentes en la última década que ha llevado a las autoridades fronterizas a reconocer que están desbordadas. En abril, la cifra de migrantes detenidos tras cruzar la frontera superó los 100.000, en su mayoría familias centroamericanas, sobre todo guatemaltecas, que solicitan asilo en EE.UU. a su llegada.
jov (efe, nytimes)
Migrantes de Centroamérica: parturientas y varadas en la frontera entre México y Estados Unidos
Alvin Jr. nació en México mientras sus padres huían de Honduras con la esperanza de encontrar refugio en Estados Unidos. A pie llegaron a la frontera con Estados Unidos y allí perseveran con el bebé en brazos.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Erly Marcial y su hijo, Alvin Jr.
La hondureña Erly Marcial, de 21 años, tuvo a su tercer hijo mientras huía de su país con su esposo con la esperanza de obtener autorización para entrar a Estados Unidos. El pequeño Alvin Jr. llegó con seis semanas de adelanto en un hospital de Puebla, México.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
México, a pie
Marcial tenía ocho meses de embarazo cuando ella y su esposo, Alvin Reyes, decidieron escapar de la violencia que azota a su ciudad, Sabá, llevando en coche a sus otros dos hijos: María (6) y David (2). Eso hizo que el viaje fuera muy lento. Honduras no es sólo uno de los países más peligrosos del mundo, sino también uno de los más pobres en Centroamérica.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Descanso, a duras penas
La familia se vio forzada a dormir en la calle, con los niños a buen resguardo entre los padres. La breve pausa sobre el asfalto en la ciudad mexicana de Tapanatepec no fue descanso suficiente para Marcial. Pese a la abundancia de personas dispuestas a ayudar a los migrantes en su camino hacia el norte, los hondureños encontraron muy pocos lugares en México para abastecerse y relajarse realmente.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Un momento de solaz
Un riachuelo en el sur de México, cerca deTapanatepec, les ofreció a los viajeros una de las pocas oportunidades para bañarse tranquilos. Ellos tampoco tuvieron acceso regular a asistencia médica. La suya es una odisea en el estricto sentido de la palabra.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Hacinamiento e incertidumbre
La familia pudo cubrir un trecho de su viaje hacia el norte a bordo de un camión. El vehículo iba repleto de migrantes que, como ellos, sueñan con un futuro más auspicioso en un país más próspero que el suyo. El recorrido con el camión les permitió ahorrar energías, pero tuvo sus riesgos: Amnistía Internacional advierte que más de un vehículo cargado de migrantes se ha volteado por el camino.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Camino al hospital
Cuando Marcial llegó a Puebla con su familia comenzaron las dolorosas contracciones que avisaban la llegada de Alvin Jr. La Cruz Roja Mexicana se encargaron de llevarla al hospital. Una red de voluntarios numerosa se asegura de que los migrantes cenntroamericanos reciban la ayuda más urgente que necesitan a su paso por México. Los lugareños suelen ofrecer alojamiento y donar alimentos y ropa.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
El día después
La alegría de la pequeña María fue grande cuando sus padres la dejaron tomar a su hermano recién nacido en sus brazos. Con la cooperación de la embajada hondureña en México, el hospital de Puebla le entregó a Marcial la partida de nacimiento de Alvin Jr. Eso era lo único que necesitaban para poder continuar su viaje hacia Tijuana, en la frontera mexicano-estadounidense.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Varados en Tijuana
Marcial, su esposo y sus hijos quedaron represados en Tijuana como miles de migrantes centroamericanos más. Ellos esperan que esta no sea la última parada de su viaje, pero la frontera mexicano-estadounidense no es fácil de cruzar para solicitar asilo. Desde luego, si no consiguen entrar a Estados Unidos, la familia procurará construir su futuro en México. De regreso a Honduras, ni en sueños.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Biografía movida desde el principio
Cuando sea grande, Alvin Jr. podrá contar las incidencias que rodearon su nacimiento como si de una aventura se tratara.