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Pep Guardiola: el mérito de Jupp Heynckes

Daniel Martínez17 de enero de 2013

El Bayern conquistó al entrenador más exitoso del mundo, Pep Guardiola, y el papel más importante en esa contratación lo jugó el actual técnico del club de Múnich, Jupp Heynckes. Esta es la historia.

Imagen: AP

"Wie geht es Jupp?" (“¿Cómo está Jupp?”), fueron las primeras palabras pronunciadas en alemán por Pep Guardiola. La pregunta la formuló al conversar con las directivas del equipo que dirigirá a partir del próximo verano, tras hacerse pública su contratación.

El interés de Guardiola por el estado de ánimo del actual entrenador del Bayern no fue mera formalidad. Él, como la cúpula directiva del más importante club del fútbol alemán, están muy agradecidos con Heynckes, sin cuyo desprendimiento y grandeza, el fichaje del extécnico del Barcelona no se hubiese producido.

La decisión de Heynckes

Desde aquel momento en el que Guardiola anunció que abandonaría el Barcelona, y se tomaría un año sabático antes de reintegrarse de lleno al fútbol –en otro club-, en Múnich empezaron los contactos directos con él y sus manejadores, para convencerle de venir al Bayern.

Al entrenador Jupp Heynckes se le informó de la meta del club alemán, y se le mantuvo al tanto de los avances de las conversaciones, prometiéndole que él decidiría sobre su propio futuro: si su deseo era continuar en el banco del equipo de Múnich, éste se le concedería, independientemente del estado de las negociaciones con Guardiola.

Jupp HeynckesImagen: dapd

Y es que Heynckes es visto en el Bayern como un integrante importante en el núcleo de la “familia” que es el club. Él no es sólo un entrenador más, su posición está casi a la misma altura de esas legendarias figuras que en el pasado forjaron, y hoy dirigen el equipo: Franz Beckenbauer, Karl-Heinz Rummenigge y Uli Hoeness, con quienes, además, tiene una fuerte amistad.

Mientras los acercamientos con Guardiola avanzaban, las directivas del Bayern esperaban por una señal de parte de Heynckes que aclarara el panorama. ¿Te vas, o te quedas? era la pregunta que debía responder el entrenador actual.

Los hechos se precipitan

A finales del 2012 los esfuerzos del Bayern por conquistar a Guardiola empezaron a dar frutos. El cortejo se intensificó y la esperanza de una unión tomó forma. La frecuencia de las reuniones entre las partes, todas en Alemania, se incrementó, y en diciembre, durante los mismos días en los que Thomas Müller extendía su contrato en Múnich hasta el 2017, y se conocía el rival del equipo en octavos de final de la Champions League (Arsenal), el famoso entrenador catalán dijo “sÍ” a la propuesta de venir al fútbol alemán.

Con los términos generales del contrato ya acordados, al Bayern y a Guardiola sólo les restaba aguardar por la reacción de Heynckes, quien inmediatamente fue consultado sobre su futuro. El entrenador contestó en aquella oportunidad solicitando un plazo prudencial de tiempo (hasta marzo del 2013), no sin dejar entrever que bajo las nuevas circunstancias, tendía a abandonar el equipo al finalizar el contrato en el verano del 2013.

“Presentaremos una magnífica solución” dijo el director deportivo del Bayern, Matthias Sammer, al ser interrogado la semana pasada sobre el nombre del futuro entrenador. Tenía razón: o bien era el famoso Guardiola, o el apreciado, y recientemente exitoso, Heynckes.

La despedida

Bayern y Guardiola contaban con tener -hasta a más tardar en marzo próximo- una tranquilidad para planear con calma sus futuros (juntos o separados), que se les acabó muy pronto. En el fútbol no hay secretos absolutos, y muy pronto se filtró el acuerdo entre los alemanes y el catalán, el mismo que nadie quería confirmar, pero del que sabían un par de personas más de la cuenta.

En Italia, donde también era pretendido por varios clubes, se supo que Guardiola había rechazado negociar con ellos pues ya tenía empeñada su palabra en Alemania. Los medios italianos dieron la noticia, y antes de que la bomba estallara, el Bayern citó a una reunión urgente con la cúpula directiva al entrenador Heynckes.

En la tarde del miércoles (enero 16 del 2013) bastó sólo una hora para que el entrenador se despidiera oficialmente de su club. Heynckes entendió que la situación era insostenible, que el Bayern no podría esperar hasta marzo por su respuesta, y que de su partida dependía también el futuro del equipo de Múnich.

Jupp Heynckes comunicó entonces, anticipadamente, su decisión de marcharse en el verano, al terminar la actual temporada, lo cual dejó al Bayern con el camino libre para llamar a Guardiola para oficializar con él, contractualmente, el acuerdo alcanzado en diciembre del 2012. Así le abrió Heynckes a Pep Guardiola las puertas de la Bundesliga.

Autor: Daniel Martínez
Editor: Pablo Kummetz

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