Perú deja de tildar la transexualidad como trastorno mental
26 de junio de 2024
El decreto que había sido usado por el Ministerio de Salud enfureció a las organizaciones que defienden la diversidad sexual porque incorporaba una vieja clasificación de la OMS.
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Perú anunció este martes (25.06.2024) que dejará de catalogar la transexualidad como un "trastorno mental", un término en desuso que fue incluido en un decreto del Gobierno expedido a principios de mayo de 2024 y que desató en ese momento una airada protesta de los grupos de la comunidad LGBTI+.
El Ministerio de Salud señaló en una resolución que en adelante se describirán como una "discordancia de género" el transexualismo y el travestismo, para garantizar el acceso universal a tratamientos de salud mental.
Se "dispone el cese del uso de los términos transexualismo y travestismo en el capítulo de Trastornos Mentales y del Comportamiento de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y problemas relacionados con la salud (CIE-10)", indicó la cartera en el documento publicado en su sitio oficial de información.
El decreto que enfureció a las organizaciones que defienden la diversidad sexual incorporaba una vieja clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Expedida el 10 de mayo de 2024, la norma actualizó el Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS), una lista de los beneficios mínimos a los que tiene derecho una persona afiliada de la salud pública, mixta o privada.
Desde 2021 dicho plan incorpora las enfermedades mentales. Sin embargo, empleó una antigua clasificación de la OMS, conocida como CIE-10, que caracterizaba a la transexualidad como un trastorno mental. Desde 2022, la misma organización dejó de emplear dicha descripción.
El Ministerio de Salud explicó en su momento que al actualizar el PEAS utilizó la clasificación de la OMS que sigue vigente en Perú a la espera de que "se inicie la implementación progresiva" del nuevo manual de enfermedades, "tal como ocurre en otros países". No obstante, los grupos LGBTI+ se movilizaron contra la norma por considerar que el Gobierno les estaba estigmatizando como personas enfermas mentales.
La ONG Human Rights Watch (HRW) también llamó la atención sobre los efectos nocivos de un "decreto sesgado y poco científico". Advirtió que "patologizar de manera oficial a las personas LGBT (...) puede socavar gravemente los esfuerzos por mejorar la protección de los derechos basados en la orientación sexual y la identidad de género".
Perú no reconoce el matrimonio ni la unión civil entre personas homosexuales ni permite que quienes son trans incluyan en sus documentos su identidad de género.
ama (afp, efe, reuters)
Los derechos LGBTI en América Latina y el mundo
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Cuando amar es un delito
Un tercio de los países del mundo criminalizan las relaciones sexuales consensuadas entre personas del mismo sexo. En nueve de ellos la pena puede ser la muerte. Frente a esto, el matrimonio igualitario es legal poco más de 20 Estados. Y a veces ni siquiera en todo el país: en México, por ejemplo, solo nueve estados de la república reconocen este derecho humano. El camino por recorrer es largo.
Argentina, pionera en Latinoamérica
Argentina fue el primer país del continente latinoamericano en reconocer a las parejas homosexuales el derecho al matrimonio, en el año 2010. Se convirtió en el décimo país del mundo en hacerlo. Brasil y Uruguay siguieron sus pasos en 2013. Los avances han sido múltiples en estos años, pero los activistas recuerdan que no es este el único ámbito donde homosexuales y bisexuales son discriminadas.
La batalla cotidiana de las personas transexuales y transgénero
Las personas trans son uno de los grupos más vulnerables de nuestras sociedades. Según la CIDH, el 80% de las mujeres trans latinoamericanas mueren antes de los 35 años. Documentación, salud, trabajo... la transfobia construye muros en todos los ámbitos del día a día. Argentina, una vez más, fue pionera en reconocer sus derechos. Aunque las leyes siguen estando por lo general incompletas.
España y Alemania lideran la aceptación a escala mundial
España es el país del mundo más "tolerante", según el Pew Research Center. Aun así, el odio sigue golpeando: en 2017 se denunciaron solo en la capital, Madrid, 287 ataques homófobos. Y se calcula que hay muchos más ataques que denuncias. Alemania queda en segundo lugar en el ranking de aceptación. Eso sí, de ahí a la igualdad real hay un largo trecho, critican los activistas.
La UE, dividida por la igualdad
Las actitudes hacia el matrimonio entre personas del mismo sexo dibujan un claro contraste entre dos mitades del bloque comunitario: mientras que en las naciones occidentales la mayoría de los países apoya su legalización, en los países orientales señalados en rojo hay una férrea resistencia social al respecto. El tema está lejos de generar consensos políticos.
Cuando el odio mata
Los asesinatos de miembros de la comunidad LGBTI son la dimensión más sangrienta de esta forma de intolerancia. El estudio de una red de ONG puso cifras a esta dura realidad. Honduras sería el país más peligrosos para las minorías en números relativos. No obstante, estas cifras también ponen de relevancia la invisibilidad de estos asesinatos en los registros oficiales.
Los más vulnerables
Dentro de las minorías también hay minorías. Según otra investigación, Brasil y México encabezan los registros absolutos de asesinatos por razón de identidad de género en Latinoamérica. En términos relativos, no obstantem Honduras y El Salvador acumulan más casos. De nuevo, estos son solo los números que logran recabar los colectivos trans.Allá donde ellos no llegan, la muerte no hace tanto ruido.