Perú: la crisis que enfrenta al Gobierno con el Parlamento
15 de septiembre de 2017Desde que Pedro Pablo Kuczynski llegó a la Presidencia de Perú el año pasado (2016), la oposición liderada por el fujimorismo le ha hecho el camino difícil, por decirlo de alguna forma. Ambas fuerzas políticas han protagonizado una tensión que se ha incrementado con el paso de los meses, y que ha tenido su punto culminante con la disolución del Gabinete por parte del Parlamento peruano.
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El rechazo de los profesores a la reforma educacional, que contempla evaluaciones periódicas a los docentes, y que el presidente peruano ya anunció mantendrá en su agenda de gobierno, ha sido el detonante de una pugna más profunda. Así, la huelga de profesores que se inició a fines de mayo y que tuvo a los alumnos peruanos a punto de perder el año escolar, hizo que el Congreso cuestionara el actuar de la ministra de Educación, Marilú Martens, lo que derivó en la petición del voto de confianza por parte del ahora exprimer ministro Fernando Zavala. La iniciativa buscaba evitar la censura a la titular de Educación, lo que terminó finalmente con la suspensión de todo el equipo ministerial de Kuczynski.
Mientras los medios internacionales plantean el actual escenario en Perú como una crisis, para el analista político Fernando Tuesta todavía no estamos frente a un momento de quiebre absoluto. "Quizás este ha sido el último episodio de una relación que puede derivar en una crisis”, dice.
"Lo que tenemos aquí es un régimen presidencialista sui generis, con un partido con mayoría absoluta en el Congreso, el partido fujimorista Fuerza Popular (FP), que cuenta con 71 de los 130 escaños que hay en el Parlamento. Ese mismo partido ha hecho interpelaciones y censurado. Frente a lo cual el gobierno por primera vez ha solicitado el voto de confianza para el gabinete, forzando a la oposición a quemar una de sus balas, pues la Constitución señala que si el Parlamento censura a dos gabinetes en cinco años, el presidente puede disolver el Legislativo y llamar a una nueva elección parlamentaria”, dice Tuesta, que también es profesor de la Pontificia Universidad Católica de Perú.
El académico destaca que con esta movida política el Gobierno ha intentado frenar los ímpetus opositores del Legislativo, por lo que "en adelante, una segunda censura al nuevo gabinete que debe ser nombrado en un máximo de 72 horas, significaría la pérdida de los escaños en el Congreso, algo que nunca ha ocurrido en el país”.
¿Que sucederá ahora?
El nuevo gabinete que conforme el presidente Kuzcynski puede estar formado por los mismos integrantes del equipo recientemente disuelto. El mandatario peruano no está obligado a cambiar a todos los ministros, le bastaría con cambiar a Martens y Zavala de cartera y mantenerlos en el equipo de Gobierno, lo que sería visto políticamente como una provocación. "El presidente no está limitado, ni prohibido de mantener el mismo gabinete, solo debe cambiar la cabeza de este; si hace eso, sería una actitud de defesa de su equipo aunque sea tomado como una suerte de bravata”, señala el doctor en Ciencias Sociales Fernando Tuesta.
Y agrega, "es poco probable que el Parlamento vuelva a censurar al gabinete, por dos razones: primero, porque nunca se ha dado en el Perú, y segundo, porque frente a una nueva elección parlamentaria, Fuerza Popular puede perder la mayoría absoluta, sobretodo considerando que de los 73 escaños que conquistó el fujimorismo, sólo 11 son militantes del partido. El resto no estaría dispuesto a perder su asiento en el Congreso”.
Algo parecido opina Carlos Novoa, analista político e internacional, quien destaca que en este momento "la pelota está en manos del presidente. Lo que se espera es ver a quién va a nombrar como primer ministro. No creo que Kuczynski busque una confrontación con el Congreso, aunque sin duda la presentación del nuevo gabinete ayudará a medir fuerzas en ambos lados. En ese sentido, creo que el presidente designará a un jefe de ministros con capacidad de diálogo, que pueda crear consensos, que es lo que se necesita en este minuto. Es posible que mantenga a Zavala en Economía, lo que no generaría mayor problema, pero ratificar a Martens en Educación seria visto negativamente, porque era a ella a quien quería censurar el Parlamento. Sin embargo, también tendría una lectura política que habla de mantener la línea de reforma educativa que ha planteado el presidente hasta ahora”, dice el académico de la Universidad de Lima.