Perú: protestas contra cardenal "misógino" y "homófobo"
7 de agosto de 2016
La polémica con Juan Luis Cipriani, primer miembro del Opus Dei en llegar a cardenal en el mundo, se produce en medio de tensiones por el fuerte incremento de la violencia machista en Perú.
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Decenas de personas se concentraron en Lima frente a los estudios de la radio RPP para exigir que se retire del aire el programa del cardenal Juan Luis Cipriani por su contenido "misógino" y "homófobo".
"No más machistas homófobos en los medios", "Cipriani nunca más", "Las mujeres no provocan", "Creo en un dios que repudia a los que maltratan y violentan", "Sin Estado laico no hay democracia", decían algunas de las pancartas exhibidas por los manifestantes. La concentración transcurrió en forma pacífica y los policías que resguardaban a la radio no tuvieron necesidad de actuar.
"Por culpa de la mujer"
Cipriani, que genera polémica recurrente por opiniones tildadas de ultraconservadoras, volvió a causar malestar la semana pasada cuando, en su programa "Diálogos de Fe", insinuó que las mujeres tienen responsabilidad en los ataques sexuales que sufren.
"Las estadísticas nos dicen que hay abortos de niñas, pero no es porque hayan abusado de las niñas, sino porque, muchas veces, la mujer se pone, como en un escaparate, provocando", afirmó en esa ocasión el arzobispo de Lima.
"Opiniones desafortunadas"
En medio de las críticas, Cipriani presentó el lunes disculpas "a quienes pudieron haberse sentido ofendidos con unas opiniones o declaraciones que son desafortunadas", pero también cargó contra quienes lo critican con, según él, "una campaña de calumnia y maltrato".
Cipriani, de 72 años, primer miembro del Opus Dei en llegar a cardenal en el mundo, tiene desde hace más de una década su programa semanal en RPP, la radio más escuchada del país. El espacio también es propagado por en canal de televisión de la misma empresa.
Tensión por violencia de género en Perú
La polémica se produce en momentos en que en el Perú hay tensión por el fuerte incremento de agresiones de género contra mujeres y la ineficiencia de la Justicia, la Policía y la sociedad en general para enfrentar el fenómeno.
Para la semana próxima está programada una marcha contra ese tipo de violencia, de la que se anticipa que será una de las más grandes movilizaciones vistas en el Perú.
RML (dpa, peru21.pe)
Ataques con ácido: historias de sobrevivientes
En distintos países del mundo, los ataques con ácido son una más de las formas de ejercer violencia contra la mujer. Un delito que, al menos en Colombia, recibirá ahora sanciones más duras.
Los ataques con ácido son una forma premeditada de violencia que afecta principalmente a mujeres. La mayoría no muere, sino que queda desfigurada por las quemaduras, a veces ciega o mutilada. El agresor infringe así un daño que acompaña de por vida, con severas secuelas físicas y sicológicas. La colombiana Nubia Espitia fue atacada por desconocidos en plena calle en 2008.
Imagen: AFP/Getty Images/L. Acosta
Ley Natalia Ponce de León
Unos mil ataques con ácido se han registrado en la última década en Colombia. El de Natalia causó conmoción, por la gravedad de las lesiones. A través de su Fundación, la joven ha dado una batalla incansable por endurecer las penas. Esta semana, el Congreso finalmente aprobó la ley que tipifica el delito de ataque con ácido y fija condenas de hasta 50 años de cárcel y elevadas multas.
Imagen: Claudia Rubio/El Tiempo Bogota Colombia
Esperanza de nueva vida
Cuando era un bebé de seis semanas, Durjoy, de Bangladesh, fue rociado por una tía que temía perder una herencia a causa del niño. Con la ayuda de voluntarios de Acid Survivors Trust International (ASTI) está saliendo adelante. Esta organización apoya a las víctimas e impulsa medidas para evitar nuevos casos, especialmente en India, Pakistan, Uganda, Nepal, Bangladesh y Colombia.
Imagen: ASTI
Sueños de sobrevivientes
El proyecto “Invisible” de la fotógrafa alemana Ann-Christine Woehrl, retrata a mujeres víctimas del ácido en diferentes países y cómo están rehaciendo sus vidas. Makima, de la India, fue atacada por la madre de su vecino, por haber rechazado la propuesta de matrimonio de éste. Su sueño es convertirse en policía y luchar por que haya más justicia.
Violencia dentro del hogar
Farida vive en Bangladesh. Hace más de 15 años quiso dejar a su marido, drogadicto y jugador, quien había perdido tanto dinero que tuvo que vender la casa. Mientras Farida dormía, él le echó ácido encima y cerró la puerta con llave. Los vecinos llegaron alertados por los gritos. Estuvo seis meses en el hospital. Gracias a Acid Survivors Foundation de Bangladesh ha podido rehabilitarse.
Por apoyar a su hermano en su decisión de no aceptar un matrimonio arreglado, Nusrat, de Pakistán, fue atacada por su marido y su cuñado hace seis años. Del ataque recuerda que sus ropas se destruyeron y su cuerpo cayó como consumido por el fuego. Gracias al apoyo de una organización local se capacitó para trabajar en un salón de belleza.
Sidra, de Pakistán, quedó casi ciega por el ataque que sufrió en 2011. Estaba alojando donde una amiga y en medio de la noche el hermano de ésta trató de molestarla. La madre lo instó a arrojarle ácido para evitar que Sidra causara un escándalo. Aunque el agresor recibió un condena de 25 años de cárcel, lo habitual es que las penas sean bajas o que el criminal incluso nunca enfrente la justicia.
Flavia tiene 25 años y fue atacada hace seis, al regresar a casa una noche. No vio a su agresor y hasta hoy no sabe quién fue. Como otras sobrevivientes, tuvo una fuerte depresión. Pasó mucho tiempo sin querer salir de casa y con mucho miedo. Con el tiempo ha aprendido a aceptarse, tener confianza en sí misma y mostrar todo lo que puede. Con sus mejores amigas, vuelve a reír.