El encuentro presidencial y tercer gabinete binacional entre ambos países concluyó en Lima también con otros compromisos, como el de impulsar el tren bioceánico o limpiar el contaminado lago Titicaca.
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El presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, y su homólogo boliviano, Evo Morales, mantuvieron este viernes (01.09.2017) un encuentro en Lima para acordar proyectos de integración como la construcción del tren bioceánico y un megapuerto, en el marco del tercer gabinete bilateral entre ambos países. Los mandatarios abordaron el plan para que Bolivia amplíe el puerto peruano Ilo, en el departamento sureño de Moquegua, y pueda comerciar, mediante éste, con mercados en altamar. "Es algo ya se ha firmado varias veces, y queremos que sea realidad; en eso me comprometo", dijo Kuczynski.
El presidente peruano destacó también que ambos países trabajarán intensamente para limpiar el lago Titicaca, que comparten en la frontera altiplánica, pues "se está contaminando a un ritmo galopante". "No podemos permitir que esta riqueza del mundo se desperdicie y deteriore", sostuvo el presidente peruano sobre el lago navegable más alto del mundo, a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar. "Qué bueno sería que América Latina aproveche sus recursos naturales y sea uno de los territorios más importantes del mundo", agregó Morales.
Tren bioceánico: países entrelazados pese a diferencias ideológicas
Otro de los temas tratados en la reunión, que duró unas cuatro horas, fue la construcción de un tren bioceánico que parta desde Brasil, pase por Bolivia y llegue hasta los puertos del Perú. "El estudio (desde Perú), está en vías de iniciarse y yo estoy convencido de que este proyecto será realidad y que podremos entrelazar nuestros dos países aún más", apuntó Kucyznski.
Tras el encuentro, en el que participaron ministros y viceministros, también se firmaron acuerdos sobre seguridad y defensa, economía, integración social y gobernanza. "Esto demuestra que en las reuniones no necesitamos organismos externos que resuelvan nuestros problemas. Como países de Sudamérica tenemos soberanía por encima de nuestra situación económica y social", dijo Morales. Su sintonía en aspectos bilaterales con Kuczynski, que representa a la derecha liberal en América Latina, contrasta con sus diferencias ideológicas.
"Es un derecho tener diferencias ideológicas. Cada país tiene su particularidad y propio programa, pero es nuestra obligación colaborar conjuntamente para nuestros pueblos, más todavía cuando somos países vecinos", dijo Morales. Otros acuerdos adoptados durante el gabinete binacional fueron el compromiso en continuar los estudios para la interconexión eléctrica de ambos países y en impulsar medidas conjuntas para combatir y prevenir la delincuencia organizada en las zonas fronterizas, especialmente el narcotráfico y la minería ilegal.
LGC (dpa/EFE)
Indígenas amazónicos amenazados por la exploración petrolífera
La petrolera colombo-canadiense Pacific Rubiales explora tierras habitadas por los matsés y sus vecinos "no contactados" en Perú y Brasil. El proyecto amenaza la vida indígena, denuncia Survival International.
Imagen: Christopher Pillitz
El "pueblo del jaguar"
Cerca de 2.500 indígenas matsés (llamados “mayorunas” en Brasil) viven en la ribera del río Yaquerana, en la frontera entre Brasil y Perú. Junto con el pueblo indígena matis –al que los une un cercano parentesco, así como el modo en que decoran sus rostros evocando los bigotes y dientes de un gran felino– se les conoce como “el pueblo del jaguar”.
Imagen: Christopher Pillitz
Sin fronteras, con vecinos ''aislados''
Para los matsés, la frontera peruano-brasileña no existe: sus arroyos, planicies aluviales y selvas de arena blanca conforman un solo territorio ancestral. En él viven también pueblos indígenas en situación de “aislamiento voluntario”, tanto en Perú como Brasil.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Cazadores y recolectores
Son expertos en el uso de arcos y flechas para la caza de monos araña, pecaríes o puercos almizcleros de hocico blanco, tapires, monos lanudos y armadillos. Decoran las varillas de sus flechas de caña con hilo de algodón y un tipo de hierba dorada. En la estación seca, recolectan huevos de tortugas fluviales.
Imagen: Christopher Pillitz
''No comemos alimentos de la fábrica''
Los matsés cultivan además una amplia variedad de vegetales en sus huertos, entre ellos, alimentos esenciales en su dieta como plátanos y yuca. “No comemos alimentos de la fábrica (…), por eso necesitamos espacio para cultivar nuestra propia comida”, explica Antonina Duni, una mujer matsés, a los visitantes de Survival International.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Elíxir... de plátano
Las mujeres matsés se encargan de preparar el chapo, una bebida dulce de plátano. La fruta madura siempre está hirviendo en el hogar de los matsés. Luego, su masa se exprime a través de un colador hecho con hojas de palma. La bebida resultante se sirve caliente, junto al fuego. Muchos la beben mientras se mecen sobre una hamaca.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Pescadores precavidos
Para proteger sus tierras, evitan agotar el suelo y las poblaciones de animales y peces alternando los lugares donde cazan y pescan.
Imagen: Alison Wright
Fuerza de rana
Para provocar un sentimiento de claridad, visión y fuerza que puede durar varios días, los matsés se aplican veneno de rana antes de sus partidas de caza. Recogen el fluido de una rana verde conocida como "acate" frotando la piel del animal con un palo y se lo aplican luego a sí mismos en pequeños agujeros quemados en la piel.
Imagen: James Vybiral/Survival International
Energía de tabaco
Los hombres matsés soplan también tabaco, o polvo de “nënë”, por la nariz de otros hombres para darles mayor fuerza y energía.
Imagen: James Vybiral/Survival International
Contacto y enfrentamiento
Los matsés fueron contactados por primera vez en 1969 por un grupo misionero estadounidense, que llegó a la región tras enfrentamientos violentos entre los indígenas y colonos locales que pretendían construir una carretera a través de este territorio. Desde el primer contacto, muchos matsés han muerto por enfermedades como malaria, tuberculosis, desnutrición y hepatitis.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Amenaza para la supervivencia
Desde 2012, la petrolera canadiense Pacific Rubiales explora tierras habitadas por los matsés y sus vecinos no contactados. La construcción de cientos de líneas sísmicas y la excavación de pozos a través de 700 kilómetros cuadrados de selva amenazará las cabeceras de tres ríos esenciales para la supervivencia de los matsés y sus vecinos, denuncia la organización Survival International.