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Periodismo: amenzas reales en la era virtual

20 de junio de 2017

En la era de las “post-verdades” y las “fake news”, también siguen existiendo amenazas nada virtuales, que ponen en riesgo incluso la vida de periodistas. Una conversación con colegas latinoamericanos en Bonn.

Mexiko Protest gegen den Mord an den Journalisten Ricardo Monlu
Imagen: picture-alliance/ZUMAPRESS.com/El Universal/P. Morales

Los desafíos del periodismo, y de los periodistas de carne y hueso, son hoy más complejos que nunca, en una realidad en que el reto de las nuevas tecnologías –con un mundo de posibilidades y también de trampas- se suma al antiguo, con escenarios de represión y de violencia que distan de haber desparecido de la faz de la Tierra. Sobre ello se discute en el Global Media Forum, que convierte por estos días a la ciudad de Bonn en lugar de encuentro de periodistas del mundo entero, y también de América Latina.

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Son desafíos concretos, que en algunos casos, suponen incluso poner en peligro la propia vida. La periodista mexicana Norma Trujillo, del periódico La Jornada, de Veracruz, conoce el precio de informar sobre la corrupción, la violencia y los efectos de la guerra contra el narcotráfico. Ha recibido amenazas de muerte más de una vez. En un pequeño círculo de periodistas latinoamericanos, cuenta que ha recurrido a medidas de protección, "no tanto porque crea en ellas, sino para asegurar que si algo me ocurre, se sepa”. Habla del amedrentamiento que sufren ella y muchos de sus colegas, y de la iniciativa en la que participa en pro de una protección integral de los profesionales de la prensa, incluyendo desde garantías para su seguridad física hasta sueldos dignos que permitan la subsistencia.

Mayeli Sánchez, especialista mexicana en seguridad digital, se ha dedicado especialmente a respaldar en este terreno a defensores de los Derechos Humanos y periodistas. Su relato coincide con el de Norma Trujillo al describir los horrores de una sociedad desgarrada por la violencia y la corrupción, que permea las estructuras estatales. Cuenta, por ejemplo, que los reporteros gráficos para los que organizó una plataforma decidieron no publicar todas sus fotos, por lo truculentas que eran. Ella si las vio. Y prefiere no describirlas, "para que no se queden con imágenes en la cabeza que no necesitan”.

El resguardo de las redes

El embate de la violencia que hoy pone en jaque a las instituciones en México recuerda la experiencia de Colombia,  el país de Patricia Rendón, cofundadora de la radio comunitaria Vokaribe, de Barranquilla. La tecnología le permite gestionar proyectos y coordinar desde Leipzig, permaneciendo al mismo tiempo ligada al pulso de su ciudad. Son las ventajas de esta era digital, que también puede facilitar la difusión de informaciones con mayor margen de seguridad para los periodistas. Mayeli Sánchez enseña precisamente a moverse en este terreno.

Otra estrategia de protección para los periodistas son las redes en sí mismas. Gissela Dávila, secretaria ejecutiva de CORAPE (Coordinadora de Medios Comunitarios Populares y Educativos del Ecuador), recuerda experiencias con la difusión colectiva de información que permitió en algunos casos sortear prohibiciones locales, o evitar represalias para determinados periodistas.

Visitantes de unos 100 países han acudido al Global Media Forum de DW.Imagen: DW/K. Danetzki

Cada víctima cuenta

Pero eso no es garantía, ni solución. Jorge Cano, productor general y coordinador de Wambra Radio, de Ecuador, destaca la fuerza y articulación de las organizaciones sociales y la determinación de poner coto a la violencia desde sus primeros brotes. ¿Pero cómo enfrentar situaciones en que la violencia ya se ha desatado, como en México, convirtiéndose en pan de cada día para muchos?

El grupo de periodistas reunidos en Bonn concuerda con Patricia Rendón en que resulta clave dejar en claro que la violencia y la brutalidad no es "normal”, aunque se haya vuelto habitual. Vale para México, vale para Siria, vale para todo lugar donde conflictos de diversa índole cobran vidas. El crimen no debe dejar de ser noticia, de estremecer.

Buscar el sistema que hay tras la crisis actual, las vigas maestras de la trama de intereses subyacente, es lo que propone por su parte Mayeli Sánchez. Como Norma Trujillo, conoce de cerca la crudeza de la realidad en México, donde la gran mayoría de los crímenes queda en la impunidad. Una realidad que pone a prueba cada día el valor de muchos periodistas, que se juegan la vida en el intento de arrojar luz en el turbio entrevero del crimen y la corrupción que ha permeado las estructuras del país.

Autora: Emilia Rojas Sasse (VT)

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