En la era de las “post-verdades” y las “fake news”, también siguen existiendo amenazas nada virtuales, que ponen en riesgo incluso la vida de periodistas. Una conversación con colegas latinoamericanos en Bonn.
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Los desafíos del periodismo, y de los periodistas de carne y hueso, son hoy más complejos que nunca, en una realidad en que el reto de las nuevas tecnologías –con un mundo de posibilidades y también de trampas- se suma al antiguo, con escenarios de represión y de violencia que distan de haber desparecido de la faz de la Tierra. Sobre ello se discute en el Global Media Forum, que convierte por estos días a la ciudad de Bonn en lugar de encuentro de periodistas del mundo entero, y también de América Latina.
Son desafíos concretos, que en algunos casos, suponen incluso poner en peligro la propia vida. La periodista mexicana Norma Trujillo, del periódico La Jornada, de Veracruz, conoce el precio de informar sobre la corrupción, la violencia y los efectos de la guerra contra el narcotráfico. Ha recibido amenazas de muerte más de una vez. En un pequeño círculo de periodistas latinoamericanos, cuenta que ha recurrido a medidas de protección, "no tanto porque crea en ellas, sino para asegurar que si algo me ocurre, se sepa”. Habla del amedrentamiento que sufren ella y muchos de sus colegas, y de la iniciativa en la que participa en pro de una protección integral de los profesionales de la prensa, incluyendo desde garantías para su seguridad física hasta sueldos dignos que permitan la subsistencia.
Mayeli Sánchez, especialista mexicana en seguridad digital, se ha dedicado especialmente a respaldar en este terreno a defensores de los Derechos Humanos y periodistas. Su relato coincide con el de Norma Trujillo al describir los horrores de una sociedad desgarrada por la violencia y la corrupción, que permea las estructuras estatales. Cuenta, por ejemplo, que los reporteros gráficos para los que organizó una plataforma decidieron no publicar todas sus fotos, por lo truculentas que eran. Ella si las vio. Y prefiere no describirlas, "para que no se queden con imágenes en la cabeza que no necesitan”.
El resguardo de las redes
El embate de la violencia que hoy pone en jaque a las instituciones en México recuerda la experiencia de Colombia, el país de Patricia Rendón, cofundadora de la radio comunitaria Vokaribe, de Barranquilla. La tecnología le permite gestionar proyectos y coordinar desde Leipzig, permaneciendo al mismo tiempo ligada al pulso de su ciudad. Son las ventajas de esta era digital, que también puede facilitar la difusión de informaciones con mayor margen de seguridad para los periodistas. Mayeli Sánchez enseña precisamente a moverse en este terreno.
Otra estrategia de protección para los periodistas son las redes en sí mismas. Gissela Dávila, secretaria ejecutiva de CORAPE (Coordinadora de Medios Comunitarios Populares y Educativos del Ecuador), recuerda experiencias con la difusión colectiva de información que permitió en algunos casos sortear prohibiciones locales, o evitar represalias para determinados periodistas.
Cada víctima cuenta
Pero eso no es garantía, ni solución. Jorge Cano, productor general y coordinador de Wambra Radio, de Ecuador, destaca la fuerza y articulación de las organizaciones sociales y la determinación de poner coto a la violencia desde sus primeros brotes. ¿Pero cómo enfrentar situaciones en que la violencia ya se ha desatado, como en México, convirtiéndose en pan de cada día para muchos?
El grupo de periodistas reunidos en Bonn concuerda con Patricia Rendón en que resulta clave dejar en claro que la violencia y la brutalidad no es "normal”, aunque se haya vuelto habitual. Vale para México, vale para Siria, vale para todo lugar donde conflictos de diversa índole cobran vidas. El crimen no debe dejar de ser noticia, de estremecer.
Buscar el sistema que hay tras la crisis actual, las vigas maestras de la trama de intereses subyacente, es lo que propone por su parte Mayeli Sánchez. Como Norma Trujillo, conoce de cerca la crudeza de la realidad en México, donde la gran mayoría de los crímenes queda en la impunidad. Una realidad que pone a prueba cada día el valor de muchos periodistas, que se juegan la vida en el intento de arrojar luz en el turbio entrevero del crimen y la corrupción que ha permeado las estructuras del país.
Autora: Emilia Rojas Sasse (VT)
Libertad de prensa: periodistas en la mira (02.05.2017)
Perseguidos, detenidos, torturados, asesinados: los periodistas son atacados por gobiernos, carteles o extremistas religiosos. En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, DW les presenta a algunas víctimas. (02.05.2017)
Imagen: Getty Images/AFP/S. Hamed
China: Gao Yu
Periodistas disidentes, blogueros y activistas viven en China bajo una gran presión. Gao Yu, exr colaboradora de DW, fue detenida en 2014 y condenada en abril de 2015 a siete años de prisión por supuesta “filtración de secretos de Estado”. Bajo la presión internacional se le permitió salir de la cárcel y cumple su condena bajo arresto domiciliario.
Imagen: DW
Rusia: Nikolai Andruschtchenko
Tras una golpiza en calles de San Petersburgo, Nikolai Andruschtschenko sucumbió a sus heridas el 19 de abril de 2017, a los 73 años de edad. El periodista escribió sobre violaciones de los derechos humanos y delincuencia. En su último reportaje, Nikolai Andruschtchenko investigó sobre cómo el presidente Wladimir Putin había llegado al poder.a través de enlaces criminales y la KGB.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Usov
México: Miroslava Breach
Miroslava Breach fue literalmente ejecutada, al frente de su casa, el 23 de marzo de 2017 por un sicario que le dio ocho disparos en la cabeza. La periodista informaba sobre la corrupción y los crímenes de los carteles mexicanos de la droga. Miroslava Breach es una de los tres periodistas asesinados en marzo en México.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/C. Tischler
Irak: Shifa Gardi
La reportera Shifa Gardi murió el 25 de febrero de 2017, cuando una mina explotó en uno de los frentes de la guerra en el norte de Irak. Nacida en Irán, trabajaba para el canal de noticias kurdo Rudaw en Erbil e informaba sobre la lucha entre las fuerzas iraquíes y las milicias islamistas. En cercanías de Mossul, el Estado Islámico acostumbra a secuestrar, desterrar y matar a periodistas.
Imagen: picture alliance/dpa/AA/F. Ferec
Bangladesch: Avijit Roy
"Mukto Mona" o "Espíritu libre" era el nombre del blog crítico del islamismo radical de autoría de Avijit Roy, un "humanista secular". Avijit Roy vivía en EE. UU., desde donde viajó a la Feria del Libro a Dacca en febrero de 2015. Allí, fanáticos religiosos lo descuartizaron en la calle a machetazos. En Bangladesh, los bloggers siguen siendo perseguidos y asesinados por extremistas.
Imagen: Getty Images/AFP/M. U. Zaman
Arabia Saudí: Raif Badawi
A diez años de prisión y 1.000 latigazos fue condenado este activista internáutico por haber, supuestamente, “insultado el Islam”. Raif Badawi se encuentra en prisión desde 2012. En enero de 2015 fue azotado públicamente por primera vez. Canadá le ofreció asilo a su esposa Ensaf Haidar y sus hijos.
Imagen: Imago/C. Ditsch
Turquía: Deniz Yücel
El periodista germano-turco Deniz Yücel se encuentra en una prisión turca desde febrero de 2017. Las acusaciones contra el corresponsal del diario berlinés "Die Welt": propaganda terrorista e incitación a la rebelión. Las autoridades, empero, no han presentado una sola evidencia. Más de 140 trabajadores de los medios han sido detenidos desde el intento de golpe de Estado en julio de 2016.
Imagen: picture-alliance/dpa/C.Merey
Azerbaiyán: Mehman Huseynov
Huseynov, uno de los videobloggeros más populares Azerbaiyán, publica una revista digital sociopolítica en la que critica la corrupción y violaciones de derechos humanos. Su campaña "caza de funcionarios corruptos" apunta a los más altos cargos involucrados en casos de corrupción en su país. Ha sido amenazado en repetidas ocasiones y condenado en marzo de 2017 por difamación a dos años de prisión.
Imagen: twitter.com/mehman_huseynov
Venezuela: Braulio Jatar
El periodista chileno-venezolano Braulio Jatar, editor del portal Reporte Confidencial, fue detenido el 3 de septiembre de 2016 por presunta "legitimación de capitales". Se cree empero, que su aprehensión se debe a que fue uno de los primeros en dar a conocer el cacerolazo a Nicolás Maduro en Villa Rosa, Nueva Esparta. “Braulio Jatar lleva 8 meses preso por informar", dijo su hermana Ana Julia.
Imagen: el-nacional.com
Cuba: Detenciones temporales, ¿la nueva estrategia contra la prensa?
Maykel González, de El Estornudo, fue retenido el 24 de abril en la Universidad Central Marta Abreu, cuando hacía reportaje sobre expulsión de la estudiante Karla Pérez. El periodista fue interrogado varias horas y confiscados sus equipos. Por otro lado, Reporteros sin Fronteras recuerda a Yoeni Guerra, de Yayabo Press, preso desde el 13 marzo 2014, y José Torres, de Granma, desde mayo de 2011.