Birmania: 11 años de cárcel para periodista estadounidense
12 de noviembre de 2021
Danny Fenster fue sentenciado por criticar a la junta militar y asociación ilegal. También fue acusado de terrorismo y sedición, todos “cargos inventados”, dice HRW.
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Un tribunal de Birmania condenó este viernes (12.11.2021) a once años de cárcel al periodista estadounidense Danny Fenster, por distintos delitos, entre ellos el de violar una ley que castiga a quien trate de deslegitimar a la junta militar que desde febrero gobierno a este país del sudeste asiático, y que asfixia a la prensa desde que perpetró el golpe de Estado.
"Danny Fenster fue condenado a 11 años de detención por incitación a la disidencia, asociación ilegal y vulneración de la ley sobre los visados", declaró su abogado Than Zaw Aung, agregando que su cliente aún no ha decidido si apelará o no el fallo. El reportero, encerrado en una cárcel de la junta militar en Rangún, fue acusado además hace dos días por terrorismo y sedición, cargos que le pueden acarrear una condena de por vida.
Según el portal de noticias Frontier, para el que el profesional trabajaba, tres años de cárcel son por violar la ley que castiga a quien deslegitime a la junta, otros tres por asociación ilegal y cinco por quebrantar la ley inmigratoria. El medio añadió que los cargos se basan en la acusación de que Fenster trabajaba para Myanmar Now, un medio ilegalizado por los golpistas el 1 de febrero de 2021, pero el periodista había abandonado ese periódico para unirse a Frontier en julio de 2020.
Sentencia "escandalosa e inaceptable”
La decisión fue anunciada después de un juicio a puerta cerrada en un tribunal dentro de la prisión de Insein, en Rangún. "No hay ninguna prueba para condenar a Danny por estos cargos. Su equipo legal ha demostrado claramente al tribunal que había dimitido de su trabajo para Myanmar Now y trabajaba para Frontier desde mediados del año pasado", afirmó Thomas Kean, director del periódico.
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Esta sentencia es "escandalosa e inaceptable, las acusaciones fueron inventadas por completo", declaró Phil Robertson, vicedirector del departamento para Asia de Human Rights Watch. En tanto, el consultor de Crisis Group Myanmar, Richard Horsey, apuntó que "este régimen no respeta ninguna regla, está determinado a hacer lo que quiere”.
En el momento de su arresto, en el Aeropuerto Internacional de Rangún el 24 de mayo, Fenster se disponía a tomar un avión para salir del país. El hombre de 37 años había estado cubriendo el golpe militar y la posterior represión contra la disidencia. Desde el golpe de Estado, más de un centenar de periodistas han sido detenidos por las fuerzas de la junta, según datos de Reporteros Sin Fronteras.
El golpe liderado por el general Min Aung Hlaing, que derrocó a la líder civil de facto Aung San Suu Kyi, ha sumido al país en una crisis política, social y económica, así como en una espiral de violencia con el nacimiento de nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que sufre Birmania desde hace décadas.
DZC (EFE, AFP)
Crece la ira y la tristeza en Birmania
Desde el 1 de febrero, Birmania se encuentra en estado de emergencia a causa del golpe militar. Cientos de miles de personas continúan saliendo a las calles para protestar.
Imagen: REUTERS
Continúan las manifestaciones masivas
A pesar de las brutales acciones del ejército, cientos de miles de personas en Birmania protestan cada fin de semana contra el golpe militar y por el regreso de la democracia, como lo hicieron aquí, en la ciudad de Mandalay. Los tres dedos levantados de quienes protestan es una señal que hacen con la mano como gesto de protesta y que viene de la serie de películas "Los juegos del hambre".
Imagen: AP/picture-alliance
La dura represión policial
Las fuerzas de seguridad atacaron nuevamente a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas de goma. Las imágenes en las redes sociales también muestran barricadas en llamas. El 1 de febrero, los militares dieron un golpe de estado contra el gobierno de Suu Kyi. La mujer, de 75 años, había ganado las elecciones parlamentarias de noviembre pasado por un claro margen.
Imagen: AFP/Getty Images
Sin escapatoria
La policía persigue a un grupo de manifestantes por el pasillo de un edificio. A pesar de la presión internacional, los militares continúan utilizando la violencia para contener las protestas en todo el país. La enviada especial de la ONU para Birmania, Christine Schraner Burgener, pidió a los miembros del Consejo de Seguridad que escuchen los "llamados desesperados" del pueblo de Birmania.
Imagen: AFP/Getty Images
Barrera mortal de arena
Los manifestantes están bloqueando las calles en numerosas ciudades, construyendo barricadas con ladrillos y sacos de arena. Una de estas operaciones terminó fatalmente para un activista: en Mandalay, un hombre recibió un disparo fatal en el cuello. El joven, de 26 años, había ayudado a levantar barricadas para detener a las fuerzas de seguridad.
Imagen: STR/AFP/Getty Images
Resistencia de muchos
Un soldado vigila a un hombre en las calles de Mandalay. La resistencia en Myanmar cuenta con el apoyo de actores muy diferentes: jóvenes manifestantes y la llamada "Generación Z", pero también del "Movimiento de Desobediencia Civil". Después del golpe, los médicos y enfermeras inicialmente se negaron a trabajar bajo el gobierno militar.
Imagen: AFP
Imágenes prohibidas
Jóvenes manifestantes con escudos protectores hechos por ellos mismos y policías se enfrentan en las calles de las ciudades. Muchas personas en Myanmar apenas ven imágenes de este tipo o similares. La junta militar está tratando de detener la difusión de información sobre las protestas y su represión bloqueando Internet y censurando la red social Facebook.
Imagen: REUTERS
El poder de las faldas
Los manifestantes están utilizando un medio muy inusual: las tradicionales faldas de mujer. Las llamadas "longyui" se cuelgan de cuerdas en las calles de la ciudad y tienen como objetivo evitar que las fuerzas de seguridad utilicen la violencia contra los manifestantes. Esto tiene que ver con la creencia popular de que las faldas de estas mujeres pueden debilitar la fuerza de los hombres.
Imagen: Theint Mon Soe/Zuma/imago images
Superstición y barrera de género
Algunos soldados se niegan a tocar una 'longyi' femenina (falda) por temor a que esto les arruine la suerte en el combate. "Cuando los residentes cuelgan su 'longyi', ellos (soldados y policías) no pueden salir a la calle, primero tienes que quitarlas del camino", explica Thinzar Shunlei Yi, un manifestante de Yangon.
Imagen: AFP
Crece el número de muertos
Los familiares lloran en Yangon junto al lugar donde murió un familiar durante las protestas. Según las Naciones Unidas, al menos 55 personas han muerto desde el golpe militar a principios de febrero. Solo el miércoles (03.03.2021), 38 personas murieron en las manifestaciones. El número podría seguir aumentando, muchas personas resultaron heridas, algunas de gravedad.
Imagen: REUTERS
El dolor es grande, el enojo también
También en este funeral en Rangún, los manifestantes levantan la mano en un gesto simbólico de batalla. Las personas a las que lloran fueron baleadas en una protesta, al igual que este joven que se puede ver en la imagen. "Lucharemos hasta el final. La revolución debe ganar": así terminan muchas entrevistas con manifestantes, como informa en Twitter el periodista Cape Diamond.