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Periodistas de México: “Los auténticos héroes”

1 de febrero de 2022

Otro crimen enluta a la prensa mexicana. Y también en la prensa internacional duele el asesinato de un cuarto periodista en el primer mes de este año, en una vorágine de violencia que no cesa.

Mexiko Protest gegen Morde an Journalisten
Imagen: Daniel Cardenas/AA/picture alliance

De poco sirvieron las manifestaciones de los periodistas que salieron a las calles en más de 40 ciudades de México el 25 de enero de 2022, clamando por el fin de la violencia en su contra. Pocos días después, el 31 del mismo mes, el nombre de Roberto Toledo, reportero del periódico Monitor de Michoacán, se sumó a la amarga lista de periodistas asesinados en México. Es el cuarto profesional de la prensa que sufre la misma suerte en lo poco que transcurre de este año. Le antecedieron Lourdes Maldonado (Tijuana, 23 de enero), Margarito Martínez (Tijuana, 17 de enero) y José Luis Gamboa (Veracruz, 10 de enero).

Este trágico récord ha tenido eco en la prensa alemana e internacional. "Como periodistas, nos afecta directamente y nos duele”, dice a DW Plàcid Garcia-Planas, subjefe de redacción de la sección internacional del periódico La Vanguardia, de Barcelona. "Para mí, esos periodistas locales, que están informando en primera línea, son los auténticos héroes”, subraya.

Peligro en el propio país

Garcia-Planas hizo carrera como corresponsal de guerra. Ha informado desde Afganistán y ha cubierto conflictos como el de la antigua Yugoslavia, la Guerra del Golfo y la de Irak, así que conoce de cerca el peligro. Pero hace notar que la situación es muy diferente. Porque quien va a informar de un conflicto armado lo hace voluntariamente y asume un riego por un lapso de tiempo determinado, para después regresar. 

"Yo estoy en un país europeo occidental, a mi no me pasa nada por informar”, dice, y recuerda que un solo periodista de La Vanguardia ha tenido una muerte violenta en los más de 140 años de historia de ese diario, un republicano que fue fusilado tras la guerra civil. Por eso, resalta el valor de sus colegas en situaciones como la de México: "El conflicto está en su país, ya sea una guerra, cuestión de mafias, o lo que sea, y él decide quedarse en su país para informar de lo que pasa”.

Muertos en un país sin guerra

"En ningún otro país del mundo que no esté en guerra son asesinados tantos periodistas”, dice Reporteros sin Fronteras en su último informe, y agrega: "La imbricación de la política y el crimen organizado hace mortalmente peligroso informar sobre temas sensibles como corrupción y tráfico de drogas o de personas, y paraliza la persecución judicial de delitos contra trabajadores de la prensa”. Según datos de Artículo 19, una organización que defiende el derecho a informar en México, desde el año 2000 han sido asesinados en el país más de 140 periodistas.

El mecanismo de protección no ha conseguido poner fin a la serie. Leopoldo Maldonado, director regional de Capítulo 19, fue citado por la cadena de TV alemana ARD afirmando que esos programas carecen de suficiente financiamiento y cuentan con demasiado poco personal. Subrayó, además, que ningún programa de protección puede ser eficaz, si no se investiga seriamente los crímenes. "En la mayoría de los casos ya había habido agresiones contra los periodistas, como ocurrió con Lourdes Maldonado. Los autores quedan impunes. Las investigaciones no avanzan”, dijo.

Presión social

En opinión de Plàcid Garcia-Planas, en México están fallando, en primer lugar, los políticos, y, en segundo, la Policía. "Pero a lo mejor falla la sociedad”, acota. A su juicio, la presión internacional poco puede lograr para poner coto a lo que ocurre. "El periodismo internacional solo puede denunciarlo y llorarlo”, apunta: "Quien tiene el arma más eficaz es la sociedad de ese país. Mi pregunta es, ¿está la sociedad mexicana lo suficientemente indignada con esto como para presionar a sus políticos para que hagan algo?”

La gravedad y las dimensiones de las amenazas a la prensa mexicana están a la vista. Y, pese a todo, los periodistas siguen poniendo en riesgo sus vidas para informar. El escritor y periodista de La Vanguardia los admira: "Para mí, en países como México es donde la profesión del periodismo adquiere su máxima profundidad, su máximo sentido, profundamente ético, informativo, y por lo tanto de servicio a la sociedad”.

(cp)

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