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En Alemania aún hay gran desigualdad profesional de género

8 de marzo de 2010

Todavía hay mucho camino que recorrer en cuanto a igualdad de género en Alemania, especialmente en el mercado laboral. Este Día Internacional de la Mujer es ideal para hacer un balance de la desigualdad.

Las diferencias de sueldo y ascenso entre hombre y mujer aún son grandes.Imagen: Bilderbox


En lo que respecta a la influencia de la mujer, el Parlamento alemán es un reflejo fiel de la sociedad alemana. Sólo un tercio de los diputados son mujeres. La causa reside en que las fracciones de los partidos que conforman el Gobierno está dominadas por hombres. Un dato concluyente es la cuota femenina de 13 por ciento en la Unión Social Cristiana (CSU).

Los hombres delegan tareas en el hogar, las mujeres las asumen.Imagen: AP

En comparación con lo que sucede en los niveles directivos de la economía, esta magra participación pasa a ser enorme. En 2008, en las presidencias de las 600 empresas alemanas líderes sólo un dos por ciento eran mujeres. El alto nivel educativo de las mujeres alemanas no se traduce en la posición a la que llegan profesionalmente. Y tampoco en el sueldo que perciben, ya que, por el mismo trabajo, las mujeres alemanas cobran en promedio mucho menos que los hombres. “Las mujeres ganan de hecho menos que los hombres haciendo el mismo trabajo. Esta desigualdad llega hoy a un 23 por ciento menos en las remuneraciones, y en el Oeste alemán, la brecha es de un 25 por ciento. Eso quiere decir que somos los últimos junto con otros cuatro países en Europa”, explica la diputada socialdemócrata Christel Humme.


Alemania, vagón de cola de Europa

Menos sueldo a pesar de la misma cualificación.Imagen: picture-alliance/chromorange

Hace años que Alemania se quedó atrás en cuanto a igualdad remunerativa en Europa. Y nada parecería cambiar, ni siquiera con una canciller como Angela Merkel. “El Gobierno lo sabe y, a pesar de eso, rechaza establecer cuotas vinculantes en la economía privada. Entonces se podría preguntar si cuando habla de igualdad en el terreno profesional está hablando en serio”, dice Cornelia Möhring, diputada del partido La Izquierda, con disgusto.

En varios países vecinos ya existen leyes que obligan a las empresas privadas a pagar los mismos sueldos a hombres y mujeres, y también a emplear a un número mayor de mujeres en los cargos superiores. Pero eso no sucede en Alemania, ya que aquí la cuota de mujeres que trabajan en sectores de menor retribución es especialmente alta. Ya sean vendedoras, enfermeras, educadoras, todas ganan poco. Si además tienen empleos de medio tiempo porque no consiguen lugar en el jardín de infantes para sus hijos, se cierne sobre ellas la amenaza de llegar a la vejez en condiciones de pobreza.

Comparación de sueldos de mujeres y hombres y cuota de cuidado de los hijos en los Länder alemanes.

Los hombres delegan el trabajo familiar

La solución para lograr igualdad en el mercado de trabajo no pasa por llegar a acuerdos voluntarios, argumenta la oposición. La ministra alemana de Familia, Kristina Schröder, de 32 años, cree que tampoco está en crear regulaciones sociales. La razón, según ella, está en las normas de empleo para hombres, y es allí donde la política debe tomar la iniciativa.

“Hay una cierta tradición cultural a nivel de cargos directivos caracterizada por una élite que se puede dedicar a su carrera sin hacer concesiones, porque ha delegado su responsabilidad por los hijos y el hogar, con lo cual también ha fijado los roles para el trabajo doméstico”, dice la ministra de Familia.

El debate en el Parlamento demuestra claramente que ni siquiera las mujeres están de acuerdo en cómo lograr justicia de género en el mercado laboral alemán. Todos los años, con motivo del Día Internacional de la Mujer, se discute en a nivel parlamentario, y todos los años la Oficina Federal de Estadísticas publica nuevas investigaciones que comprueban que las mujeres están en clara desventaja.

A los hombres en el Parlamento parece no preocuparles demasiado que sus colegas del sexo femenino no tengan las mismas posibilidades que ellos de hacer carrera, y de que Alemania aún sea vagón de cola de Europa en cuanto a igualdad de género en el terreno laboral. Escucharon el debate sin demasiado interés, y luego pasaron a otro tema.

Autora: Nina Werkhäuser/ Cristina Papaleo

Editora: Emilia Rojas-Sasse

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