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Perspectivas divergentes de la V Cumbre EULAC

Mirra Banchón9 de mayo de 2008

Muchas y divergentes son las expectativas de unos y otros de la V Cumbre UELAC. Al discurso político más o menos vago, se opone uno muy claro y pragmático: las empresas europeas no quieren dejarse arrebatar el mercado.

¿La mirada hacia América Latina?Imagen: AP

Casi una decada después de haber acordado una asociación estratégica entre la Unión Europea y América Latina ha llegado, al fin, el tiempo de concretar. Ése es en resumen el objetivo que llevan en la maleta los representantes europeos a la Cumbre de Lima. También Alemania -en vísperas del encuentro y del viaje de la canciller Angela Merkel a Perú, Colombia, Brasil y México- se prepara para reabrir oficialmente una época de relaciones más intensas.

A esta declaración de las mejores intenciones –sobre todo comerciales- le siguen a renglón seguido lo que ven industriales y políticos conservadores alemanes como las dos grandes amenazas actuales para las relaciones euro latinoamericanas: por un lado, el populismo de ciertos países latinoamericanos y la consiguiente inestabilidad política, un veneno para los inversionistas; por otro, la creciente presencia comercial de China en el continente americano.

¿Redescubrir América Latina?

“En los últimos años nos hemos enfocado mucho hacia los países asiáticos”, aseveró la canciller Merkel en una conferencia, en Berlín, dedicada al futuro de América Latina y sus relaciones con Europa y Alemania”. “Y en ese tiempo, los asiáticos descubrieron América Latina”, dijo y resaltó su esperanza de “no llegar tarde” con esta nueva iniciativa enfocada a abrir nuevos mercados sobre todo para la mediana industria. “Desde Alexander von Humboldt, Alemania ha tenido relaciones con América Latina, ahora se trata de despertarlas”, anunció al respecto Christian Ruck, portavoz de política de cooperación del grupo parlamentario CDU/CSU y coautor de esta “nueva estrategia”.

Entre los puntos a favor de América Latina y el Caribe consta, en el análisis europeo, el haber logrado superar en casi todos los países las prolongadas épocas dictatoriales y haberse decidido por establecerse como estados democráticos. La balanza comercial y las materias primas son los otros factores decisivos. “Región en auge” la denomina la Cámara de Comercio e Industria Alemana que ve con buenos ojos esta pretendida intensificación de relaciones. Bodo Liesenfeld, presidente de la Asociación Latinoamericana, está lleno de optimismo: cuando se haga un nuevo balance para la siguiente cumbre, las relaciones intercontinentales tendrán “un bueno como nota”.

China: amenaza para unos, oportunidad para otros

“En todo lo que sea posible, juntemos nuestros intereses y nuestros esfuerzos”, será el lema alemán de estos encuentros, aseveró la canciller Merkel añadiendo: “Sabemos que América Latina dispone de materias primas que la hacen atractiva para los países asiáticos, pero también sabemos que para el desarrollo del continente es importante que conserven parte de los beneficios. También lo es para el medio ambiente y la biodiversidad”.

Por el contrario, la “amenaza china” la ve Soledad Alvear, senadora chilena y ex ministra de Relaciones Exteriores, mucho más pragmáticamente desde la otra orilla: “China se ha convertido en un socio importante; compra soya, cobre y otros recursos importantes en escalas nunca antes vistas en la región. Cómo convertir esa demanda para financiar grandes inversiones en infraestructura que hemos postergado”.

Y no sólo Pekín, “Corea está interesada en la región como acceso de sus manufacturas al mercado norteamericano. México, Colombia y Chile pueden potenciarse como plazas de servicio en esa dirección. La inclusión de los países asiáticos en la región no está dominada por preguntas sobre la estabilidad regional o la orientación de nuestros gobiernos. Apuestan por los acuerdos, sin preguntar por los mecanismos de regulación de conflictos o la confiabilidad de los mismos. Es un enfoque pragmático pero de insospechadas consecuencias regionales”, afirma Alvear. Los asiáticos están en la región, hacen negocios: y no preguntan. Así de claro lo ve la representante del “niño bueno” de los países latinoamericanos, aquel que junto con México fue el primero en lograr acuerdos bilaterales.

El porqué de las condiciones

Los planes de la Unión Europea para este “fascinante continente” –como coinciden en denominarlos la canciller Merkel y la comisaria Ferrero Waldner- sin embargo, pasan por las tres columnas que, por lo menos sobre el paciente papel, se estipuló en el acuerdo de asociación estratégica:

“Hace diez años la UE, América Latina y el Caribe se comprometieron en la Cumbre de Río –como ministra de Estado estuve presente- a crear una asociación estratégica biregional que creara relaciones estrechas en política, economía y cultura. La asociación incluye hoy a 60 países con más mil millones de habitantes y a los cuales les corresponde un cuarto del producto interno bruto mundial. Profundizar esta relación es una de las tareas más ambiciosas de la política europea y es indispensable, para ambos. En un mundo globalizado necesitamos esos ejes estratégicos para enfrentar los desafíos; en un mundo globalizado no existen 100 años de soledad posibles”, aseveró al comisaria Ferrero-Waldner haciendo alusión a la insistencia de los europeos en negociar con bloques y en poner condiciones a sus acuerdos comerciales.

Siga leyendo: Avanzamos, a pesar de todo

Benita Ferrero-Wlaldner, comisaria de la Unión Europea para Asuntos Exteriores

Avanzamos, a pesar de todo

A pesar de todo lo lento que puedan ir las negociaciones, Europa se ha convertido en el segundo socio comercial de la región; según datos de la UE, 70 mil millones de euros fueron exportados de América Latina a Europa en el año 2006; a 66 mil millones de euros ascendieron las exportaciones europeas a América Latina. “La UE siempre ha sido el mayor inversionista en la región”, asevera la comisaria.

Con respecto a la mentada ausencia de unidad en América Latina –uno de los motivos que se aducen para la falta de avance en los acuerdos biregionales- la canciller Merkel opinó: “No es fácil para nosotros debido a la diversidad en las corrientes políticas –y las fuertes personalidades y las oposiciones virulentas. A veces nos preguntamos, viendo la presencia de Brasil y México como economías emergentes en las cumbres del G-8, ¿por qué estos países no pueden representar los intereses de los otros? Para Europa también ha sido un proceso difícil, pero lo vamos logrando. Sólo podemos darles ánimos para unir sus intereses en vistas a un mundo globalizado”.

¿Una cumbre más?

“América Latina no debe ser tratada como bloque”

A este sueño europeo, la senadora Alvear opone la realidad latinoamericana. América Latina no debe ser tratada como bloque, plantea; no se debe esperar de ella una cohesión entre países con intereses y valores diferentes. En otras palabras, no hay que esperar a que Mercosur se consolide para establecer los acuerdos de libre comercio; propone más bien apostar por “aquellos países con quienes la UE comparte valores comunes, que han hecho esfuerzos enormes por respetar el estado de derecho por fortalecer su democracia, por suscribir tratados de libre comercio y por avanzar en el crecimiento económico y la justicia social”.

Es decir, en su opinión, la inestabilidad que se vive en otros países –“que han apostado por soluciones del pasado”- no afecta a todas las economías latinoamericanas; así que con aquellos que ofrezcan las condiciones habría que negociar. Eso sí, la senadora Alvear se pronuncia a favor de aunar esfuerzos por avanzar en las negociaciones de la Ronda de Doha, en la que se propone una apertura comercial a nivel internacional, no un comercio entre bloques.

Según la opinión europea, sin embargo, no se debe apoyar a la región sólo en proyectos económicos a corto plazo, sino que se trata de invertir para garantizar el desarrollo sostenible de esas regiones. Y una visión a largo plazo tiene que pasar necesariamente por la cohesión social.

¿Y tratar a América Latina con diferentes medidas y ritmos? “Es importante que una programación con AL se tenga en cuenta un concepto diferenciado, por eso para los países más pobres de la región como Nicaragua, Bolivia y Honduras se pondrá el acento de la cooperación en la lucha contra la pobreza y en el apoyo de los proyectos sociales; en el grupo superior el acento se pondrá en las relaciones comerciales y en la cooperación en la educación superior”, responde la comisaria.

Los temas centrales de la V Cumbre

“Los desafíos del cambio climático verán sus primeros efectos en migraciones sensibles desde ciudades costeras con profundos efectos económicos y sociales”, aseveró la senadora Alvear introduciendo un tema muy sensible: la migración, los millones de latinoamericanos que se encuentran en la UE.

En este tema, entre la mayoría de los países de América Latina y el Caribe existe un frágil consenso: pretenden lograr mejores condiciones para ellos para los millones que se encuentran en el extranjero, de los cuales dependen muchas micro y algunas macro economías. Pero, ¿qué ofrecer como Unión Europea en un tema que aún no se tiene claro al seno de la comunidad? Tanto la canciller Merkel como la comisaria Ferrero-Waldner callan en el tema, si bien esta última acepta: “En migración, las opiniones son muy divergentes. Es hora de que abramos la discusión”.

México y Chile fueron los primeros en suscribir acuerdos bilaterales con la Unión EuropeaImagen: AP

En cuanto al medio ambiente, el otro gran tema de la cumbre, las reuniones preparatorias han intentado allanar el camino. Uno de los graves asuntos a tratar será el cambio climático y allí el sensible tema de los biocombustibles y su incidencia en la crisis de alimentos que asola a algunos países del Tercer Mundo. La comisaria de Exteriores plantea, otra vez, el asunto en un conjunto: “Cambio climático, migración y cohesión social no pueden ser tratados por separado”, afirma.

Que la cumbre abrirá un nuevo capítulo en las relaciones intercontinentales predijo la comisaria de Exteriores... Como fuere y lo que saliere del magno encuentro entre los representantes de los 27 países europeos y los 33 latinoamericanos, de ser cierto lo que dicen las cámaras de comercio alemanas, las empresas alemanas y europeas están haciendo ya sus maletas con inversiones dentro.

Christian Ruck resume la postura alemana y europea pragmática y sinceramente: “No es sólo una cuestión de simpatía, sino de cuidar la seguridad común y los intereses económicos” dice recalcando: “Lo que tiene que llevarlos a preferirnos a nosotros, es que queda claro que China no podrá aportar al fortalecimiento de la democracia”.

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