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Miedo por la economía europea

5 de septiembre de 2011

Una desalentadora noticia sobre el debilitamiento laboral de EE.UU. han hecho que Europa y sus bolsas se levanten esta semana con miedo e incertidumbre. ¿Se enfrentará la economía mundial a una nueva recesión?

Caos en el Dax de Fráncfort.Imagen: dapd

La segunda semana de septiembre ha comenzado con un panorama financiero sombrío. El pesimismo por el futuro de la economía mundial han cundido el lunes en las bosas europeas tras publicación de la noticia del debilitamiento del mercado laboral estadounidense, lo que reforzó los miedos de los inversores ante una  posible recaída de la mayor economía del mundo a la recesión.

A ello se suman la supuesta presión del Gobierno italiano para que el Banco Central Europeo compre sus bonos de estado, desmentida el pasado domingo por el ministro de Relaciones Exteriores Franco Frattini, y las declaraciones de la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, en una entrevista publicada ayer por el semanario alemán "Der Spiegel", en las que afirmó que “la coyuntura mundial corre el riesgo de enfriarse y caer en una nueva recesión”.

Christine Lagarde se muestra pesimista sobre el futuro de la economía mundial.Imagen: dapd

Unas declaraciones cuyo impacto ha sido reforzado por comentarios del presidente del banco alemán Deutsche Bank Josef Ackermann, quien con un pronóstico de tintes darwinianos afirmó en un discurso en la conferencia anual de Bancos en Transición, en Francfort, que “la crisis de deuda soberana de Europa limitará las ganancias de los bancos por años y podría acabar con los más débiles“. "Las posibilidades para el sector financiero en general (...) son bastante limitadas", dijo el presidente ejecutivo del principal banco de Alemania. "El panorama para el crecimiento futuro de los ingresos es limitado, tanto por la situación actual como estructuralmente."

Echar leña al fuego

A pesar de los esfuerzos de la Unión Europea de tranquilizar a los mercados mediante las palabras del comisario de Asuntos Económicos de la UE, Olli Rehn, que aseguró hoy que “aunque el Viejo Continente crecerá menos de lo previsto en 2011, no habrá motivos para una nueva debacle”, nada ha podido evitar un desplome de las bolsas europeas. El Dax de Fráncfort alcanzó el nivel más bajo desde septiembre de 2009, y el Ibex de Madrid y el FTSE de Londres también registraron pérdidas sustanciales.

Josef Ackermann, presidente del Deutsche Bank, tampoco ve buenas perspectivas.Imagen: picture alliance/ZB

Al ambiente general de pesimismo no ayuda, desde luego, el anuncio del gobierno italiano de que “probablemente” la economía del país no cumpla los objetivos de crecimiento oficiales planeados por el Gobierno para reducir el déficit público; o el aumento de un 4% de los préstamos del Banco Central Europeo a los bancos portugueses para hacer frente a su propia deuda a causa de la incapacidad del país galo de pedir crédito a otros países; o que Finlandia haya pedido a Grecia garantías financieras a cambio de la participación finlandesa en un acuerdo de rescate firmado el pasado 21 de julio - una exigencia excepcional que ha generado críticas y peticiones de otros países de la eurozona para recibir un tratamiento similar.

Grecia, en el punto de mira

Grecia sigue pendiendo en la cuerda floja, a un paso de la salida de la Unión Europea, afianzándose en las defensas sostenidas por personalidades europeas como el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, o la canciller de Alemania, Angela Merkel. Una defensa por la estancia de Grecia en la UE que, en este último caso, muchos afirman que le ha ganado a la canciller la pérdida de las elecciones en el Estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Oocidental este pasado domingo; un golpe que, sumado a otros muchos a lo largo de este año, empieza a pasar factura a la carrera política de Angela Merkel.

Angela Merkel sigue, pese a todo, defendiendo el mantenimiento de Grecia como país miembro.Imagen: dapd

La canciller alemana, por su parte, negó hoy haber cometido un error táctico al poner los esfuerzos de su Gobierno por rescatar a la zona euro en el centro de su fallida campaña, atribuyendo los desastrosos resultados a “asuntos locales”. Pero lo cierto es que los datos hablan por sí solos: un sondeo de opinión ha revelado que dos tercios de los alemanes piensan que el Parlamento no debería aprobar más desembolsos para ayudar a Grecia o a otras economías.

Aún así, Merkel se mantiene en sus trece y afirmó hoy en Berlín, previamente a una reunión con Herman Van Rompuy para discutir propuestas para el fortalecimiento de la cooperación y la gobernanza en la zona euro, que es “políticamente necesario” que Grecia siga siendo miembro de la Unión Europea. De no ser así, podría darse un “efecto dominó que podría ser extraordinariamente peligroso para el euro”.

Autora: Lydia Aranda Barandiain / dpa / rtr
Editor: Pablo Kummetz

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