"Estamos tratando de localizar a las personas responsables. Este tipo de crímenes es penado con sentencias de prisión de entre tres meses y cinco años", dijo el investigador Peter Vogt, encargado para la prevención contra la pornografía infantil en la fiscalía de Halle.

Robin Harper, vicepresidente de Linden Lab, empresa que maneja Second Life, afirmó que investigará la identidad del responsable por las imágenes y se comprometió a entregar la información a la policía.

Sin embargo, organizaciones que protegen los derechos de la niñez han criticado a Linden Lab por no adoptar medidas para no permitir la transmisión de dichas imágenes. Los psicólogos, por su parte, temen que el juego propicie casos de abuso infantil en la vida real.

¿Ciber-violación?

No es la primera controversia de naturaleza sexual relacionada con Second Life. Recientemente ha habido acusaciones en cuanto a presuntos casos de "violación virtual" a algunas personajes del juego.

La propagación de imágenes de menores, empero, otorga una sensibilidad especial a este caso específico. La revelación fue retomada por los medios de comunicación más importantes del país; los lectores, por su parte, han reaccionado con un encendido debate a través de Internet, sobre todo en lo que respecta a las ramificaciones legales del caso.

Casi la mitad de los participantes en las charlas online no piensan que la aparición de imágenes sexuales de menores en Second Life merezca una acción policial.

"Aún cuando me parece despreciable la idea de que alguien disfrute tener sexo con menores, no debemos olvidar una cosa: esto es algo ficticio, un mundo virtual, y gracias a Dios ningún pequeño ha sufrido", opina un lector del diario Die Welt.

Otros piensan que la policía debería concentrarse en casos reales de abuso sexual infantil, y acusan a las autoridades de convertirse en el Gran Hermano en su intento por castigar al crimen virtual. Otros más señalan que el sexo virtual con menores es ilegal en Alemania, mientras que en Estados Unidos no lo es.

Opiniones contrastantes

Algunos usuarios, en cambio, opinan que jugar a tener sexo virtual con menores puede llevar a buscar convertir este hábito en realidad. "Si las medidas para prevenir la pornografía virtual infantil pueden impedir que un solo pequeño sufra en la vida real por causa de la pedofilia virtual, bienvenidas sean todas, y de cualquier tipo", considera un usuario del Süddeutsche Zeitung.

En Die Welt aparecen opiniones similares: "Es repugnante que tales prácticas sean presentadas como inofensivas, y que la culpa sea transferida a las autoridadespoliciales".

Más lapidario, otro lector concluye: "Second Life es una plafaforma para todos aquellos que no tienen vida real".

El juego cibernético guarda una popularidad creciente en Alemania, donde el número de usuarios registrados ya superó al de los Estados Unidos.