El papa Benedicto XVI abogó hoy con vehemencia por la paz y la libertad de religión en todo el mundo en la tradicional homilía de Año Nuevo en la basílica de San Pedro del Vaticano. Todas las personas deberían "escuchar el grito de las muchas víctimas de la guerra, hombres, mujeres, niños y ancianos, que muestran la cara más terrible de la historia", clamó el Papa en la tradicional misa de Año Nuevo. "La humanidad no puede ni debe ceder a la fuerza negativa del egoísmo y la violencia ni acostumbrarse a los conflictos que cuestan vidas y ponen en juego el futuro de los pueblos". En vista de la discriminación de la intolerancia "sobre todo frente a los cristianos", la máxima autoridad de la Iglesia católica romana pidió una acción concreta de los gobernantes en las regiones afectadas. "Las palabras no son suficientes", dijo el pontífice alemán. Esta madrugada murieron más de una decena de cristianos en la ciudad e Alejandría después de que un suicida hiciese estallar su carga a la salida de un iglesia copta. DPA