Son grandes nadadores, con un gracioso contoneo al andar, y (sobre)viven, entre otros, en el más frío continente de la Tierra: la Antártida.
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Pingüinos para todos los gustos
¿Conoce a los pingüinos homosexuales de Bremerhaven? ¿Y a Sir Nils Olav? ¿No? Pues aquí le contamos algunos datos curiosos sobre estas aves no voladoras, grandes nadadoras y de gracioso andar.
Imagen: Werner Schwehm/Fotolia
Voladores subacuáticos
No pueden volar y su contoneo al andar en tierra, aunque con cierta gracia, parece también dificultoso. En el agua, sin embargo, es otra cosa. Su cuerpo hidrodinámico les permite avanzar como torpedos. Incluso los más grandes pingüinos emperadores logran una velocidad de hasta 2,7 metros por segundo.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Rumpenhorst
En la playa
¿Arena, sol y pingüinos? Pues sí, estos pingüinos de anteojos −la única especie que habita el continente africano− se asolean en Simon's Town, en Sudáfrica. En Australia, se pueden encontrar pingüinos azules, los más pequeños, de apenas 30 cm de estatura. En comparación, el pingüino emperador de la Antártida alcanza hasta 1,30 metros.
Imagen: Lars Bevanger
Sir Nils Olav
El pingüino rey Sir Nils Olav vive en el zoológico de Edimburgo, en Escocia. En 2008, la Guardia Real Noruega lo nombró caballero. Este cuerpo asumió en 1972 el padrinazgo de un pingüino rey que, desde entonces, se considera la mascota de las tropas. Sir Nils Olav padre fue ascendido desde sub-cabo hasta sargento. Su hijo (foto), tomó su lugar a su muerte y ya ostenta el grado de coronel en jefe.
Imagen: Getty Images/E. Jones
Camisetas tejidas
Tras derrames de petróleo, los pingüinos suelen ser lavados por voluntarios, pero es difícil desprenderles toda la suciedad adherida a sus plumas. Por eso, se les suelen colocar pequeñas prendas de lana, para evitar que traguen petróleo intentando limpiarse con el pico. El petróleo daña además la capa de grasa aislante de estas aves, así que con la lana se procura ayudarles a combatir el frío.
Imagen: picture-alliance/dpa/Philip Island Nature Parks/Hpicture-alliance/dpa/Philip Island Nature Parks/H
Estrellas de cine
Cada tanto, estos tiernos animales consiguen también el éxito cinematográfico. “Los pingüinos de Madagascar” y “Happy Feet” fueron exitosas cintas de animación protagonizadas por pingüinos. El documental francés “La marcha de los pingüinos”, por su parte, retrató la ardua peregrinación anual de pingüinos reales hasta sus sitios de cría, y ganó así un Oscar.
Imagen: picture-alliance/blickwinkel/R. Linke
Todo por sus crías
La película muestra la peregrinación anual del pingüino emperador desde el mar hasta sus sitios de cría en la Antártida. El macho cuida, sobre sus patas, del huevo puesto por la hembra (que debe regresar a alimentarse). Los machos permanecen bien juntos para protegerse del viento helado. Cuando la cría nace, 60 días más tarde, el padre ha perdido un tercio de su peso.
Imagen: picture-alliance/dpa
Pingüinos homosexuales
El zoológico y acuario de Bremerhaven esperaba poder reproducir en cautiverio a sus pingüinos de Humboldt, una especie amenazada de extinción. Pero, como el sexo de estas aves no es tan fácil de identificar, nadie había notado que la colonia estaba mayormente compuesta por machos. Así se formaron numerosas parejas “gay” que, a falta de alternativas, intentaban empollar piedras.
Imagen: picture alliance/dpa/I. Wagner
Un día Mundial
Cada 25 de abril se celebra el Día Mundial del Pingüino. En la estación McMurdo, establecida en 1955 en la Antártida, los científicos notaron que, tras meses en el mar, una colonia de pingüinos adelaida regresaba siempre a tierra en esta fecha. Con tal pretexto, las organizaciones de protección de animales celebran anualmente este día a las probablemente más tiernas aves no voladoras del mundo.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Lewins
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Los hay de los más variados tamaños y formas. Desde el pingüino azul, que apenas alcanza los 30 centímetros, hasta el emperador, que puede llegar a los 1,30 metros de altura y 40 kilos de peso. Lo mismo sobreviven en la siempre helada Antártida que en las soleadas playas de Sudáfrica o en las costas rocosas de la Patagonia.
Todos tienen algo en común: son aves que no pueden volar, lo que más bien parece una broma pesada de la naturaleza. Son, eso sí, espectaculares nadadores. Su cuerpo hidrodinámico les permite avanzar como torpedos en el agua. El más veloz de todos es el pingüino juanito –también conocido como papúa, gentú o de vincha−, presente sobre todo en las Islas Malvinas: en su mejor forma, aseguran diversas fuentes, puede alcanzar registros de entre 27 y hasta 36 kilómetros por hora.
Pingüino emperador, el más famoso
Al pingüino juanito se le identifica fácilmente por su parche blanco en la cabeza, así como por los escandalosos graznidos que lanza como alarma contra el robo de sus huevos o en época de apareamiento. Aunque existe una controversia en cuanto al número de especies de pingüinos que existe en la actualidad, la cifra de mayor consenso parece ser 17. Entre ellos se cuentan el pingüino macaroni –también conocido como pingüino de penacho anaranjado− y el pingüino Adelaida –protagonista de este material de la BCC.
El más conocido, sin embargo, parece ser el pingüino emperador. El más grande todos, recordado por muchos en relación con el documental francés “La Marche de l'empereur”. Traducida en España como “El viaje del emperador” y en Latinoamérica como “La marcha de los pingüinos”, la cinta aborda la ardua peregrinación anual de estos animales, desde el mar hasta sus sitios de cría. Una vez que la hembra ha puesto el huevo, emprende el camino de vuelta −a veces cientos de kilómetros− para alimentarse, mientras la futura cría queda al cuidado del macho.
Un reto logístico que no parece cien por ciento afinado por la madre naturaleza, pues el traspaso requiere que el extremadamente sensible huevo llegue sano y salvo de las patas de la hembra a las del macho. A veces sale mal −el contacto con el hielo mata inmediatamente a la cría por nacer− y otras muchas veces, bien. Es lo que los humanos solemos llamar el “milagro” de la vida y que celebramos, por los pingüinos, cada 25 de abril, en el Día Mundial del Pingüino.