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Piratas del siglo XXI

José Ospina19 de marzo de 2012

El Partido Pirata cuenta cada día con más aceptación en Alemania y Europa gracias a ideas como la liberalización de las leyes de protección de la propiedad intelectual o el derecho a Internet gratis para todos.

Imagen: Creative Commons/Piratenpartei Deutschland/Bastian Greshake

Con diez cañones por banda, /viento en popa, a toda vela, /no corta el mar, sino vuela /un velero bergantín./ Bajel pirata que llaman, /por su bravura, El Temido, /en todo mar conocido /del uno al otro confín…

Cuando José de Espronceda escribía los famosos versos que conformaron la canción pirata más conocida de la literatura española, apenas se imaginaba las connotaciones que la palabra “piratería” llegaría a tener. Hoy ya son pocos los piratas que navegan en veleros, o que atraviesan el océano con cañones de pólvora. Pero algunas cosas no han cambiado: siguen dando quebraderos de cabeza a las altas esferas gubernamentales, y siguen causando una mezcla de recelo y fascinación.

El 1 de enero de 2006 levó anclas en Suecia un barco bajo la capitanía de Rickard Falkvinge que, sin todavía saberlo, acabaría realizando una travesía por el mundo entero, contagiando con sus ideologías a más de 40 países. El Partido Pirata trae nuevos aires al panorama político en cada puerto donde atraca, y atrae nuevos grumetes a sus filas cada día.

Su objetivo, a diferencia de los piratas románticos de antaño, no era conseguir un tesoro y esconderlo en una cueva escondida, fuera del alcance de todo mortal, sino que quieren libre acceso a Internet y a la cultura sin restricciones. Quieren libertad, pero no de tránsito, sino de información. Y no la quieren para ellos solos, la quieren para todos. Unas ideas que suenan demasiado bien como para dejar a nadie indiferente.

Algunos de los fundadores del Partido Pirata original sueco fueron los creadores del sitio web "The Pirate Bay".Imagen: picture-alliance/dpa

Llegada al territorio germano

Apenas pasaron unos meses hasta que el Partido Pirata fundó su propia rama en Alemania, con nombre, representantes e ideas propias. Originariamente siguiendo el modelo sueco, el partido comenzó sus proclamas exigiendo el uso irrestricto y gratuito de Internet y una reforma de la ley de Copyright, pero ha evolucionado para abogar por otras causas tan llamativas como la legalización de las drogas, la promoción de la crianza sostenible de ganado, mayor participación ciudadana en la política, o la mayor transparencia en los sistemas informáticos gubernamentales.

Tendencia populista y contestataria, y autocalificado como un partido "multidimensional", "liberal" y sobre todo "un partido de la red": todo un canto de sirena para un público joven especialmente sensible a las limitaciones de acceso a la información en Internet tras leyes de protección de la propiedad intelectual tan polémicas como la ACTA. Muchos votantes comienzan ya a cambiar el color de las banderas de sus mástiles para adherirse a estas ideologías rompedoras con los cánones clásicos de los partidos políticos alemanes.

Una tripulación creciente

En 2009, los piratas ya empezaron a despuntar en los resultados de las elecciones regionales y locales en estados como Sajonia (1,9%), Schleswig-Holstein (1,8%) y Renania del Norte-Westfalia (1,5%). En las elecciones federales de ese mismo año recibieron, asimismo, un 2% de los votos totales, y un 0,9% en las elecciones europeas.

Pero no fue hasta 2011 cuando el partido comenzó realmente a recibir de lleno el viento en sus velas. Las cifras comenzaron a llegar al 2% en estados como Hamburgo, Baden-Württemberg o Mecklemburgo-Antepomerania. Pero fueron los resultados en Berlín los que realmente sorprendieron a todos –incluso a los mismos piratas-: se llevaron nada menos que un 8,9% de los votos de los berlineses, lo que les garantizó 15 espaciosos asientos en el Parlamento de Berlín.

Una cifra que terminó de convencer al partido y a sus afiliados para poner los ojos más allá de la proa de su propio barco: están decididos a entrar en el Bundestag este año. Según un estudio del instituto demoscópico alemán Forsa, los piratas contarían con el ocho por ciento de la intención de voto en las próximas elecciones, por delante por primera vez de los poscomunistas de La Izquierda.

Sebastian Nerz, líder del partido Pirata (izq); Marina Weisband, directora política (centro) y Andreas Baum, líder de la fracción de Berlín (dcha).Imagen: Tobias M. Eckrich

Mareas de cambio

"La política tiene que ser más abierta y transparente", subrayó en rueda de prensa Sebastian Nerz, líder de la formación desde mayo de 2011. "Queremos cambiar la comunicación entre diputados y ciudadanos". La directora política, Marina Weisband, recalcó no obstante que para el Partido Pirata, lo más importante no es sólo seguir un programa, sino crear todo un nuevo sistema de funcionamiento para el sector político en Alemania, "un estilo político totalmente renovado". Un comentario que llega en el momento justo para calar hondo en las nuevas generaciones de votantes en Alemania, entre las que cunde el hastío político y la sensación de falta de alternativas.

Si antes los piratas navegaban entre las olas, ahora los piratas navegan por la red; y si antes era la Marina su principal enemigo, ahora son los firewalls y los derechos de autor. “Internet ha cambiado nuestra forma de pensar completamente”, afirma Marina Weisband. “Y eso no sólo hay que entenderlo, también hay que saber aprovecharlo".

Autora: Lydia Aranda Barandiain
Editor: José Ospina Valencia

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