La Policía alemana continúa investigando este viernes (29.09.2017) todas las pistas disponibles en el caso del desconocido que amenazó con colocar en supermercados de toda Alemania y en el extranjero alimentos envenenados si no recibe dinero. Al parecer, en distintas tiendas de la localidad de Friedrichshafen, en el sur del país, fueron encontrados cinco productos con una dosis probablemente letal de un veneno. Los negocios afectados habían sido mencionados en una carta del chantajista. Los agentes policiales se incautaron de varios productos sospechosos.
El extorsionador amenazó con manipular productos en supermercados y droguerías dentro y fuera de Alemania y exigió una elevada suma de dinero. En concreto mencionó tiendas de Friedrichshafen, una localidad ubicada a orillas del Lago de Constanza, cerca de la frontera con Suiza. La Policía tiene en su poder fotos de un desconocido depositando productos en uno de los locales afectados. Una comisión especial conformada por 220 investigadores está trabajando actualmente en este caso. Las fuerzas de seguridad han distribuido una fotografía con la imagen del presunto extorsionador.
Cientos de llamadas
Desde la publicación de la imagen, la Policía ha recibido cientos de llamadas para dar con el desconocido. Hasta el momento se han recibido más de 650 llamadas. Si bien algunas de estas llamadas eran de ciudadanos preocupados para informarse sobre lo sucedido, otras dieron también indicios concretos, explicó hoy un portavoz de la Policía. "Los agentes analizan las llamadas 24 horas", agregó el portavoz.
Las autoridades parten de la base actualmente de que todos los tarros envenenados ya se han descubierto. En la comida de bebé se descubrió el veneno etilenglicol, informaron desde la Policía. "Su consumo puede acarrear un grave peligro para la salud e incluso la muerte", alertaron. Sin embargo, las amenazas del extorsionador no se limitan solo a la comida de bebés. También amenazó con envenenar 20 alimentos diferentes. (dpa)
Escándalos alimentarios en Alemania
Millones de huevos contaminados con insecticida terminaron en las despensas de los supermercados alemanes. Esta galería pasa revista a los escándalos alimentarios que han sacudido al país en el pasado reciente.
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Huevos tóxicos
Millones de huevos fueron desechados en Bélgica, los Países Bajos y Alemania tras descubrirse que estaban contaminados con el insecticida fipronil. Esa sustancia altamente tóxica puede causar daños al hígado, a la glándula tiroides y a los riñones si se consume en grandes cantidades. Más de 150 granjas neerlandesas fueron clausuradas y muchos supermercados alemanes dejaron de vender huevos.
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La rica carne de Brasil
Varios países prohibieron la importación de productos cárnicos brasileños en marzo de 2017 cuando se descubrió a empacadores vendiendo productos podridos. En algunos casos se usaron sustancias químicas cancerígenas para disimular el mal olor de la carne. Alemania importó unas 114.000 toneladas de carne de Brasil en 2016, pero las autoridades aseguraron que esa mercancía estaba en perfecto estado.
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Ratones en panaderías bávaras
A principios de 2017, el grupo Foodwatch, fundado para proteger a los consumidores, denunció el hallazgo de moho y ratones en panaderías bávaras de gran escala tras realizar 69 inspecciones entre 2013 y 2016. Pelos y mordidas de roedores fueron hallados en los productos de una panadería; en otro local se encontraron cucarachas en la harina y heces de roedores en trozos de trigo horneado.
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¿Lasaña a base de carne de caballo?
En 2013, millones de personas descubrieron que productos supuestamente hechos a base de carne de puerco o de res, en realidad provenían de carne de caballo. Todo empezó cuando inspectores irlandeses detectaron carne de caballo en hamburguesas prefabricadas. Otras pesquisas constataron que, en Alemania y países vecinos, otros productos casi listos para consumir también contenían carne de caballo.
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La sorpresa de las fresas
En 2012, más de 11.000 niños en el este de Alemania padecieron náuseas, vómito y diarrea tras consumir fresas congeladas provenientes de un mismo distribuidor. La intoxicación masiva afectó a casi 500 colegios y guarderías. Afortunadamente, la mayoría de las víctimas se recuperaron pronto. Sólo 32 debieron ser llevadas al hospital.
Imagen: Mehr
Alerta por dioxina
A principios de 2011, miles de granjas alemanas fueron clausuradas poco después de que recibieran alimento para animales contaminado con dioxina. Las autoridades alemanas señalaron que gallinas y cerdos habían comido el alimento tóxico, contaminando así sus huevos y su carne. Las exportaciones contaminadas fueron enviadas a Gran Bretaña, la República Checa, los Países Bajos y Polonia.
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Brote de escherichia coli
También en 2011, una cepa de la escherichia coli, una bacteria hallada frecuentemente en los vegetales, causó estragos –cincuenta víctimas mortales incluidas– en el norte de Alemania. Más de 4.000 personas padecieron síntomas como disentería y el síndrome urémico hemolítico, que puede derivar en una falla de los riñones. Se cree que el brote de escherichia coli surgió en una granja de Baja Sajonia