Fue uno de los fundadores del festival, Max Reinhard, quien bromeó diciendo que "la ciudad entera era un escenario". Doce salas organizaron 70 eventos este año en la ciudad austríaca de Salzburgo, eventos todos gratuitos para sus 150.000 habitantes. Este año, sin embargo, el prestigioso festival, cita obligada en el calendario de los amantes de la cultura, no cosechó la unanimidad de la crítica.

El tema de la desigualdad se entretejió en el programa de este año y los opuestos como "arriba y abajo" o "protesta y obediencia" fueron abordados en las óperas y obras de teatro. Pero no todo fue política. En la "Comedia de los errores", de Shakespeare, un grupo de gemelos se ve enredado en una divertida historia de confusiones.

El Festival de Salzburgo fue fundado en 1920 con la representación del "Jedermann" de Hugo von Hofmannsthal, dirigida por Max Reinhardt. Todavía se repone regularmente en Salzburgo. Se trata de un hombre rico avaro que muere, aunque se salva de las garras del diablo por intervención divina. Ese año, el actor Christoph Franken interpretó el papel del demonio.

Uno de los hitos de este año fue la nueva producción de la ópera de 1991 "La conquista de México", muy bien recibida por la crítica y el público. El compositor Wolfgang Rihm creó un envolvente telón de sonido para representar la victoria de los españoles sobre los aztecas. La fantástica pieza de teatro musical moderno fue un soplo de aire fresco en el festival.

La adaptación de la "Ópera de tres centavos" de Bertold Brecht, dirigida por Sven-Eric Bechtolf, resultó ser una decepción y fue criticada por sonar como un simple musical. La crítica Anke Dürr escribió: "Fue una gran exceso óptico y acústico que no concuerda con el presente. La 'Ópera de tres centavos' fue como un eco en el vacío del espacio escénico".

Sven-Eric Bechtolf es el director interino del Festival de Salzburgo. Y también dirigió la ópera de Mozart "Las bodas de Fígaro". Para algunos críticos, su versión era demasiado superficial, aunque el público disfrutó de la historia, ambientada en Sevilla, que cuenta cómo el conde Almaviva trata de retrasar la boda de sus criados. El bajo-barítono checo Adam Plachetka fue aplaudido como Fígaro.

El Festival de Salzburgo presume de tener el programa más completo del mundo. Sin embargo, debido a las limitaciones presupuestarias, ha tenido que recortar desde los 223 espectáculos ofrecidos en 2014 hasta los 188 de este año. Sin embargo, no hubo escasez de estrellas. El conocido tenor español Plácido Domingo celebró, por ejemplo, su cuadragésima visita al Festival de Salzburgo.

El festival también redujo este año las nuevas producciones. La del año pasado de "El Trovador" de Verdi, con Anna Netrebko y Plácido Domingo, fue un éxito de taquilla que pidió una repetición. Domingo tuvo que cancelar en el último momento debido a motivos de salud, pero Netrebko cautivó al público, como de costumbre, con su encanto y virtuosismo.

Otro hito fue el tenor Jonas Kaufmann en el papel de Florestan en una nueva producción de la única ópera de Beethoven, "Fidelio". Actuó junto a la soprano canadiense Adrianne Pieczonka, como Leonore. El director austríaco Franz Welser-Most, de la Filarmónica de Viena, se hizo cargo de la batuta desde la fosa.

Junto a Plácido Domingo, la violinista Anne-Sophie Mutter recibió un reconocimiento especial en Salzburgo. Hace treinta años debutó en el festival con la orquesta de Herbert von Karajan, con el concierto para violín de Tchaikovsky, y ha sido un invitada habitual desde entonces. Esta vez recibió ovaciones por una interpretación de Brahms y Tchaikovsky, con Riccardo Muti y la Filarmónica de Viena.

Además de Anne-Sophie Mutter, había otras caras conocidas en el programa. El pianista Maurizio Pollini y los directores Daniel Barenboim y Nikolaus Harnoncourt son otros de los habituales del certamen. Pero es la Filarmónica de Viena la que tiene el récord de la mayor cantidad de festivales: han tocado en Salzburgo durante los últimos noventa años.