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Planta nuclear en oferta

gg27 de febrero de 2004

Artistas y políticos alemanes se proponen comprar privadamente una planta nuclear para impedir su exportación a China. El dinero se recauda por Internet.

Hanau: la casita nuclear en el campo.Imagen: AP

"No sabemos lo que China va a hacer con la central. No me fío de las garantías", justificó el renombrado escritor Erich Loest su participación en la iniciativa. El humorista Martin Buchholz parece interesarse más por el valor inmobiliario: "Es precisamente lo que me falta en mi colección. Una casita nuclear en la ciudad de Hanau. Bien ubicada en la naturaleza y con alto nivel de seguridad".

Aparte de otros escritores, cantantes y actores se encuentran entre los firmantes de la iniciativa también políticos de alto rango: Andrea Nahles, miembro de la presidencia del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), los diputados de Los Verdes Hans-Christian Stroebele y Winfried Nachtwei y el socialdemócrata Hermann Scheer.

Por un euro más

La decisión del gobierno alemán de no impedir la venta de una planta nuclear alemana a China es, según ellos, "una acción irresponsable en política de seguridad". La iniciativa "Nosotros mismos compramos Hanau" fue presentada en Berlín por la organización no gubernamental Médicos Internacionales por la Prevención contra una Guerra Nuclear (IPPNW), con el fin de recaudar 50 millones de euros más uno (unos 61 millones de dólares). Con ello, la iniciativa pagaría exactamente un euro más que el precio que obtendría el consorcio Siemens de parte de los chinos.

HanauImagen: AP

El precio ya es una ganga si se considera que, en su día, la construcción de la planta le costó a Siemens nada menos que 700 millones de euros. Además, la planta esta como nueva. Fue terminada en 1991 y desmantelada cuatro años después sin haber sido usada.

Respaldo verde

En el último viaje del canciller alemán a China, los anfitriones mostraron su interés por comprar la instalación. Gerhard Schröder se apresuró al anunciar la venta y desató una crisis en el seno de su coalición roji-verde. En la prensa alemana se llegó hablar de un enfrentamiento a gritos entre los dos máximos dirigentes del Gobierno: el canciller socialdemócrata Schröder y el ministro de Exteriores verde, Joschka Fischer. No sorprende, por lo tanto, que sean ahora muchos miembros de Los Verdes quienes apoyen esta iniciativa.

La idea de organizarse privadamente para comprar una planta nuclear tiene su gracia. Miles de personas en Alemania podrían estar en estos momentos vaciando sus cajas de ahorro. Gracias a Dios se trata de gente decente que se propone desmantelar el material y salvar la paz en el mundo. Lamentablemente, la idea encantadora no cambiará la decisión del Gobierno alemán de permitir la venta de la planta a China. Sin embargo, sirve para que el canciller se de cuenta del amplio respaldo que goza entre la población el abandono de la energía nuclear.

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