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Plovdiv, Capital Europea de la Cultura 2019

Rayna Breuer
27 de diciembre de 2018

Esta ciudad búlgara es una de las más antiguas del mundo y un imán para los jóvenes emprendedores. Lo único que le hace falta es que una generación de relevo suplante a la clase política que hoy la administra sin amor.

Bulgarien Plovdiv - Altstadt am Abend
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Kalaene

La de Plovdiv es una historia de más de ocho mil años. Los tracios, los romanos, los eslavos y otros pueblos antiquísimos dejaron su huella en esta ciudad –la segunda más grande de Bulgaria– y le dieron la pátina que exhibe, sobre todo, su arquitectura. Pero su paisaje urbano no sólo está marcado por un anfiteatro y una basílica de tiempos remotos, sino también por templos judíos, cristianos y musulmanes que parecen conversar los unos con los otros, y por modernísimos cafés, comercios atentos al último grito de las modas globales, talleres y obras de arte callejero. De hecho, Plovdiv es un imán para los jóvenes emprendedores.

Y es muy probable que su elección como Capital Europea de la Cultura 2019, junto a la ciudad italiana de Matera, le dé un impulso adicional; se espera que dos millones de turistas de todas partes del mundo transiten por sus calles el año que viene y se enamoren de Plovdiv para siempre. "De cara a 2019, yo soy optimista. Ese título nos da la posibilidad de articularnos activamente a la escena cultural comunitaria. Hasta ahora nos había faltado confianza en nosotros mismos para hacerlo”, comenta Mariana Tcholakova, cónsul honoraria de Alemania en esa localidad búlgara. Los preparativos para esa fiesta de doce meses empezaron hace mucho.

Mariana Tcholakova, cónsul honoraria de Alemania en Plovdiv.Imagen: DW/R. Breuer

Obstáculos, por montón

No obstante, hay muchas obras de construcción que no serán terminadas a tiempo para recibir al año nuevo. De hecho, se duda que algunas estén listas cuando termine la celebración. La clase política municipal y nacional fracasó en muchos aspectos. Abundan las promesas que no fueron cumplidas. La restauración de la plaza principal de Plovdiv, encargada en 2014, no ha sido finalizada. La única sala de conciertos apta para grandes eventos está en muy mal estado; el proyecto para su renovación está desde hace al menos tres años en una u otra gaceta de Ivan Totev, el actual alcalde de la ciudad. La sala de cine Kosmos no ha dejado de dar pena…

"Kosmos, el cine más grande de la era comunista en Bulgaria, con más de novecientas butacas, está en un estado deplorable”, subraya el editor Manol Peykov, quien, junto a Tcholakova, es uno de los promotores de la candidatura de Plovdiv como Capital Europea de la Cultura. Peykov tampoco cree que la añorada transformación del barrio conocido como "Ciudad del Tabaco” –antiguo corazón de la industria cigarrera búlgara– en una colonia de artistas sea viable a corto plazo. Aunque sus edificios constituyen patrimonio nacional protegido, sus dueños sólo esperan a que se derrumben para vender los terrenos bajo sus pies.

El editor Manol Peykov, uno de los promotores de la candidatura de Plovdiv como Capital Europea de la Cultura.Imagen: Privat

Falta de visión

Como Peykov, también Tcholakova lamenta la falta de visión y compromiso demostrada tanto por algunos empresarios como por los políticos más influyentes de Plovdiv. El discutible aporte por el que será recordado el alcalde Totev será su propuesta de invitar a todos sus conciudadanos al centro de Plovdiv para que fueran testigos del degollamiento de cerdos en el día de Navidad. Su objetivo: velar por la conservación de las tradiciones búlgaras. Un día después de orear su idea, Totev se retractó diciendo que nunca pensó consumar la matanza ritual y que su único propósito había sido atizar un debate sobre las añejas costumbres búlgaras.

"Los políticos que nos gobiernan tienen una noción de cultura muy diferente de la de nosotros, los que nos ocupamos desde el principio de nominar a Plovdiv para que fuera elegida Capital Europea de la Cultura 2019 por el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo. Los políticos piensan que pueden impresionar al resto del mundo con un degollamiento de cerdos. Ellos no ven la cultura como algo que puede traer cambios o que puede estar orientado hacia el futuro”, protesta Peykov, quien era miembro de la Fundación Plovdiv 2019, la instancia a cargo de promocionar a la ciudad búlgara a escala europea.  

Cuando arrancó, la Fundación Plovdiv 2019 estaba integrada por cinco representantes de la sociedad civil y cuatro del ámbito político-administrativo. Hace un año y medio, los políticos se quedaron solos en su seno; el resto renunció precisamente cuando el Gobierno de la ciudad empezó a sabotear las ideas y los proyectos gracias a los cuales Plovdiv había sido designada Capital Europea de la Cultura 2019. Uno de los temas principales, el foco en las minorías étnicas de Plovdiv, fue abandonado por completo cuando la clase política local se rehusó a financiar visitas a Stolipinovo, el barrio de Plovdiv que es el vecindario gitano más grande de los Balcanes.

Está por verse si la impresión que predomina en Plovdiv durante el año 2019 es la del potencial desaprovechado, o la de una ciudad que se resiste a ser asfixiada por la falta de amor por la cultura de sus burócratas.

 (erc/jov)

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