Svenska Dagbladet, de Estocolmo, Suecia: “Si todo sale a pedir de boca, Zipi Livni asumirá la jefatura del gobierno israelí. Un cargo que le puede deparar muy rápido dolores de cabeza. Los planes del aún primer ministro Ehud Olmert de retirarse de los territorios colonizados fracasaron cuando las milicias de Hisbollah prendieron la segunda guerra en Líbano.

Así que a cambio de retirada de tierras palestinas lo que se sobrevino fue un derrocamiento de Hamas en la franja de Gaza que ahora bloquea cualquier adelanto en Cisjordania.

Pasará mucho tiempo hasta el régimen de Hamas, considerado como terrorista, intente probar que tan capaz es Livnis de tomar decisiones duras”.

Livni: líder de un partido débil

Milliyet, de Istambul, Turquía: “El hecho de Zipi Livnis haya logrado derrotar a su contrincante interno, el ministro israelí de Transporte y ex general Mofaz, es un éxito.

Pero el trabajo verdaderamente difícil para Livni apenas comienza. Su propio partido tiene una posición débil en el parlamento y la popularidad del líder de oposición Netanjahu crece. Pero Livni es una política dinámica, ambiciosa y pragmática.”

Olmerts: carrera llena de jugadillas sucias a la justicia

Le Monde, de París, Francia: “La carrera de Olmerts es una sorprendente lista de pequeñas jugadas sucias a la moral y la ley. Justamente esto fue lo que pudo haber hastiado a los israelíes a distanciarse de la política.

La democracia israelí está enferma. Pero lamentablemente este mal no afecta a un país que anda ocupado de problemas tan banales como el déficit fiscal o la financiación de sistema de pensiones. La democracia está en enferma en Israel, una nación de la que se espera que cumpla dolorosos compromisos en su camino a la paz. Para ello se necesita que en el país haya estabilidad, claridad y legitimidad, condiciones que no se cumplen hoy en Israel.”