El transporte necesita mucho petróleo y eso es perjudicial para el clima. Los investigadores afirman que en 2040 podríamos tener una movilidad climáticamente neutra en todo el mundo. Pero ¿cómo hacerlo posible?
"Tenemos menos vehículos bloqueando las ciudades, menos congestión y menos plazas de aparcamiento en las calles. Esto crea espacio para los peatones, los ciclistas, los niños que juegan y aumenta la calidad de vida: hay menos ruido, menos humo de los tubos de escape y menos accidentes". Así describe Thorsten Koska el ambiente de las ciudades con movilidad climáticamente neutra. Koska es investigador de transportes en el Instituto Wuppertal para el Clima, el Medio Ambiente y la Energía y coautor del libro Movilidad sostenible para todos.
En el futuro, los ciudadanos seguirían moviéndose, pero no tanto como ahora en auto. "Esto significa que los viajes y desplazamientos se trasladarán a medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente. En las ciudades, esto significa más desplazamientos a pie, en bicicleta y en autobús o transporte ferroviario de cercanías", afirma Wiebke Zimmer, del grupo de reflexión Agora Verkehrswende, de Berlín.
"Nuestra concepción contempla autos que funcionarán exclusivamente con baterías", esboza Zimmer el futuro. En las ciudades, la mayoría de los autobuses y camiones también serían eléctricos. La razón, según Zimmer, es la eficiencia: los vehículos eléctricos consumen unas cinco veces menos energía en comparación con los de motor de combustión, que podrían conducirse de forma climáticamente neutra con combustibles producidos sintéticamente.
Según una proyección de Agora Verkehrswende, en las ciudades climáticamente neutras de Alemania, el uso de la bicicleta y del transporte público se duplicará en comparación con la actualidad y el tráfico de automóviles se reducirá en un 70 por ciento.
"Si ya no necesitamos tanto espacio para los coches aparcados y en movimiento, el espacio queda libre para otras cosas. Esto ya se ve muy bien en Copenhague", explica Zimmer.
"Allí, el porcentaje de tráfico de bicicletas es significativamente mayor y el de coches, menor. Estas zonas se destinan a espacios verdes y parques. Los cafés pueden extenderse al exterior sin sentarse directamente en la calle. Es más calidad de vida en la ciudad".
Menos autos propios
¿Cómo puedo ir de A a B? ¿Qué ofertas hay, que sean atractivas, cómodas, rápidas, baratas, divertidas y que sirvan además para mantenerse en forma? Las respuestas a estas preguntas determinan la elección del transporte.
"El futuro para mí es que volvamos a la llamada ciudad de 10 minutos. La escuela para los niños, las tiendas, la cafetería, todo está cerca y a 10 minutos a pie", dice Stefan Gössling, profesor de turismo de la Universidad de Linnaeus (Suecia).
"Ya hay muchos ejemplos en los que esto se ha hecho realidad. Barcelona es un ejemplo de ello con sus supermanzanas, es decir, barrios de la ciudad que están en gran medida libres de tráfico de automóviles.
Según los expertos, los carriles bici seguros y amplios, alejados del tráfico, son importantes para pasarse a la bicicleta. Porque, de esa manera, pedalear al aire libre se convierte en algo divertido y se llega rápidamente al destino.
Algunas ciudades ya promueven fuertemente el uso de la bicicleta. Según Koska, esto aumentará en el futuro, también en el campo. "Veremos a más gente en bicicleta, porque tenemos mejores conexiones de transporte, por ejemplo, también autopistas para ciclistas, de modo que las e-bikes permiten hacer tranquilamente un recorrido de diez kilómetros".
Un sistema de transporte público atractivo, con vehículos cómodos, frecuencia regular y billetes baratos o gratuitos es también crucial para el futuro. Viajar con el propio auto se convierte así en algo superfluo para muchos y económicamente menos atractivo. "El auto es actualmente uno de los principales factores de gasto privado y cuesta al menos 6.000 euros al año en la variante más pequeña", dice Gössling.
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¿Qué tan realista es el cambio de rumbo para 2040?
En la actualidad, el transporte provoca "alrededor del 25 por ciento de todas las emisiones de gases climáticos en el mundo", afirma Gössling. Según un estudio del Instituto Wuppertal, Alemania tendría que ser climáticamente neutra en 2035 si quiere cumplir el objetivo de 1,5 grados. Según el estudio, otros países con menos emisiones de CO2 por persona tendrían unos años más de tiempo. "Si queremos tener una oportunidad realista de mantenernos dentro del objetivo, tienen que pasar muchas cosas en muy poco tiempo, especialmente en el transporte", subraya Gössling.
Koska comparte estas afirmaciones y destaca los bajos costes de la movilidad sostenible. Esto permitiría a más personas en el mundo acceder a una mayor movilidad. Cree que el transporte climáticamente neutroes posible en todo el mundo para 2040: "Solo puede funcionar si realmente unimos nuestras fuerzas. Hay buenas razones para ello y no hay obstáculos insuperables".
(gg/ms)
¡Bájese del auto y súbase a la bicicleta!
La bicicleta es el medio de transporte más ecológico y saludable del mundo. Y resulta especialmente recomendable en los tiempos del coronavirus.
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Pedalear es sano
Cada vez má personas optan por la bicicleta. Y no lo hacen necesariamente por amor al medio ambiente o al deporte, sino por evitar el peligro de contagio en los medios de transporte público en estos tiempos del coronavirus. Claro que pedalear con mascarilla no es tan agradable.
En 1817, el barón Karl Friedrich von Drais inventó un vehículo de madera de dos ruedas alineadas. Dado que las calles en ese entonces no eran muy planas y solían estar sucias, quienes utilizaban la Draisiana preferían andar por la vereda. Pero eso llevó a que se produjeran frecuentes altercados con los transeúntes. La Draisina era vista como una curiosidad y no logró imponerse.
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Los modelos del siglo IXX
En la exposición universal de París, en 1867, se presentó al público un modelo más desarrollado. Especialmente popular se volvió el velocípedo inventado por el británico James Starley, con una rueda muy grande, que permitía acelerar hasta 30 kilómetros por hora. Pero, cualquier irregularidad en la pista podía provocar una caída desde considerable altura y el asunto no dejaba de ser peligroso.
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Las bicicletas ganan espacio
¿Y hoy en día? La bicicleta se ha convertido desde hace tiempo en un medio de transporte utilizado en todo el planeta. Existen ciudades amigables con el ciclista, que cuentan con ciclovías, como Ámsterdam, Copenhague o Münster; y hay metrópolis donde los ciclistas viven una vida peligrosa, como Londres. Pero, en tiempos del coronavirus, las calles están más vacías y muchos usan la bicicleta.
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Más derechos para los ciclistas
El automóvil es todavía el vehículo predominante en muchas ciudades alemanas. Muchas ciclovías no están en buen estado. A veces ni siquiera las hay. Pero lentamente los municipios están cambiando su forma de pensar. En algunas calles se está segregando una pista para las bicicletas y también se inauguran nuevas ciclovías. Pero algunos impacientes consideran que el asunto tarda mucho y protestan.
Mientras los automovilistas quedan atascados en los embotellamientos, los ciclistas por lo general logran abrirse paso. Los mensajeros sobre ruedas, por ejemplo, consiguen avanzar zigzagueando entre los autos, a toda velocidad. Más lentos suelen ser los oficinistas que van al trabajo en bicicleta.
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Un toque de romanticismo
Los ciclistas más apasionados se resisten a dejar de lado sus bicicletas, incluso en el día de su boda. En lugar de utilizar un carruaje de caballos o un automóvil adornado con flores, esta pareja de novios optó por la bicicleta, que en un caso así también puede ser algo muy romántico.
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La moda de la bicicleta eléctrica
Durante mucho tiempo se las miró en menos. Se decía que eran bicicletas para jubilados y se achacaba a sus conductores falta de espíritu deportivo. Pero eso ha quedado atrás: las bicicletas eléctricas se han impuesto en todos los segmentos de edad. Y las hay en todas ls variantes, incluyendo modelos deportivos para trekking.
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¡Cuidado!
Quien posea una bicicleta cara, debería protegerla sin falta mediante un código. Porque las buenas bicicletas son un botín codiciado por los ladrones. A través del código, si hay suerte, la policía puede ubicar el vehículo robado. También resulta imprescindible un buen candado.
Imagen: picture-alliance/Zoonar/R. Kneschke
Arriendo de bicicletas
Quien arrienda una bicicleta, no necesita preocuparse por su mantenimiento ni por el peligro de robo. Cada vez hay más ofertas en el mercado, de modo que, por lo menos en las ciudades, casi siempre hay una bicicleta a mano. Pero este sistema también tiene sus desventajas. Las bicicletas bloquean por doquier el paso de los peatones, porque la gente las deja en cualquier lugar.
Quien no posee un local propio, puede transformar su bicicleta en un kiosco, como este, por ejemplo, en el mercado de Dresde. Y, en tiempos del coronavirus, ¿qué más apropiado que vender mascarillas de fabricación propia?
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Convivencia en la calle
Andar a caballo ya no es opción en la ciudades. Los policías montados, que hacen sus rondas en sus cabalgaduras, son muy pocos. Prácticamente han desaparecido de la faz urbana. ¿Controlará este uniformado español que los ciclistas lleven mascarilla, como corresponde? En medio de la pandemia del coronavirus, es un imperativo, cuando no se pueda mantener la debida distancia social.